Por qué cuanto más profundo vayas, más animales gigantes verás

Curiosidades
hace 1 año

Si pudieras sumergirte en la misteriosa oscuridad del océano, ¿quién sabe con qué te encontrarías? Algunas leyendas que tienen cientos de años mencionan monstruos gigantes que se esconden en las profundidades, como el Kraken, el monstruo del Lago Ness, la Hidra, el Leviatán y muchos más. De acuerdo, nadie ha visto criaturas así, pero hay arañas marinas, calamares, gusanos y muchos otros animales extraños e inusualmente grandes que crecieron mucho más de lo que esperábamos. Echa un vistazo al calamar colosal de las aguas subantárticas. Es alrededor de 14 veces más largo que el calamar flecha que vive cerca de Nueva Zelanda. Y en el fondo del océano Pacífico, hay una esponja marina del tamaño de una camioneta.

Los océanos contienen alrededor del 96,5 % del agua de nuestro planeta. Hasta el 80 % de toda la vida en la Tierra que hemos descubierto se encuentra bajo sus olas. No hemos explorado, cartografiado o ni siquiera visto más del 80 % del océano. De hecho, conocemos más a Marte que a las profundidades del mar. La presión allí abajo es una locura, y te haría sentir como si estuvieras cargando casi 50 aviones jumbo. Y las temperaturas a tales profundidades son extremadamente bajas. En esa zona, las condiciones ambientales son difíciles. Entonces, las criaturas que viven allí necesitan adaptarse. Es por eso que muchas de ellas son de gran tamaño. Los animales que viven en las profundidades frías y oscuras son tan grandes debido a un fenómeno llamado gigantismo de las profundidades marinas. Cuanto más te adentras por debajo de la superficie oceánica, menos luz solar hay. Es por eso que las temperaturas bajan drásticamente. El resultado es un aumento del tamaño de las células y una vida más larga.

Además, estas criaturas no tienen tanto oxígeno como los animales marinos que viven en zonas menos profundas. Y sus fuentes de alimento son mínimas. Gran parte de la comida que obtienen proviene de aguas más superficiales y cae hasta estas zonas frías y oscuras. Cuando no hay suficiente alimento, el tamaño es una ventaja. Las criaturas más grandes pueden moverse más lejos y más rápido para encontrar algo que comer. Su metabolismo funciona más lento. No digieren tan rápido, por lo que pueden almacenar el alimento y conservar energía para tiempos difíciles, cuando no hay nada para comer. Tampoco necesitan regular la temperatura de su cuerpo, lo que les ayuda a ahorrar algo de energía, que luego pueden transferir a otros procesos corporales.

Maduran más lentamente y más tarde que los que viven en aguas más superficiales. La mayoría de las especies de peces que habitan en aguas profundas viven 30 años o incluso más. El pez reloj anaranjado, de hecho, vive hasta 150 años. Este chico supera los 7 metros de largo y puede pesar hasta 1 tonelada y media. Pero crecer hasta ser tan grande les toma muuucho tiempo. Comienzan a buscar pareja cuando tienen más de 100 años. Y pueden vivir tanto porque casi no hay depredadores a tales profundidades. Además, no hay seres humanos u otras cosas que puedan perturbarlos o poner en peligro su existencia. Aquí, el ambiente es bastante estable, por lo que hay muchos animales que son básicamente fósiles vivientes, porque probablemente no han cambiado en millones de años.

Los primeros 200 metros de profundidad del océano se consideran mar abierto. La mayor parte de la vida marina que hemos descubierto vive allí, ya que esa es el área a la que llega la luz del sol. Y luego, a medida que continúas bajando, llegas a la Zona Crepuscular. Parece que nada vive allí. Pero a unos 250 m se ve florecer un pequeño oasis de vida antigua. Por ejemplo, hay lirios de mar, animales que han estado viviendo a tales profundidades, sin cambios, por millones de años. Los celacantos, otro fósil viviente, habitan el océano desde hace más de 360 ​​millones de años. Los mixinos tampoco han cambiado en mucho tiempo, algo así como 300 millones de años. Esta criatura vive a profundidades de 1700 m. Evolucionaron antes que el resto de los vertebrados, por lo que este es el único animal vivo sin mandíbulas ni espinas, aunque tiene cráneo.

Las criaturas de aguas profundas no pueden sobrevivir más cerca de la superficie. Están adaptadas a las profundidades y a una mayor presión hidrostática. Los humanos y otros organismos que tienen espacios internos llenos de gas terminarían aplastados si pudieran llegar allí abajo. Es por eso que los buzos de aguas profundas siempre deben usar trajes de especiales, diseñados para entornos con mayor presión, aunque no vayan a las áreas donde viven estos gigantes. Pero cerca de la Antártida, puedes ver el gigantismo mucho más cerca de la superficie. Como las esponjas gigantes, las babosas de mar, las arañas de mar del tamaño de un plato, los gusanos e incluso algunos organismos unicelulares enormes; todos tienden a enfriarse en aguas menos profundas [9 m]. Los científicos no están seguros del porqué, pero creen que podría tener algo que ver con el oxígeno. Las especies gigantes usan solo un poco de oxígeno, y las aguas que hay alrededor de la Antártida son bastante ricas en este gas, lo que significa que casi no hay límite para que estos animales crezcan cada vez más.

Volvamos a las criaturas de las profundidades. Como mencioné, tuvieron que adaptarse a una fuerte presión; casi no tienen espacios de aire en su interior; el agua que forma parte de su cuerpo está a la misma presión que la del ambiente. Pero si estos animales suben hacia la superficie, probablemente se hinchen y tal vez exploten. Basta con mirar al pez gota, el que se lleva el título del animal más feo del mundo. Se ve normal muy por debajo de la superficie [600-1200 m], donde se encuentra su hábitat natural. Pero cuando sube a la superficie, donde la presión es 120 veces menor, cambia de forma. El pez gota no tiene esqueleto ni músculos, por lo que sin la alta presión de las profundidades del mar, termina siendo flácido.

Las oscuras profundidades oceánicas no solo dan miedo de ver, sino también de escuchar. En 1997, unos científicos estaban tratando de encontrar volcanes submarinos frente a la costa de América del Sur. Durante sus viajes, registraron uno de los ruidos más fuertes jamás escuchados. Fue un fenómeno muy extraño. Resultó tan potente que incluso los sensores ubicados a más de 4800 km de distancia lograron detectarlo. Más tarde lo llamaron “el bloop”. Les tomó 15 años concluir que el sonido provenía de un terremoto, cuando la actividad sísmica rompe el suelo congelado. El agua del fondo del océano no siempre es extremadamente fría. Hay fumarolas hidrotermales en el lecho marino, y el agua que sale de ellas puede alcanzar los 400 grados centígrados. La poderosa presión, sí, la misma que te aplastaría, es lo que no “permite” que el agua hierva.

Hay cientos de especies animales que viven cerca de los respiraderos hidrotermales de aguas profundas. Algunos de ellos, como los gusanos tubulares, no se parecen a nada que hayamos visto antes. Estos gusanos absorben productos químicos de los respiraderos. Así es como alimentan a las bacterias que viven en ellos. Y a cambio, esas bacterias les dan el carbono que los gusanos tubulares necesitan para sobrevivir. Dos tercios de todas las especies de coral descubiertas viven en partes oscuras, profundas y extremadamente frías del océano. Hay especies que incluso viven a unos 5 km de profundidad. Pueden sobrevivir a temperaturas de 2 grados bajo cero. Algunos de estos corales de agua fría tienen más de 8000 años.

Forman estructuras asombrosas que pueden elevarse hasta 35 m de altura. Las profundidades no son solo un mundo misterioso de criaturas extrañas: ¡el paisaje bajo la superficie también es magnífico! Los cañones que se esconden allí hacen que incluso el Gran Cañón parezca pequeño. Por ejemplo, echa un vistazo al que se encuentra en el mar de Bering: el cañón Zhemchug. Su relieve vertical tiene más de 2600 m de profundidad. ¡Es enorme! Las olas más grandes del océano no son las que puedes ver desde la costa. Ocurren debajo de la superficie y se llaman olas internas. Se producen entre dos masas de agua que tienen densidades diferentes. Viajan a velocidades de miles de km por hora y pueden tener 200 m de altura.

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas