Si encuentras esto en tu buzón, no lo toques

Curiosidades
hace 1 año

Abres el buzón y ves una hoja para secadora. No cumple ninguna función ahí dentro, así que la sacas, ¿cierto? Equivocado. Déjala ahí: le harás un gran favor a tu cartero. Este es el motivo. Tal vez pienses que los perros son las únicas criaturas que traen problemas a los carteros mientras reparten cartas. Y con razón: más de 5800 trabajadores postales de los Estados Unidos han tenido encuentros desagradables con perros en 2020. Pero no son el único inconveniente para los carteros que solo intentan llegar a salvo a casa. Los empleados del correo suelen dejar estas hojas para secadora en los buzones para protegerse de las avispas. Tal vez suene extraño, pero hasta una persona promedio puede esperar que una avispa la pique unas cinco veces en su vida. Y es mucho más probable que ser mordido por un perro.

¿Por qué la hoja para la secadora mantiene a las avispas lejos? Es muy sencillo: las avispas no pueden soportar su olor. Es demasiado intenso para ellas, así que intentan evitar estas hojas. Tiene sentido, ya que las hojas para secadora están pensadas para refrescar nuestra ropa y hacer que huela bien; es de esperar que tengan un olor fuerte. Además, solo se trata de una molestia menor en la vida de una avispa. Y eso es bueno, porque no tienen tiempo para preocupaciones adicionales. En promedio, las avispas tienen una vida extremadamente corta. La mayoría no vive más de 22 días. Por supuesto, esto no aplica para la reina, que a veces vive hasta un año entero. ¡Pero, aun así, es bueno que, mientras el resto esté entre nosotros, no tengan que preocuparse por volar hacia una hoja para secadora adonde sea que vayan!

Con una vida tan corta, es curioso que las avispas probablemente tengan más contacto con los carteros, que intentan evitarlas, que con su tan adorada reina. Esto se debe a que sus 22 días de vida se centran en el trabajo. Cada una tiene su trabajo individual, que siempre gira en torno a la construcción de un nido adecuado para asegurar la protección de la reina. En este nido, hay dos tipos diferentes de avispas. Los zánganos, que son los machos, y las obreras, que son las hembras. Estas últimas son criaturas extremadamente diligentes. Las avispas obreras comienzan su vida ayudando a alimentar a las larvas en desarrollo. La larva es un insecto inmaduro, recién salido de un huevo, que aún no ha alcanzado su forma adulta. Esta etapa de la vida de la avispa obrera suele durar de tres a cuatro días. Después, comienzan a realizar tareas que implican salir del nido, como recoger agua o traer material de madera, que utilizan para crear los nidos.

El agua que traen es escupida por las avispas obreras y utilizada para ampliar la entrada. El agua se mezcla con el material que hay que retirar y forma fragmentos que luego se llevan fuera del nido. Después, la obrera llega a una etapa donde se centra en la construcción del nido, antes de asumir el papel de recolectora de alimentos. Las avispas obtienen la energía del néctar o la melaza, y las proteínas de los insectos o los animales. Hablando de la naturaleza desinteresada de las avispas obreras, ni siquiera tienen las enzimas necesarias en su cuerpo para comer la mayor parte de los alimentos que recolectan. Esto significa que una buena parte de la comida que traen va a parar a las avispas no desarrolladas, o sea, a las larvas que mencioné antes.

Por suerte, las avispas obreras obtienen una especie de recompensa por su diligencia. De la comida que digieren las larvas, pueden obtener una sustancia cremosa que parece una sopa. Esta sustancia contiene todo el sustento que las obreras necesitan para seguir realizando sus tareas. Este tipo de intercambio de alimentos se conoce como alimentación por trofalaxis, y es una parte clave del contacto social entre las obreras y las crías en desarrollo. En la mayoría de los viajes de búsqueda de alimento, las avispas obreras se alejan hasta 300 metros del nido. Pero las investigaciones han demostrado que algunos viajes se prolongan más de 800 metros. Las avispas obreras incluso se siguen unas a otras hasta las fuentes de alimento conocidas. Las obreras terminan su vida dentro del nido, pero no se relajan y disfrutan de su retiro. En lugar de eso, asumen su última función: vigilar la entrada.

Entonces, ¿qué diferencias hay entre la vida de una avispa obrera hembra y la de un zángano macho? Bueno, en comparación, y a pesar de su mayor tamaño, las versiones masculinas son bastante perezosas. En promedio, los zánganos miden más de 1,25 centímetros, mientras que las avispas obreras suelen ser medir menos. Además, los zánganos tienen colores más brillantes y unas largas antenas caídas, y no son capaces de picar. La reina es más grande que los dos, y es la que más se acerca a los 2,5 centímetros de longitud. ¿Por qué sugiero que los zánganos son más perezosos? Bueno, mientras las obreras están afuera recogiendo madera, agua o comida, a menudo podemos hallar a los zánganos en el nido, metiendo sus cabezas en celdas vacías, con solo sus colas visibles. ¿Hacen algo que añada valor? En realidad, no: es más probable que solo estén durmiendo una siesta.

Cuando no están descansando los ojos, son famosas por ayudar a distribuir la comida a las larvas, yendo de celda en celda y metiendo la comida en sus bocas abiertas. Los zánganos también intentan moverse y ser activos de otras maneras. Lo cual, en un sentido literal, no sería difícil de hacer, ya que la mayoría de los zánganos y las obreras pesan entre 10 y 19 miligramos. También se encargan de llevar y eliminar la basura que pueda acumularse en el interior del nido. Estos nidos donde conviven la reina, los zánganos y las obreras suelen durar entre tres y cuatro meses. Se deshacen durante el invierno, cuando las nuevas reinas se van volando para hibernar. El resto de las avispas y el nido luchan por sobrevivir a las frías condiciones invernales, al igual que las nuevas reinas. Las investigaciones demuestran que solo dos de cada 4500 reinas logran superar el período de hibernación.

Esto no se debe únicamente al clima frío. Las avispas reina encuentran lugares oscuros y secos para hibernar, como una grieta en la pared del interior de una casa. Meten sus antenas entre las patas y muerden cualquier superficie que tengan cerca para agarrarse con fuerza. Esto las hace extremadamente vulnerables a otros insectos, como las arañas. Pero las afortunadas reinas que disfrutan de un descanso completo durante el período de hibernación suelen resucitar en primavera y comienzan a construir un nuevo nido. La reina vuela hasta 75 kilómetros para encontrar un lugar cálido, seco y perfecto. A menudo, los áticos y los tejados cumplen con estos requisitos. La reina producirá entonces nuevas obreras y zánganos, ¡y el ciclo de vida de las avispas continúa!

Si encuentras un nido de avispas, lo mejor es dejarlo en paz. No siempre puedes saber qué tipo de reacción tendrás ante una picadura de estos animales. ¿Y quién dice que solo te picará una? Un nido promedio puede albergar hasta 10 000 avispas durante el pico del verano. Lo mejor es dejarlo en manos de los servicios del control de plagas. Pero ¿qué precauciones puedes tomar para evitar cualquier encuentro desafortunado con ellas? Debemos darles las gracias a los carteros por presentarnos las ventajas de las hojas para secadora. ¿Qué más podemos hacer? Puedes comenzar por no dejar comida tirada. Esto es lo más atractivo para las avispas, ya sean alimentos llenos de proteínas, como el pollo, o dulces, como los helados. ¡Asegúrate de lavar los platos, tapar la comida que guardes para más tarde y retirar las sobras en cuanto termines de comer!

Mientras que las avispas odian el olor de las hojas para secadora, otras cosas, como las flores y las frutas, resultan muy atractivas para su olfato. Presta atención a cualquier perfume, loción o producto para el cabello que uses: ¡las avispas podrían confundirlos con néctar mientras buscan comida! También puedes ser más práctico en tu estrategia defensiva contra las avispas. Puedes usar la ropa a tu favor. Usa mangas largas y pantalones. Evita las sandalias. Puedes alejarte de la atención innecesaria de cualquier avispa cercana llevando ropa roja, ya que es el único color del arcoíris que no detectan. Y lo más importante (y sé que es más fácil decirlo que hacerlo, así que no te enfades conmigo por decirlo): ¡mantén la calma! Las investigaciones han demostrado que agitar las manos, entrar en pánico y crear un alboroto cuando una avispa se acerca aumenta las posibilidades de que te piquen. Espero que esto te ayude a protegerte cuando estés cerca de las avispas. ¡Mientras tanto, sigue ayudando a nuestros carteros geniales y deja esas hojas para secadora donde están!

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