8 Razones por las que podrías no estar bajando de peso al correr

Salud
hace 3 años

Para muchos, perder peso se convierte en un objetivo a cumplir cada año, y una opción fácil para lograr esa meta es correr. Todo comienza cuando te pones tu equipo deportivo y recorres metros para bajar esos kilos. Pero pasa el tiempo, sigues corriendo y no ves mejorías, te subes a la báscula y la cifra es la misma o aumenta, sientes que tu esfuerzo fue en vano y desistes. Quizá te preguntes por qué no funcionó, por eso, algunos datos probados por expertos e investigaciones sobre el tema tienen la respuesta y pueden ayudarte a comprender mejor el funcionamiento de tu cuerpo.

Genial.guru, preocupado porque sigas trotando hacia ese objetivo, te dice las razones por las que no percibes que estés adelgazando aun corriendo. Recuerda que esto que vas a leer a continuación es informativo, acude siempre con un especialista que pueda ayudarte con base en tu cuerpo y metabolismo.

1. Retienes agua para tus músculos

No pienses que el agua se convirtió en tu principal enemigo para bajar de peso. La hidratación es muy importante cuando realizas todo tipo de actividad física, como correr, pero también lo es para reponer el esfuerzo generado por los músculos, sobre todo si estás comenzando con esta práctica.

Una opinión médica argumenta que, cuando alguien emprende un nuevo régimen de ejercicio, las fibras musculares son sometidas a presión, provocando que se formen microdesgarros e inflamación. Para contrarrestarlo, se retienen líquidos como el agua en la zona afectada para tratar de curarlos. Mientras las fibras sanan, tu cuerpo sufrirá un aumento temporal de peso.

Qué puedes hacer al respecto: esto es algo normal, así que sigue tomando agua regularmente y, si es necesario, dale a tu cuerpo el reposo necesario para que pueda volver a la normalidad.

2. Tu cuerpo está ganando masa magra

En ocasiones, cuando se busca perder peso, se considera a la grasa como el único factor principal, pero muchos no saben que el cuerpo está conformado por dos grandes componentes: la grasa y la masa magra o libre de grasa. En esta última se incluyen huesos, tejidos y la masa muscular, la cual puede desarrollarse al realizar una variedad de ejercicios para correr.

Por ejemplo, un estudio comprobó que, realizar una rutina corriendo mediante intervalos de alta intensidad en un periodo de 10 semanas conduce a una mejora de la actividad cardiorrespiratoria y al aumento de tamaño en los músculos de los cuádriceps. Por lo tanto, es probable que no bajes de peso debido a que estás perdiendo grasa, pero estás ganado masa muscular.

Qué puedes hacer al respecto: no te apresures a sacar conclusiones solo con el número que refleja la báscula. Acércate con un especialista que valore correctamente el porcentaje de grasa y masa muscular que tienes en el cuerpo.

3. Realizas la misma rutina una y otra vez

Puede pasar que trotes una distancia en particular o recorras la misma ruta todos los días que dediques a correr. Al principio, todo marchará sobre ruedas, pero a largo plazo, la rutina terminará por acostumbrar a tu organismo y los cambios ya no serán tan frecuentes.

El cuerpo humano y sus componentes tienen la capacidad de adaptación al ejercicio. Cuando se aplica adecuadamente una fuerza superior sobre los músculos en los entrenamientos, estos se desarrollan y mejoran sus funciones. Si el cuerpo no se somete a esa variación de presión continua, los músculos se adaptan con el tiempo y no sufren modificaciones. Y si se reduce la presión, el cuerpo puede atrofiarse o deteriorarse en situaciones más serias.

Qué puedes hacer al respecto: no tengas miedo de cambiar tu rutina de ejercicios y toma en consideración un plan de entrenamiento funcional. Se ha comprobado que la intervención de un programa integral para corredores tiene mayores beneficios que mantener un objetivo habitual.

4. No duermes lo suficiente

También pueden existir casos en los que las personas que realizan muchas actividades en su vida cotidiana y dedican un tiempo a ejercitarse corriendo no duerman la cantidad recomendada para reponer energías y liberarse del estrés. Esto también puede afectar tu condición física.

En un estudio con niños y adultos, se encontró que cada hora de descanso menos se puede traducir en un ligero aumento en el índice de masa corporal. Con los datos registrados en esta investigación, si una persona mide 178 centímetros, podría aumentar aproximadamente un kilo y medio de peso por no dormir adecuadamente.

Qué puedes hacer al respecto: trata de dormir el tiempo suficiente y no sometas tu cuerpo a cambios bruscos de este hábito. En un adulto, se recomienda dormir entre 7 y 8 horas diarias.

5. Estableces metas que no son realistas

La mente del ser humano es muy poderosa y puede ser capaz de determinar la satisfacción o la decepción en una persona. En la carrera, y en el ejercicio en general, algunos pueden reaccionar de forma negativa si se les impone un objetivo real para bajar de peso o cuando tratan de controlar sus expectativas, incluso si fijan metas más conservadoras.

Especialistas de la Universidad de Lieja establecieron que las personas consideran decepcionante el objetivo recomendado para adelgazar, que equivale a alrededor del 10 % del peso actual. Además, el rango de peso perdido que establecieron en promedio oscila entre los 5 y los 21 kilogramos. Por si fuera poco, otro grupo de catedráticos comprobó que, cuando alguien fija metas más modestas para manejar sus expectativas, resultan más decepcionados del resultado que aquellos que impusieron objetivos más altos.

Qué puedes hacer al respecto: recuerda que correr y bajar de peso en un proceso que requiere tiempo, dedicación y paciencia. No te desesperes al primer intento y apóyate en los expertos de la salud para establecer objetivos de pérdida de peso que sean realistas y puedan cumplirse.

6. Descuidas la alimentación

Tal vez creas que cumplir con la cuota diaria para correr y obtener resultados en tu cuerpo sea lo más importante para bajar de peso. Lo que comes también es vital para cumplir con ese objetivo. Quizá hayas escuchado muchas veces que la alimentación es parte fundamental de tu meta, y la ciencia, a través de fundamentos basados en sus hipótesis, nos recuerda su importancia.

Si se te antojó un vaso de refresco, debes saber que un análisis arrojó que su consumo está relacionado con una menor ingesta de fruta, leche y fibra dietética. Ahora bien, si aún con el ejercicio, sacias tu hambre con demasiada comida y sientes que no puedes parar, puedes padecer el trastorno por atracón, que impide bajar de peso o provoca un efecto de rebote en tu cuerpo.

Qué puedes hacer al respecto: te recomendamos acudir con el nutriólogo que ayude a reforzar tu esfuerzo físico con una mejor ingesta de alimentos. Probablemente te recomiende una dieta baja en carbohidratos cuya eficacia para bajar de peso haya sido comprobada como efectiva.

7. Los suplementos no te ayudan mucho

¿Alguna vez has escuchado en la televisión de suplementos que te ayudan a perder peso en poco tiempo? Tal vez te veas tentado a acelerar tu pérdida de peso al correr usando estos productos “milagrosos”, pero de acuerdo con Melinda Malore, investigadora de la Universidad Estatal de Oregón, puede que no sea la solución.

En el análisis que realizó a diversos tipos de suplementos dietéticos, encontró que algunos productos pueden tener efectos mínimos en la pérdida de peso, pero ninguno de ellos ayudará a perder kilos de manera significativa. También resaltó que estos productos no cuentan con ensayos clínicos que prueben su eficacia y, en ciertos casos, causan reacciones adversas que se traducen en enfermedades.

Qué puedes hacer al respecto: lo mejor es nunca dar por hecho que un producto puede ayudarte. Si tienes interés en adquirir un suplemento dietético, se recomienda investigar todo sobre el producto, encontrar información confiable y consultar con un médico si es lo más adecuado para ti.

8. Padeces un aumento de peso involuntario

Si después de leer lo anterior valoras que has cumplido con tu régimen de carrera, sigues una alimentación saludable y cuidas tu cuerpo al máximo, pero no bajas de peso, es probable que este punto te identifique.

Existen diferentes causas por las que el cuerpo es sometido de forma involuntaria a un aumento de peso. Algunos de ellos son: la hinchazón por acumulación de líquidos, la toma de fármacos para tratar trastornos como la bipolaridad o enfermedades como la diabetes, y cambios hormonales como se perciben en el síndrome de Cushing o el hipotiroidismo. Esto puede provocar que, aún con el esfuerzo físico que representa correr, no logres adelgazar.

Qué puedes hacer al respecto: es necesario identificar la razón por la que tu peso varía sin motivo aparente. El médico puede ayudarte y, dependiendo de su posible valoración, podría realizar estudios y brindarte el tratamiento a seguir para mantenerte en forma.

Estas causas y sus posibles soluciones pueden ayudarte a correr y lograr tu propósito de ser una persona más saludable. ¿Cuáles son tus métodos para mantener tu cuerpo en excelentes condiciones?

Comentarios

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Sin dudas mi problema es el
6. Descuidas la alimentación
me gusta mucho comer 🙄

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