11 Historias de mujeres cuya férrea paciencia está a punto de quebrarse

Diferentes empresas utilizan técnicas distintas para realizar entrevistas, y algunas pueden hacer preguntas bastante complicadas, como Google, que hace todo lo posible por encontrar al candidato ideal. Su método particular busca evaluar cómo reaccionan los postulantes ante preguntas inesperadas y qué tipo de soluciones pueden proponer.
Si eres una de las miles de personas que sueñan con trabajar en Google, debes estar preparado para enfrentar preguntas muy poco convencionales durante la entrevista de trabajo.
Una de ellas ha sido la siguiente:
“Imagina que has sido reducido al tamaño de una moneda y arrojado dentro de una licuadora alta. ¿Qué harías para escapar antes de que se encienda en 60 segundos?”
Después del asombro inicial, la mayoría de los aspirantes responde con lo más obvio: simplemente saltarían para salir.
Esta respuesta se basa en una observación realizada por Alfonso Borelli, considerado el padre de la biomecánica, en el siglo XVII. Borelli notó que animales de distintos tamaños podían saltar aproximadamente la misma altura. A pesar de sus diferencias en masa y estatura, perros, gatos, caballos y ardillas pueden saltar alrededor de 1.2 metros. Esto se debe a que la energía que generan nuestros músculos está relacionada con nuestra masa.
El profesor Gregory Sutton, experto en el movimiento de los insectos en la Universidad de Lincoln, explicó a MailOnline: “Si imaginamos que el músculo simplemente produce energía mecánica, esta energía puede acelerar al animal hasta cierta altura. Si ese animal tiene la mitad del tamaño, también tiene la mitad de energía, pero también la mitad de masa, por lo que en realidad puede saltar la misma altura.”
Según esta teoría, si fueras encogido, el área de tus músculos disminuiría más lentamente que tu masa, lo que aumentaría tu proporción fuerza-peso. Por lo tanto, en teoría, podrías simplemente saltar fuera de la licuadora.
Aunque esta solución parece lógica, en realidad no lo es. Saltar tan alto requiere transferir la mayor cantidad de energía posible desde las piernas hacia el suelo, y eso se vuelve más difícil al reducir tu tamaño.
Si fueras del tamaño de una moneda, tendrías solo una fracción de segundo entre iniciar el salto y que tus pies dejen el suelo, por lo que tus músculos tendrían que contraerse extremadamente rápido para generar ese impulso. El problema es que cuanto más rápido se contraen los músculos, menos fuerza pueden generar. A este fenómeno se le conoce como relación fuerza-velocidad.
Así que quizás debas considerar una mejor respuesta a esta pregunta que, por cierto, tampoco es tan complicada.
El profesor Sutton cree que una forma efectiva de escapar sería usando un sistema tipo catapulta:
“Si me redujeran y me metieran en una licuadora, usaría una pequeña liga de goma para impulsarme hacia fuera. El sistema de catapulta funcionaría muy bien a esa escala, porque la relación fuerza-masa sigue siendo ventajosa, aunque tus músculos ya no puedan ayudarte a saltar como antes.”
Por su parte, el profesor Jim Usherwood, experto en mecánica del movimiento en el Royal Veterinary College, propuso otra solución: “Si quieres que algo se mueva rápido, necesitas darle mucha energía. Si tienes brazos muy cortos, el objeto dejará tu mano antes de que tengas tiempo de darle esa energía, ya que la potencia muscular es limitada a menos que puedas tensar un resorte.”
“Cuando disparas un arco, no necesitas mover tu cuerpo rápidamente para acelerar la flecha a gran velocidad. En su lugar, puedes moverte despacio y usar tu fuerza para almacenar una gran cantidad de energía en un resorte, y luego liberarla rápidamente.”
Así que ahí lo tienes: si pudieras tensar un resorte durante un tiempo breve —alrededor de 0.1 segundos— y luego soltarlo, podrías lanzarte fuera de la licuadora.
Definitivamente, es un acertijo que no todos logran resolver, pero no te preocupes si no diste con la respuesta correcta. Gayle Laakmann McDowell, exingeniera de software en Google y autora de The Google Resume, afirma que la empresa finalmente ha “prohibido” la mayoría de estas cuestionables prácticas de contratación.
Sobre estas preguntas tipo acertijo, comenta: “Si un entrevistador llegara a hacer una de estas preguntas, a pesar de la política interna, el comité de contratación probablemente ignoraría su evaluación y le enviaría una nota pidiéndole que no vuelva a hacer preguntas tan tontas.”
Si quieres conocer otra técnica interesante que podría surgir en una entrevista, no te pierdas nuestro siguiente artículo: El método de la “silla” que los entrevistadores usan para evaluarte.