20 Veces en las que la vida de las personas pareció haber sido decidida por un plan del destino

Es probable que todos hayamos pasado por una situación similar alguna vez: ya sea porque perdimos nuestro trabajo o por otras circunstancias de la vida, nuestro dinero comienza a disminuir con la misma rapidez con que crecen las deudas. Es así como decidimos pedir prestado a un amigo o a un familiar. Se trata de una situación estresante, claro. Pero mucho más lo es que quien nos prestó el dinero, al ver que pasa el tiempo y no se lo devolvemos, tenga que pedírnoslo o recordarnos nuestra falta. Se trata de dos puntas de una situación que se repite y que derrocha, por sobre todas las cosas, incomodidad. Del lado de quien tiene que reclamar lo suyo está la protagonista de nuestra historia de hoy. Y esto le genera enojo, culpa y frustración.
¿De qué lado te ha tocado estar a ti? ¿Qué harías si estuvieras atravesando una situación similar a la de la chica de la historia? ¿Reclamarías el dinero o lo dejarías pasar?
En Genial.guru estuvimos debatiendo sobre el tema y revisamos también qué es lo que generalmente se sugiere hacer en este tipo de situaciones. Aquí te contamos algunas conclusiones a las que llegamos: