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Compramos verduras casi todos los días y prácticamente ningún plato puede prescindir de esos útiles productos. Pero ¿sabemos elegirlos? ¿Sabemos qué cebolla sirve mejor para una ensalada, o qué hay que tener en cuenta al comprar las papas para hacer puré? ¿O cuál es la diferencia entre el pimiento verde y el rojo?
Genial.guru te ofrece un pequeño recordatorio con el que podrás elegir el vegetal más delicioso y "correcto" para tu plato favorito.
Cebolla blanca (dulce). La más dulce de todas las variedades de cebollas. Usada principalmente en forma fresca para las ensaladas. La cebolla blanca es ampliamente utilizada en la cocina mexicana para hacer salsas y platos calientes. La principal desventaja de la cebolla blanca es su corta vida útil.
Cebolla amarilla. Es el tipo de cebolla más popular, adecuada para freír, hornear, cocinar el primer y el segundo plato, así como hacer la caramelización, ya que contiene una gran cantidad de azúcar. Sin embargo, para las ensaladas, es mejor usar otras variedades de cebollas, ya que el aroma fuerte de la amarilla puede opacar todos los demás sabores. Es la cebolla que los franceses eligen para su famosa sopa de cebolla.
Cebolla morada. De todas las variedades, es la que menos tiempo se puede guardar. Muchas veces se usa en forma cruda, ya que cuando se expone al calor, se torna gris. Es ideal para los sándwiches, las pizzas y las salsas livianas, ya que tiene menos amargor que la amarilla y se ve más bonita.
Chalote. A diferencia de las demás cebollas, incluso las variedades más "blandas", el chalote está completamente desprovisto de amargura por lo que, cocido, muchas veces se sirve como guarnición. En general, el chalote es universal, se usa en cualquier forma: frito, hervido, marinado y, en China, hasta se usa para hacer snacks.
Papas para freír y hornear. Para la preparación de papas fritas, papas rústicas y papas al horno, son mejores las variedades con contenido de almidón medio y alto: 15% y más. Se distinguen por la piel blanca, amarilla o marrón, y pulpa cuyo color varía de blanco a amarillo.
Papas para ensaladas. Para la preparación de ensaladas y platos en los que la papa debe mantener la forma, hay que utilizar papas jóvenes de cualquier tipo, ya que contiene poco almidón. En cuanto a las papas "normales", elige variedades con piel rojiza y carne de color similar a la cera. El contenido de almidón de este tipo de papa usualmente varía de 10 % a 15%.
Puré de papas. Las papas ideales para hacer un puré delicioso son las que contienen una gran cantidad de almidón: 20% o más. Este tipo de variedades generalmente tienen piel blanca o marrón y pulpa muy clara, casi blanca. Las mismas papas se pueden usar para las sopas puré, por ejemplo, la de guisantes o la de calabazas.
Consejo. Para determinar la cantidad de almidón de las papas, debes cortar el tubérculo por la mitad, frotar las mitades una contra otra y soltar una de ellas. Si la mitad suelta se cae, entonces la papa tiene poco almidón, y si permanece en su lugar, es un producto con un alto contenido de almidón.
¿Y tú tienes tus propias reglas para elegir las verduras perfectas? Comparte en los comentarios.