Rocky, un perrito que pasó de no ser querido por nadie a ser invitado de honor en una boda
En cualquier refugio de animales podemos encontrar un montón de peluditos que, con paciencia, están esperando a que alguien les dé un nuevo hogar. Los cachorritos y los perritos más jóvenes suelen encontrar familias fácilmente, pero los abuelitos, como Rocky, lo tienen un poco más complicado. Muchos están enfermitos, bajo tratamientos o sin muchas ganas de seguir corriendo detrás de una pelota o un palo, pero eso no significa que no estén llenos de ganas de vivir y de cariño de sobra para dar y regalar.
En Genial.guru amamos a los animales y sabemos hasta qué punto pueden cambiarnos la vida, más allá de su edad o su condición física, gracias a su poderoso, infinito y desinteresado amor. Como prueba de ello, te dejamos la historia de Rocky.
¿Gruñón? Sí, pero también noble, amigable y muy cariñoso, así es Rocky
A pesar de parecer un cachorrito por su pequeño tamaño, Rocky es todo un perro sénior de trece años. A simple vista, luce como un chihuahua malhumorado, pero es un raro cruce entre carlino y pomerania, y es adorable. Cuando fue encontrado, su estado no era nada bueno, pero aun así seguía teniendo ganas de vivir aventuras. Estaba junto a una carretera, donde fue recogido y llevado a un refugio.
Por aquel entonces, pesaba la mitad de lo que debería, muy probablemente debido a que el dolor no le permitía comer: su vieja dentadura estaba totalmente podrida. Pero para alegría de todos, esos días son solo recuerdos ahora, y actualmente, Rocky, aunque ya sin dientes, tiene un estado de salud perfecto gracias a que un humano decidió brindarle una oportunidad.
“Yo Iba a buscar a otro perro, pero había un montón de gente solicitando adoptar a ese can. Sin embargo, no había nadie intentando llevarse a Rocky”
Su ahora dueño, Josh, ya tenía planes de sumar un integrante canino a su familia. De hecho, tenía un perro en particular en mente, y no era Rocky. Cuando llegó al refugio con intenciones de adoptar a ese otro peludito, descubrió al adorable ancianito e inmediatamente se enamoró de él.
Tras informarse al respecto, supo que el perro que él había ido a buscar originalmente tenía varias personas en espera que ya habían solicitado su adopción; en cambio, nadie se había interesado en adoptar al abuelito gruñón de 13 años. Así que decidió llevárselo con él, y rápidamente establecieron un vínculo muy fuerte, volviéndose inseparables.
“Cuando los conocí, del primero del que me enamoré fue de Rocky. Definitivamente quería que ese perro formara parte de mi vida”, recordó la ahora esposa de Josh
Sophia contó que Rocky estuvo presente desde el primero de sus encuentros; siempre lo estaba, y ella se enamoró perdidamente de él, incluso antes que de su humano. Como si de un triángulo amoroso se tratara, Rocky formó parte de todas las etapas de su relación, y durante sus nupcias, obviamente no podía ser menos.
Por eso, cuando Sophia y Josh empezaron a planear su boda, pensaron que Rocky, quien les había enseñado el verdadero significado del amor, también merecía ser agasajado y tener un rol especial en la ceremonia.
“A todos les encantó verlo con su lindo traje. Cuando caminaba por el pasillo, había muchas risas alegres. ¡Realmente fue la estrella del espectáculo!”
El primer gran papel que esta adorada mascota desempeñó durante la unión de sus dueños fue el de best man, cuya traducción literal al español es “mejor hombre”, pero vendría a representar a la figura del padrino de bodas.
Este papel suele ser desempeñado por los mejores amigos o los más allegados a la pareja. Y Rocky no solo disfrutó de ese cargo, sino que también fue el portador de los anillos, nada más y nada menos que quien los llevó hasta el altar para que la feliz pareja los vistiera mientras daba sus “sí, quiero”.
¡Que vivan los novios y su inseparable amigo peludo!
Una vez terminada la ceremonia, la pareja creyó que tras su magnífico trabajo y después de tantos nervios y ajetreo, el viejo Rocky querría descansar un poco, así que lo llevaron a la suite nupcial para que pudiera relajarse. Pero el canino tenía otros planes, por lo que, en cuanto pudo, aprovechó un descuido y una puerta abierta para abrirse paso hasta el convite, donde permaneció toda la noche celebrando junto a sus dueños.
Deseamos que esta peculiar familia siga siempre igual de feliz y unida, y que el pequeño Rocky siga recibiendo todo el amor y el cariño que se merece durante el resto de sus días. También esperamos que su hermosa historia motive a muchas más personas a visitar refugios de animales y a llevarse consigo a un nuevo, y siempre leal, mejor amigo.
¿Qué opinas sobre adoptar a perros mayores? ¿Los preferirías a un cachorrito u otro can más joven?