Qué pasaría si todas las rocas de la Tierra desaparecieran mañana

Curiosidades
hace 7 meses

Llevas varios días descansando en tu casa de campo hecha de madera. Una mañana, despiertas sintiendo que estás flotando hacia algún lugar. Miras por la ventana y ves que todo se mueve. Sales corriendo de la casa, pero, en cuanto das un paso, tu pie se hunde ligeramente en el suelo.

No llovió, la tierra no está blanda, pero se siente como si hubieras pisado una cama. Ves cómo tu casa de madera y la de tu vecino son arrastradas de alguna manera. Los aldeanos no entienden qué sucede. Te encuentras con uno de tus amigos y te cuenta que su casa desapareció por completo, como si alguien la hubiera robado. Recuerdas su casa costosa de ladrillo; te cuesta imaginar que alguien se la llevaría.

De pronto te das cuenta de que todas las casas flotantes son de madera. Las demás, las que estaban hechas de ladrillo, también desaparecieron. En el centro de la aldea se formó algo similar a una avalancha de lodo que atrae todo lo que la rodea. Intentas correr, pero sientes que el suelo envuelve tus pies. No parece un terremoto; es como si estuvieras en una balsa enorme en medio del mar. Al principio tienes problemas para mantener el equilibrio y te caes un par de veces. Otras avalanchas de lodo similares se forman por todas partes.

Alcanzas a ver unos autos más adelante. Corres para pedirles ayuda y descubres que los caminos desaparecieron. Llegas a un auto donde una mujer joven escucha la radio. Todas las estaciones transmiten el mismo mensaje: “por alguna razón, las rocas de todo el mundo han desaparecido”.

Ahora, imagina que eres un alpinista profesional y que llevas varias horas escalando una montaña empinada. Llegas por fin a la cima. Levantas las manos y gritas con alegría. Un segundo después, el grito de felicidad se transforma en uno de terror. La montaña se esfuma frente a ti. No puedes creer lo que ves, pero estás cayendo. Por suerte, hay un cuerpo de agua debajo de ti.

Subes a la superficie y encuentras una playa arenosa donde momentos atrás había una montaña. Nadas hacia la orilla, pero es como si la arrastraran. La arena no desapareció porque está hecha de fragmentos de cuarzo, no de piedra. No solo desaparecieron las rocas de la superficie, también las placas tectónicas, lo que produce que todos los paisajes se alteren.

El Everest no es más que una colina diminuta de hielo y nieve. Las rocas están desapareciendo en todas partes, lo que produce catástrofes a nivel global. Ya no hay más colinas en el planeta. Si quieres ver el mundo desde un punto elevado, debes ir a la Antártida y escalar un glaciar enorme.

Cualquier casa hecha de concreto, ladrillo o arcilla está desapareciendo, ya que estos materiales están hechos de roca triturada. La humanidad pierde sus monumentos en todo el mundo. Las exhibiciones modernas de arte y los museos históricos están quedándose sin sus obras de piedra y arcilla. Ayer, los amantes del arte adinerados compraron esculturas en subastas por millones de dólares. Esta mañana, se despertaron y descubrieron que ya no tenían nada, ni siquiera un techo sobre sus cabezas.

Las joyas hechas con piedras preciosas han desaparecido. Solo quedan los metales. Antes del incidente, las reservas principales de metal estaban escondidas en las rocas. Ahora yacen en el suelo o enterradas. Hasta puedes caminar por la calle y hallar fragmentos de oro, plata y otros metales preciosos. Pero a las personas no les interesan las riquezas en este momento. Están huyendo de las casas y abandonando los restos de las ciudades. Todos los caminos y los rascacielos están arruinados. Hay materiales de metal y vidrio que caen desde el cielo. Unos enormes torbellinos de lodo se forman en distintas partes del mundo y atraen todo a su alrededor, como si fueran agujeros negros.

La madera se convierte en el recurso más valioso. Las personas talan árboles frenéticamente y construyen casas de madera. Los científicos están estupefactos: no pueden trabajar en estas nuevas condiciones. Los laboratorios y los centros de investigación han desaparecido, los instrumentos científicos están enterrados bajo escombros. Alguien formula una hipótesis: la composición molecular de las rocas cambió repentinamente, por lo que se esfumaron sin aviso.

Han pasado varios meses. Las personas están acostumbrándose a esta nueva forma de vida. Ya no hay plantas de procesamiento de metales, así que todos aprendieron a manipular el acero, el aluminio y otros metales por su cuenta. Los detectores de metales encuentran estos materiales fácilmente bajo tierra; a veces hace falta excavar bastante para obtenerlos. Las reglas de construcción han cambiado: ya nadie construye cimientos de concreto, se busca que todo sea fácil y práctico. Las personas viven en pequeñas casas de madera y las aíslan con vidrio, algodón y lana.

En los últimos tiempos, has desarrollado un increíble sentido del equilibrio interno. Es difícil derribarte, los terremotos frecuentes te han dado mucha práctica. Además, eres capaz de sentir los movimientos más sutiles en la tierra. Siempre viajas con pocas cosas y puedes detectar cuando se avecina una avalancha de lodo. Con la idea de prepararte para el invierno que se acerca, sales a caminar y buscas metal, madera y arena para aislarte. Momentos después, te das cuenta de que no los necesitarás: puedes sentir el calor que proviene directamente del suelo.

El calor del núcleo ahora llega a la superficie, las capas gruesas de roca han desaparecido. Tarde o temprano el suelo estará tan caliente que será difícil caminar descalzo. La nieve cae, pero se derrite en cuanto aterriza. El aire se calienta tanto durante el invierno que las personas caminan con ropa ligera.

En un par de siglos, la Tierra perderá enormes reservas de agua. El líquido se evaporará, se condensará en enormes nubes, lloverá y volverá a evaporarse. Habrá cada vez menos agua. El calentamiento de los océanos provocará la extinción del fitoplancton y las algas, que abastecen a la Tierra con oxígeno. Luego, los árboles se secarán debido a la falta de humedad...

Eso o los océanos enfriarán el núcleo y perderemos el campo magnético de la Tierra. En ese caso, el trabajo de la atmósfera se verá interrumpido y no podremos protegernos de la radiación cósmica. En cualquier caso, la humanidad tendrá que prepararse para mudarse a otro hogar.

Sin rocas, es difícil minar y construir naves espaciales, pero también tenemos algunas ventajas. Gracias al acceso directo al calor de la Tierra, la humanidad recibe fuentes ilimitadas de energía. A partir de los metales que quedan al descubierto, las personas construyen máquinas simples que les permiten hallar aún más metales. Pronto aparecen mecanismos más complejos. Las dimensiones del trabajo se expanden, todo gracias a la energía interna de la Tierra.

Los esfuerzos para la creación de una nueva civilización de metal y madera no se detienen ni un instante. Muchos lagos y ríos a lo largo del mundo se secaron completamente. La falta de agua es compensada por el derretimiento de los glaciares, pero no por mucho. El clima se vuelve más cálido cada mes, y el suelo es más y más inestable.

Los sistemas de seguridad del hogar para evitar las avalanchas de lodo se vuelven muy populares. Si una avalancha de lodo se genera debajo de una casa, un dispositivo especial concentra todo el calor en un punto y crea un flujo de aire caliente. Luego, el techo se abre y una bola de lona es liberada. La lona se llena con el calor producido; en pocos segundos, la casa entera se eleva y se traslada con sus habitantes.

A veces, cuando hay demasiadas avalanchas de lodo, puedes ver miles de casas voladoras que llenan todo el cielo. Cada unidad tiene un volante que permite controlar el vuelo y elegir la dirección. Cuando la casa llega a un lugar seguro, aterriza suavemente, el flujo de aire caliente se interrumpe y el globo se pliega en el techo.

La Tierra se está calentando demasiado, los humanos tienen problemas para vivir aquí. Afortunadamente, esto se terminará pronto: hemos creado la tecnología que nos permitirá embarcarnos en un viaje por el espacio. No, no es un arca enorme. Las personas no lograron reunirse en un único lugar para construirla, ya que el paisaje del planeta cambia constantemente. En lugar de eso, cientos de millones de casas volarán hacia el espacio.

Están equipadas con propulsores, oxígeno, reservas de comida y paneles solares. Todas las casas están conectadas en una única red y mantienen la comunicación. Si algo se descompone o una casa se queda sin combustible, el resto irá a ayudar.

Las personas abandonan la órbita terrestre y observan cómo su planeta se derrite lentamente. Parece un huevo que fue hervido demasiado tiempo. Las corrientes de magma emergen del suelo, los relámpagos azotan la Tierra desde nubes negras. Nuestro planeta se vuelve tan caliente como en los tiempos de su nacimiento. Por suerte, no tendrás que volar muy lejos: los humanos planean colonizar Marte.

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