Señales para saber si un gato es adoptable o es mejor dejarlo tranquilo

Animales
hace 1 día

Todos los gatos, ya sean los salvajes, callejeros o los que están acurrucados en tu sofá, pertenecen a la misma especie: gato doméstico. Pero eso no significa que se comporten de la misma manera. La forma en que un gato vive e interactúa con las personas influye mucho en su comportamiento y en cómo debe ser tratado.

Saber distinguir entre un gato callejero y uno salvaje es muy importante. Esto te puede ayudar a saber cómo interactuar con él ¡o incluso si quiere tu ayuda!

El comportamiento de un gato dependerá en gran medida de su nivel de socialización

La forma en que un gato crece y se relaciona con las personas influye mucho en su comportamiento, personalidad e incluso en la manera en que debe ser tratado.

Tomemos como ejemplo a los gatos callejeros y a los salvajes. A primera vista pueden parecer similares, pero en realidad son muy distintos. Un gato callejero es, por lo general, un gato que alguna vez tuvo un hogar, pero que se perdió o fue abandonado. Estos gatos suelen conservar cierto grado de confianza en las personas e incluso pueden adaptarse a vivir nuevamente en una casa.

En cambio, los gatos salvajes son completamente silvestres. Nacieron en la calle sin contacto humano, o han pasado tanto tiempo solos que ven a las personas como una amenaza. A diferencia de los callejeros, los gatos salvajes no quieren que los acaricien ni ser adoptados, ellos son más felices viviendo libres al aire libre.

Cuando decimos que un gato está “socializado”, nos referimos a que se siente cómodo con las personas y disfruta de su compañía

Socializar a un gato significa acostumbrarlo al contacto humano, a vivir en una casa y a todos los sonidos, olores y experiencias que implica estar cerca de personas. Es un proceso que no ocurre de un día para otro: requiere paciencia, tiempo y mucho cariño por parte de quienes lo cuidan.

Los gatitos se socializan cuando se les acaricia, se les habla y se juega con ellos de forma regular desde que son pequeños. Si no tienen esta interacción temprana, tienden a crecer desconfiando de las personas y puede que nunca lleguen a sentirse cómodos en un hogar.

Por eso es tan importante que los gatitos se acostumbren al contacto humano desde temprano: que se dejen cargar y acariciar, que conozcan a distintas personas e incluso convivan con otros animales. Cuantas más experiencias positivas tengan en sus primeros meses de vida, más probabilidades hay de que se conviertan en gatos amigables y bien adaptados a la vida en un hogar.

Esta es la diferencia clave entre un gato callejero y un gato salvaje

Los gatos domésticos o de compañía están completamente socializados con las personas: están acostumbrados a la interacción humana y disfrutan estar con sus dueños. Los gatos callejeros también estuvieron socializados en algún momento de su vida, pero al haber estado solos por un tiempo, pueden mostrarse cautelosos con las personas, especialmente si llevan mucho tiempo sin un hogar.

Los gatos salvajes, en cambio, son otra historia. No están socializados con los humanos en absoluto. Aunque forman fuertes vínculos con otros gatos de su colonia y tienen su propia estructura social, no tienen ese mismo lazo con las personas. Para ellos, los humanos son más una amenaza que un amigo, y prefieren mantenerse alejados.

  • Gatos callejeros: alguna vez fueron sociales, ahora están perdidos

Un gato callejero alguna vez tuvo un hogar, pero lo perdió ya sea porque fue abandonado o porque se extravió. Al no tener contacto humano, puede volverse desconfiado y, con el tiempo, empezar a comportarse como un gato salvaje. Algunos todavía permiten que los toquen, pero si pasan mucho tiempo solos, se vuelven más distantes.

¿La buena noticia? Con paciencia, un gato callejero puede volver a adaptarse a la vida en el interior. Eso sí, necesitará tiempo para sentirse seguro y volver a confiar en las personas.

  • Gatos salvajes: salvajes de corazón

Un gato salvaje no está socializado en absoluto: nunca ha interactuado con humanos o perdió ese vínculo con el tiempo. Teme a las personas y prefiere vivir al aire libre. Es muy poco probable que llegue a convertirse en una mascota.

Los gatitos nacidos de gatos salvajes pueden ser socializados si se trabaja con ellos desde pequeños, pero después de los cuatro meses de edad, el proceso es muy difícil y, en la mayoría de los casos, no tiene éxito.

Cómo distinguir a un gato callejero de uno salvaje cuando los ves en la calle

Dado que atrapar a un gato puede ser una experiencia estresante y dificultar la evaluación de su nivel de socialización, lo mejor es observarlo primero en su entorno natural. Usa las siguientes pautas para tener una mejor idea de su comportamiento:

  • Socialización con humanos:

Callejero: Puede acercarse a personas, casas, porches o autos.

Salvaje: Evita a las personas y suele esconderse para no ser visto.

  • Socialización con otros gatos:

Callejero: Es más probable que viva solo y no forme parte de un grupo.

Salvaje: Suele formar parte de una colonia junto con otros gatos salvajes.

Observa con atención su comportamiento: te dirá mucho

Movimiento:

  • Callejero: Se mueve como un gato doméstico: con la cola levantada y caminando con seguridad. Puede mantener contacto visual o incluso parpadear contigo.
  • Salvaje: Se desplaza agachado o reptando, permanece cerca del suelo y mantiene la cola pegada al cuerpo como protección. Rara vez hace contacto visual.

Vocalización:

  • Callejero: Es probable que maúlle, “te hable” o responda a tu voz.
  • Salvaje: No suele maullar, ni pedir atención, ni ronronear.

Horario de actividad:

  • Callejero: Está activo principalmente durante el día, por lo que es más fácil verlo.
  • Salvaje: Es más nocturno, aunque ocasionalmente puede verse durante el día.

Apariencia física:

  • Callejero: Puede lucir descuidado, sucio o desaliñado; normalmente no tiene la punta de la oreja recortada.
  • Salvaje: Suele tener el pelaje limpio, especialmente si ha sido esterilizado (puede tener la punta de la oreja recortada). Los machos pueden tener la cabeza más grande, cuerpo musculoso y cicatrices. También pueden presentar signos como cola grasosa o exceso de sebo. Los machos salvajes suelen tener el cuello más grueso y más problemas de higiene por los altos niveles de testosterona.

Gatos callejeros y salvajes: diferente relación con el contacto y la relajación

Barreras al contacto físico:

  • Callejero: Puede permitir caricias con el tiempo, o al menos tolerar que lo toquen suavemente.
  • Salvaje: No permite ningún tipo de contacto, ni siquiera por parte de alguien que lo alimente con frecuencia, y evitará cualquier acercamiento.

Nivel de relajación:

  • Callejero: Puede relajarse con el tiempo, especialmente si recibe interacciones suaves y constantes.
  • Salvaje: Se mantiene siempre tenso, sin socializar, y evita el contacto humano.

Capacidad de respuesta:

  • Callejero: Puede acercarse a juguetes o comida, e incluso reaccionar a sonidos familiares del hogar, como el crujido de una bolsa de croquetas.
  • Salvaje: Ignora juguetes, comida y sonidos domésticos. No muestra interés ni los reconoce.

Miedo y ansiedad:

  • Callejero: Puede bufar o gruñir para expresar miedo o incomodidad.
  • Salvaje: Se vuelve agresivo si se siente amenazado o acorralado, mostrando señales como orejas hacia atrás y pupilas dilatadas.

Y aquí tienes 10 razas de gatos ideales para personas mayores.

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