Por qué los perros y los gatos comen hierba y qué puedes hacer al respecto

Quien tenga un perro o un gato en casa seguro los vio alguna vez comiendo hierba. A nuestros ojos parece algo inapropiado, raro o hasta atemorizante, pues nos hace pensar que quizá están enfermos. Los científicos se preguntaron por qué las mascotas hacen esto y la respuesta que hallaron nos causa un gran alivio.

Genial.guru te cuenta los resultados de un estudio reciente y por qué ya no debes preocuparte si ves a tu mascota comer hierba. Al final, encontrarás un bono muy útil sobre este tema.

Falsos mitos desterrados

Existe el falso mito de que los perros y los gatos comen hierba como método para purgarse y así aliviar una indigestión. Este mito estaba apoyado en los restos de vómito que luego se encontraban en el jardín o dentro de la casa.

Sin embargo, parece ser que la purga no es una explicación válida para este comportamiento. Tampoco es cierto que necesiten comer hierba para incorporar nutrientes faltantes en su dieta, o que la ingesta les produzca vómitos.

La verdad detrás de la ingesta de pasto en las mascotas

Según los resultados de una encuesta publicada por la revista Science, comer hierba es un comportamiento común entre los gatos. Para realizar la investigación, se les pidió a más de mil dueños de gatos que los observaran durante 3 horas diarias.

El 71 % de los encuestados observaron a su gato comer hierba al menos seis veces. Mientras que el 91 % dijo que el animal no parecía estar enfermo antes de comer y solo una cuarta parte de los gatos vomitaron después. Por lo tanto, el vómito es ocasional, y no el objetivo principal de la ingesta de hierba en los gatos.

En el caso de los perros, un estudio reveló que el 68 % de los 1571 perros investigados comían hierba y otras plantas a diario o semanalmente. Mientras que el resto lo hacía una vez, o menos, al mes. Del grupo que comía hierba, solo un 9 % parecía enfermo antes de la ingesta, y un 22 % vomitó después. También se descubrió que el sexo, la raza y el tipo de dieta del perro no tienen nada que ver con la frecuencia o el tipo de plantas consumidas.

Solo surgió una diferencia: los cachorros comen plantas con más frecuencia que los perros adultos, pero sin mostrar signos de enfermedad ni antes ni después de la ingesta. En conclusión, comer hierba es un comportamiento normal en los perros domésticos. Y la hierba preferida es el pasto.

Solo se trata de instinto animal

El estudio presentado por el Dr. Benjamín L. Hart y colaboradores concluye que no es cierto que tanto los gatos como los perros ingieren hierba porque están enfermos, para provocarse vómitos a modo de purga o para compensar un déficit en la dieta.

Se trata de un comportamiento instintivo que las mascotas arrastran de sus ancestros salvajes, quienes lo hacían para mantener a raya a los parásitos intestinales. Los científicos también revelaron que los gatos comen más plantas que no son hierba que los perros y que los cachorros comen con más frecuencia porque su sistema inmunitario está en desarrollo.

Bono: qué hierbas y plantas son tóxicas y cuáles son inofensivas para las mascotas

Ahora que sabemos cuál es el motivo por el cual las mascotas comen plantas y hierbas, surge el interrogante: ¿todas las plantas del jardín son comestibles e inofensivas? La mayoría lo son, o provocan síntomas leves. Otras, en cambio, son tóxicas y peligrosas.

Según el Centro de Control de Envenenamiento Animal (ASPCA), algunas de las plantas que pueden causar efectos graves en perros y gatos son:

• Azalea: entre la sintomatología que provoca, se encuentra depresión del sistema nervioso central y colapso cardiovascular.

• Puerro: el principio activo presente en esta planta produce, entre otras cosas, anemia.

• Kalanchoe: provoca vómitos, diarrea y frecuencia cardiaca anormal.

• Ricino: produce sed excesiva, temblores, dificultad para respirar y convulsiones, entre otros síntomas.

• Aloe vera: genera vómitos, diarrea y letargo.

Existen muchas más. Puedes encontrar el listado completo aquí.

Por otro lado, existen plantas y hierbas que tanto gatos como perros pueden ingerir sin problemas. La mayoría de estas plantas son fáciles de cultivar, incluso en espacios pequeños. Por ejemplo:

• Hierba gatera: también llamada menta gatera o albahaca para gatos, se puede encontrar naturalmente en los jardines o terrenos baldíos.

• Hierba gatera germinada: se comercializa en semillas que germinan en pocos días. Pueden ser de avena, alpiste o trigo.

• Bambú: tiene un crecimiento rápido y se desarrolla muy bien en interiores.

• Hierbas aromáticas: la albahaca, el tomillo, el romero o la salvia que se usan para las comidas también son seguras para las mascotas.

Cuando veías a tu mascota comer hierba, ¿pensabas que estaba enferma? ¿Qué otros motivos se te ocurrían para explicar dicho comportamiento?