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Todos queremos parecer intelectuales y dueños del mejor gusto en la mayoría las esferas sociales. Podemos amar la vanguardia, adorar el cine de culto y llevar una vida bohemia. Pero muchos de nosotros tenemos "esqueletos en el armario": escuchar a Justin Bieber los fines de semana, comer burritos después de las fiestas y ver "Keeping Up with the Kardashians" por las noches. Pero nunca se lo dijimos, ni se lo diremos a nadie, porque la vergüenza será inevitable. Sin embargo, según parece, avergonzarse de esta manera en nuestro tiempo, hasta es considerado genial.
Genial.guru ha decidido entender un fenómeno tan vergonzoso como el guilty pleasure, y demostrar que comer un bocado poco saludable, y ver "Two and a Half Man" por las noches no es una degradación, sino un fenómeno bastante natural de nuestro tiempo.
En el siglo XXI, para las pequeñas alegrías humanas, que por lo general se ocultan de la sociedad civilizada, se ha acuñado un término especial: guilty pleasure o "placer culpable". Y estos placeres son tan pleasure precisamente por ser guilty, porque lo prohibido siempre atrae.
Todos los tienen, no lo dudes. Busquemos tu guilty pleasure entre los más comunes:
Te vuelves verdadero. Admítelo, tus gustos son tus gustos, no hay manera de escapar de eso. Y si pasas tu tiempo fingiendo y dedicándote a los pasatiempos intelectuales, que no te generan ningún placer, corres el riesgo de vivir la vida de otra persona, sin disfrutar la tuya plenamente.
El banal respeto propio. Estamos socializados a tal punto que nos vemos obligados a sentir vergüenza por nuestros propios placeres. Piensa, ¿no es absurdo?
No le debes nada a nadie. Si tus amigos te condenan por la música que escuchas o los libros que lees, necesitas amigos nuevos. Si amas a Justin Bieber, ¡ámalo sinceramente!
Es genial y moderno. Sacar los "esqueletos del armario" y revelarlos orgullosamente, es un acto que se valora en nuestra gloriosa era, porque es audaz y muestra tu personalidad. Solo necesitas presentarlo bien y divertirte abiertamente.
Y, por último, recuerda el siguiente plan: si a ti, que quizás eres un alto directivo de una gran empresa, y que en público solo escuchas "Aerosmith" y Freddie Mercury, de repente te han quitado el auricular en el que, a todo volumen, sonaba "Despacito", resopla con arrogancia y di que cualquier persona moderna simplemente está obligada a tener un guilty pleasure. Y sientes mucho que tu acusador sea tan limitado y dependiente de la opinión pública y no tenga un guilty propio. Después, sonríe irónicamente, ponte con aire de suficiencia el auricular en el oído, y sigue escuchando.
Ahora juguemos a "¿Quién tiene el guilty pleasure más trillado?". ¡Comparte los tuyos en los comentarios!