16 Modales que posiblemente sigan solo unas verdaderas damas

El interés universal por la inteligencia emocional, o Emotional quotient (EQ), surgió hace unos 20 años, cuando el psicólogo Daniel Goleman publicó un libro en el que describía su importancia. Hoy en día, muchos científicos confirman que este indicador juega un papel más importante en el éxito y el bienestar general de una personas que el coeficiente intelectual. Es mejor y más fácil desarrollar la inteligencia emocional durante la infancia, además, en esta tarea, los padres pueden ayudar bastante a sus hijos.
En Genial.guru creemos que los padres no deben dejar al margen la educación emocional de sus hijos y por eso compartimos con nuestros lectores los consejos aportados por los expertos.
La inteligencia emocional y la emocionalidad no son lo mismo. La emocionalidad a elevados niveles implica la reacción fuerte de una persona con respecto al mundo que la rodea. Un sujeto emocional, por ejemplo, gesticulará y reaccionará con impulsividad viendo una película interesante. Pero esto no significa que ostente una inteligencia emocional desarrollada.
La inteligencia emocional la posee una persona que sabe hacer lo siguiente:
Los psicólogos modernos estiman que las personas con una inteligencia emocional desarrollada se convierten en buenos jugadores en equipo que se desarrollan en líderes. Saben negociar y conseguir sus metas, causando al mismo tiempo una buena impresión. Por supuesto, el conocimiento profesional también es necesario para el crecimiento personal y profesional. Pero desarrollamos la inteligencia emocional desde una edad muy temprana y, además, de forma inconsciente. Por lo tanto, los padres deben pensar en el futuro de sus hijos y ayudarlos a comprender el mundo multifacético de los sentimientos.
Ese desarrollo de la inteligencia emocional se produce, por muy trivial que pueda sonar, en los momentos emocionales de la vida. Prestando atención a la educación emocional, los padres incrementan el grado de confianza en el seno de la familia, pueden influir en sus hijos en una situación necesaria, así como criar a una persona coherente y segura de sí misma.
Durante mucho tiempo, los padres de todo el mundo han seguido de cerca el progreso educativo de sus hijos en la escuela y, a la vez, han olvidado la educación emocional. Los estereotipos también influyen en la percepción correcta de los sentimientos. Realmente, a casi todos los niños varones se les ha prohibido llorar y a las niñas se les incidía en que no debían enojarse.
El psicólogo John Gottman identifica tres tipos de padres que tratan de manera incorrecta las emociones de sus hijos:
Estos enfoques no permitirán al niño evaluar correctamente sus propias emociones ni las de otras personas. Los psicólogos que estudian el desarrollo de la inteligencia emocional identifican varias reglas de oro de la educación que aconsejan seguir y cumplir.
Estas acciones y otras de este tipo ofenden y devalúan, tanto el problema del niño, como sus sentimientos.
Este tipo de acciones ayudarán a los padres a construir una relación cercana y cálida con sus hijos. Pero no olvides que, en la adolescencia, los hijos pasan por un período difícil de formación y cambios hormonales. En esta etapa, no vale la pena insistir demasiado en ofrecer tu ayuda. Especialmente, no debes entrometerte sin permiso en su vida personal: leer su correspondencia y diarios, por ejemplo. Actuando así, solo puedes destruir la confianza.
¿Estás de acuerdo con que una persona necesita comprender sus emociones y las de los demás? ¿Crees que algunas personas albergan lagunas para conocer e identificar sus emociones?