Qué pasaría si un grano de arena golpeara la Tierra a un 99 % de la velocidad de la luz

Curiosidades
hace 8 meses

¡Atención! ¡Atención! ¡Residentes de todos los países y ciudades del mundo! Un enorme asteroide se acerca a la Tierra. Su velocidad actual es varias veces mayor que la del sonido, y cada día acelera aún más. Una vez que ingrese a nuestro sistema solar, pasará junto a Urano, Saturno, Júpiter y Marte. Los campos gravitatorios de estos planetas lo acelerarán aún más, y nuestro planeta será su destino final. La colisión es inevitable. Según los científicos, un meteorito del tamaño del monte Everest puede destruir la Tierra por completo. El desastre tendrá lugar en 350 días. El pánico reina en las calles. La gente compra y construye búnkeres. Los científicos y astrónomos de todo el mundo se han reunido para hallar una solución.

La única manera de evitar la colisión es destruyendo el objeto espacial. Sí, un potente cohete podría dividir al asteroide en cientos de miles de pedazos. Si eso sucede, una lluvia de meteoritos golpeará la Tierra, pero eso es mejor que la destrucción completa de nuestro hogar. En menos de un año, la humanidad construye varios cohetes potentes. Luego, utilizando los mejores telescopios del mundo, los astrónomos crean un sistema de navegación sin precedentes. Ahora, solo debemos esperar a que el asteroide ingrese al sistema solar. Las personas comienzan a trasladarse a un continente lleno de búnkeres de primera categoría para todos. Los daños del asteroide son imposibles de predecir, por lo que es mejor esconder a la gente en un lugar seguro y supergrande mientras esperamos la colisión.

Ha llegado el momento. El asteroide pasa junto a Urano. Su velocidad aumenta: ahora se mueve solo 10 veces más lento que la velocidad de la luz. Los científicos lanzan los cohetes al aire. El asteroide pasa volando junto a Saturno y destruye una parte de sus anillos. Su trayectoria cambia. Pasa junto a otros planetas a través de un camino lleno de obstáculos, gana velocidad y se dirige hacia la Tierra. Los cohetes dejan una larga estela de fuego y alcanzan la velocidad del sonido. Se acercan al asteroide. La colisión se produce cerca de Marte. Los cohetes dan en el blanco. El asteroide explota y se divide en millones de partículas. Todos los trozos vuelan en diferentes direcciones. La Tierra está a salvo.

De pronto, los satélites de la Tierra registran una enorme explosión de energía. Una pequeña parte del asteroide se dirige hacia la Tierra. Es diminuta, del tamaño de un grano de arena, pero la explosión la aceleró, y ahora vuela hacia nosotros a una velocidad de 297 000 km/s, el 99 % de la velocidad de la luz. A esta velocidad, el grano tiene casi el mismo poder destructivo que el asteroide entero. Se está acercando a la Luna, y en unos segundos chocará con la Tierra. Toda la gente está esperando sin siquiera respirar.

El grano tiene una potencia tan increíble debido a las leyes de la física. Cuanto mayor es la velocidad de un objeto, más masa y energía tiene. A medida que el grano de arena alcanza una velocidad cercana a la de la luz, su energía y su masa comienzan a aumentar drásticamente. Ni siquiera se lo puede ver, pero en su interior guarda la masa de todo un continente. Si alcanza la velocidad de la luz, su masa será infinita. Y entonces, aparecerá un agujero negro. En ese caso, todos los seres vivos y no vivos del planeta desaparecerán. Los árboles, los mares y los océanos, todas las ciudades, los países y los continentes. El aire, el sonido, la atmósfera, cualquier molécula de la Tierra... Todo será absorbido por la increíble fuerza gravitacional del agujero negro.

Después, una vez que no quede rastro de nuestro planeta, el agujero devorará la Luna. Su fuerza gravitatoria crecerá y absorberá otros planetas del sistema solar. Pronto, llegará al Sol. Nuestra estrella se dividirá en miles de tiras, como si fuera espagueti, y emitirá una enorme cantidad de energía. Esto podría desencadenar el nacimiento de un segundo agujero negro. Pero... afortunadamente, el grano solo ha alcanzado el 99 % de la velocidad de la luz; eso cambia todo. Además, ningún objeto que tenga masa puede alcanzar la velocidad de la luz.

El grano de arena ingresa en la atmósfera terrestre. Desde afuera, parece un meteorito cegador que atraviesa el cielo. A medida que perfora las capas de la atmósfera, se calienta más y más. Las nubes en un radio de 150 kilómetros a la redonda arden. El cielo se vuelve cristalino. Si pudieras ver todo en cámara lenta, verías que el aire se ioniza, ya que sus moléculas se dividen. En la naturaleza, este proceso ocurre como producto de los relámpagos. Nuestro Sol también tiene energía ionizante que desinfecta el aire.

El grano deja un agujero de ozono en su camino. Ahora, ese lugar no estará protegido frente a la radiación espacial y la luz ultravioleta. El grano vuela directamente al centro del océano Austral. El continente más cercano a la explosión es la Antártida. El aire a su alrededor se calienta y se mezcla con la temperatura fría del océano, creando huracanes. En cuanto el grano se acerca a la superficie del océano, el agua comienza a hervir. Su temperatura y energía son tan grandes que el agua se evapora, pero las moléculas de vapor se consumen instantáneamente. Miles de litros de agua acaban de desaparecer de la faz de la Tierra. El grano desciende durante los primeros metros sin tocar la superficie, ya que el agua se evapora ante él. Finalmente cae en el océano y produce una potente explosión.

Cientos de millones de litros de agua se hacen espuma y hierven a causa de las elevadas temperaturas. Toda el agua en un radio de 150 kilómetros se ilumina con una luz brillante. Las profundidades del océano, que jamás han sido alcanzadas por los rayos del sol, son casi tan transparentes como el agua del fondo de una piscina. Los restos de viejos barcos hundidos se dividen en átomos debido a la potente explosión. Los monstruos marinos desconocidos y los calamares gigantes que viven en la oscuridad se asustan por la luz brillante y huyen. Finalmente, el grano de arena toca el fondo del mar y penetra en las profundidades de la corteza terrestre. Si llega al núcleo de la Tierra, lo más probable es que el planeta produzca una increíble explosión de energía. Afortunadamente, eso no va a ocurrir.

La resistencia del océano y el suelo lo frena y le quita energía. El grano genera un ligero desplazamiento de las placas tectónicas. Y aún hay más. Unas olas gigantes se extienden por todo el océano. La onda expansiva crea enormes tsunamis. Imagina que lanzas una pequeña piedra a un charco; lo mismo ocurre con el océano. Las olas gigantes se acercan a las ciudades costeras. Por suerte, la gente ya ha sido evacuada, pero el daño causado por un simple grano de arena costará cientos de billones de dólares. Las casas se destruyen, las carreteras se inundan. Momentos después, aparecen las lluvias y los huracanes.

El agua del océano vaporizada por el grano forma nubes de tormenta gigantes. El viento las arrastra hacia los continentes. Y entonces, después de los tsunamis, comienzan las lluvias prolongadas que inundan países enteros. Varios días después, las catástrofes naturales siguen presentes. La temperatura del océano Austral ha aumentado varios grados. El agua hierve en el lugar de la colisión, lo que derrite los glaciares de la Antártida. Millones de icebergs se derriten, por lo que el nivel del agua de los océanos aumenta en todo el mundo. Las costas de algunos continentes se sumergen para siempre.

Las nubes de tormenta llegan al Sahara y a otros desiertos. El desplazamiento de las placas tectónicas genera terremotos en algunos continentes. Los volcanes están despertando. El cielo se llena de ceniza volcánica, ceniza que tardará meses en asentarse. Al principio, todo esto crea condiciones difíciles para la vida en la Tierra. Las plantas y todos los demás seres vivos no reciben suficiente luz solar. La fotosíntesis de los árboles y las algas se ve interrumpida. La producción de oxígeno se detiene. Respirar se hace más difícil. El aire que ha llenado la atmósfera del planeta se agota lentamente.

Las personas se ven obligadas a adaptarse a las nuevas condiciones. Construyen ciudades en la tierra y el océano, crean plantaciones con iluminación artificial para favorecer la fotosíntesis. Afortunadamente, todos los problemas se terminan cuando la ceniza se asienta. En el interior de los volcanes fluye magma caliente que puede resultar muy útil por ser rico en elementos químicos y minerales. Los nutrientes caen al suelo junto con la ceniza, y la tierra se fertiliza muchísimo. Las plantas, los árboles, las frutas y los vegetales crecen increíblemente rápido y producen mucho oxígeno nuevo. El Sáhara está lleno de plantas, parece más un prado con flores que un desierto. En lugar de haber destruido el planeta, el grano de arena lo ha renovado.

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