Pero vean a esta pues, tan acomodada, que si no quiere que se le caigan los pechos que gaste dinero, puedes vendersela, si no quiere, que haga sacrificio busque para otro lado, muy comoda ella pues. No se la pongas facil, que haga sacrificio pa q sepa lo q es ser madre
No pienso donarle mi leche materna a mi hermana, aunque tenga de sobra
Una historia de hermanas siempre está cargada de amor, complicidad y algunos roces inevitables. Sin embargo, en este caso, la tensión entre dos mujeres se ha llevado a un terreno tan íntimo como delicado: la lactancia materna. Lo que comenzó como una solicitud de ayuda para alimentar a un bebé, se ha convertido en una fuente de conflicto familiar. Ahora, la mujer de esta historia se debate en una disyuntiva: ¿Hasta dónde llega el apoyo entre hermanas y cuándo entra en juego la autonomía individual?
Soy madre de una bebé de 4 meses y le doy lactancia materna exclusiva. He tenido una producción de leche bastante buena, pero recientemente ella no ha podido agarrarse a mi pecho izquierdo, así que he estado extrayendo leche de ese lado, y por eso, tengo una reserva de leche considerable.
Mi hermana también tuvo un bebé recientemente, pero decidió no amamantarlo porque no quiere que sus pechos se caigan. Eso es algo que yo respeto, porque al final lo importante es que el bebé esté alimentado.
Mi problema surgió cuando mi hermana vino un día a mi casa y me preguntó si podía llevarse mi leche materna. Resulta que se dio cuenta de que la fórmula era demasiado cara para ella y decidió que simplemente va a usar la leche materna que yo me extraiga.
Le dije que no, que yo la estoy guardando en caso de que mi bebé tenga problemas para agarre nuevamente o en caso de que yo no esté cerca y necesite que la alimenten. Mi hermana se puso como loca y me dijo que yo no necesitaba tanta leche y que, de todas formas, siempre me puedo extraer más leche, así que no importaría si le doy lo que me he extraído hasta ahora.
Discutimos por un buen rato y ella hizo que nuestros padres se involucraran en el asunto. Ahora, esto se ha convertido en un problema de toda la familia y quienes no están de acuerdo han estado llamándome hasta el cansancio. ¿Estoy siendo irrazonable?
Consejos para ser asertivo cuando no es posible ayudar
- Sé honesto, pero delicado: La honestidad es clave, pero también lo es la manera en que expresas tu negativa. En lugar de decir simplemente “no puedo”, explica brevemente tus razones, para que la otra persona entienda tu posición. Puedes decir algo como: “Me gustaría ayudarte, pero en este momento no tengo los recursos/tiempo/energía para hacerlo.”
- Ofrece alternativas: Si no puedes ayudar de la manera que te piden, sugiere otra forma en la que podrías ser útil. Por ejemplo: “No puedo hacer esto ahora, pero puedo ayudarte a buscar una solución o alguien más que te apoye.” Así demuestras que te importa, aunque no puedas involucrarte directamente.
- No te sientas culpable por tus límites: Decir “no” no te convierte en una mala persona. Es importante recordar que tus necesidades y límites son igual de válidos que los de tu hermano o cualquier otro familiar. Mantén la calma y asegúrate de no justificarte en exceso o sentirte culpable por no poder ayudar.
- Aprende a decir ’no’ con empatía: Asegúrate de que tu negativa no suene fría o distante. Muestra que comprendes su situación, incluso si no puedes ayudar: “Entiendo lo difícil que debe ser para ti pedir esto, y siento mucho no poder ayudarte en esta ocasión.” De esta manera, mantienes una conexión afectiva, aunque no puedas intervenir.
- Anticipa y prepara respuestas: Si sabes que tu hermano a menudo te pide ayuda en circunstancias en las que no puedes comprometerte, prepara algunas respuestas con antelación para poder decir “no” de forma amable y eficaz. Esto evitará que te sientas presionado en el momento y te permitirá ser consistente en tus límites.