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Lograr un buen descanso puede ser un verdadero desafío. A veces, a pesar de tener la cama ideal, la luz y temperatura perfectas, uno puede despertarse sintiéndose exhausto y somnoliento. Sin duda, los problemas de sueño tienen un impacto negativo en el bienestar general. Aunque hay muchas razones posibles para que surjan, la ciencia ha descubierto una nueva explicación.
Dormir bien es fundamental. Sin embargo, existe un trastorno que convierte el descanso en una batalla nocturna. Hablamos de la apnea del sueño, una condición que afecta a muchísimas personas, sepan o no que la padecen. Provocando ronquidos estruendosos y pausas en la respiración. La forma más común es la apnea obstructiva del sueño, donde las vías respiratorias se bloquean total o parcialmente al dormir.
Las consecuencias van mucho más allá de una noche agitada: desde constantes despertares y sensación de ahogo, hasta una fatiga abrumadora al día siguiente, dolores de cabeza persistentes, cambios de humor e incluso disfunción sexual. Sin embargo, recientes estudios descubrieron una razón curiosa y frecuentemente pasada por alto detrás de este trastorno: La lengua.
Al parecer, el inconveniente puede hallarse tanto en el tamaño como en la posición de la lengua.
Un estudio en personas con alta masa corporal reveló que el tamaño y posición de la lengua son cruciales para la obstrucción de la garganta durante el sueño. Una lengua grande o con grasa acumulada en su parte posterior aumenta la probabilidad de que el tejido blando obstruya las vías respiratorias. Esto es particularmente relevante en quienes tienen mayor masa corporal.
Además, la posición de la lengua durante el sueño también juega un papel fundamental. La postura ideal es con la lengua descansando contra el paladar, con la punta justo detrás de los dientes frontales. De esta forma, los músculos de la boca y la garganta pueden relajarse de forma natural, dejando las vías respiratorias despejadas.
No obstante, una postura lingual incorrecta intensifica las dificultades respiratorias. Si la lengua se desliza hacia la garganta mientras duermes, puede obstruir total o parcialmente las vías respiratorias, desencadenando las interrupciones propias de la apnea del sueño. Señales como la respiración bucal crónica, los ronquidos, la sequedad de boca al despertar o la dificultad para tragar podrían indicar una postura lingual inadecuada durante el sueño.
Por eso, si la lengua está causando problemas en el sueño, es vital empezar por incorporar hábitos saludables y una buena higiene del sueño. Esto implica acostumbrarse a dormir de lado, asegurarse de que no haya obstrucción nasal, evitar las sustancias psicoactivas y considerar la pérdida de peso si es un factor.
Además, mejorar la postura de la lengua puede tener un impacto significativo en la calidad del sueño y reducir los síntomas de la apnea. Hasta existen técnicas para entrenar la lengua y mantenerla en la posición correcta:
¿Cuál es tu mejor tip para lograr una buena noche de descanso?