Solo quería unas vacaciones en familia, pero terminé planeando algo diferente

Cuando el mundo laboral se pone por delante de nuestra vida personal, nuestras relaciones, familias, etc., podemos estar cayendo en un tremendo error que, posteriormente, podría costarnos caro. Establecer prioridades y, hacerlo teniendo en mente el valor real de las personas, las cosas o las situaciones, así como hacerlo con perspectiva, resulta fundamental para evitar equivocarnos.

Mi esposo y yo llevamos casados más de 4 años. Nuestro hijo tiene 3 y nuestra hija tiene 16 meses. Mi esposo tiene una agenda apretada, por su trabajo y su negocio después de eso, incluso los sábados (y a veces, si estoy de acuerdo, los domingos)

Habíamos planeado ir a España a finales de diciembre por un par de semanas. Ya sabes, compramos boletos, reservamos hotel, hablamos de cómo pasaríamos nuestras dos semanas allá. El fin de semana pasado me preguntó si podíamos posponer nuestro viaje para finales de junio. O sea, ¡seis meses después de cuando se supone que vamos a ir! Le dije que no, que era muy injusto que me saliera con esto a última hora. Me pidió que entendiera que su negocio requería que cambiara sus planes de repente, que era importante, que él también estaba esperando este tiempo libre tanto como yo.

Esta no es la primera vez que esto es un problema. Sus horarios de trabajo han sido un problema en los últimos 2 o 3 años. Había hecho cambios y organizado mejor sus horarios y su trabajo también se había vuelto desde casa, así que habíamos encontrado un equilibrio con el que yo podía estar bien. Pero sus horarios de trabajo volvieron a invadir nuestro tiempo familiar, y lo ascendieron a un puesto de gerente en su trabajo de día, así que ahora también iba a trabajar algunos días.

Le conté que había estado esperando esto por tanto tiempo y contando los días para nuestras vacaciones. Le dije que me iría sin importar si él quería venir o no, y si no quiere venir, podemos obtener un reembolso y mi mejor amiga puede ir en su lugar.

Ayer le pregunté de nuevo cuál era su plan. Trató de mostrarme mensajes de sus clientes para demostrar lo ocupado que estaba durante ese período, le dije que no me importaba. Me dio su palabra. Según él, estoy siendo irrazonable. Quería saber si soy la mala de la película. Además, ni siquiera sé si es logísticamente factible y no quiero que llegue a eso, pero ¿sería la mala si realmente me fuera de vacaciones y me llevara a mi mejor amiga?

Consejos de otros usuarios:

• A menos que tus boletos de avión sean reembolsables, posponerlo sería caro. No puedes transferir los boletos a otra persona, así que tu amiga tendrá que comprarse un boleto ella misma.
  Aparte de eso, son dos semanas de vacaciones para que te relajes un poco con los niños. Es mejor que estar en casa echando humo por unas vacaciones perdidas. Personalmente, creo que ÉL es el que está siendo irracional. No hay ninguna razón para que te quedes en casa, ¿o sí? Está molesto porque se lo va a perder, así que si él no puede ir, tú tampoco. Eso es egoísta de su parte. © Ordinary-Audience363 / Reddit
• ¿Cómo se va a sentir cuando los dos chamacos ya estén grandes y él siguió posponiendo el tiempo con ellos? ¿Cuándo se pierda partidos y recuerdos importantes? ¿Cuándo dejen de llamarlo porque de todas formas nunca estaba?
  Ningún trabajo que valga la pena siquiera permitiría que tuvieras que estar reprogramando unas VACACIONES que ya tenías planeadas DESDE HACE MUCHO TIEMPO. © Archivist-exe / Reddit

¿Qué dicen los expertos?

En el estudio Conflictos entre el trabajo y la familia y la calidad de la relación de pareja: un estudio meta-analítico, reconoce que el conflicto entre trabajo y familia (work-family conflict) es un factor clave de tensión matrimonial. No solamente se genera frustración, sino que además se va desgastando la confianza en la relación, cuando se cancelan o posponen repetidamente acontecimientos familiares significativos. Cumplir con los compromisos es la base de la confianza. Esto puede ser visto como una falta de prioridad y respeto hacia el tiempo y las emociones de la esposa, lo cual provoca un fuerte sentimiento de injusticia.

Es probable que la esposa esté enfrentando además la carga mental de la vida en familia. La psicóloga María Bernardo, afirma que si uno de los cónyuges está ausente o tiene mucho trabajo, el otro toma la mayor parte de la responsabilidad que no se ve, como la planificación, la logística y el manejo emocional del hogar. La respuesta de la esposa no es ilógica. Es una expresión de su agotamiento como madre y la necesidad apremiante, de descanso y apoyo.

Desde el punto de vista de la terapia, la advertencia de la mujer de marcharse con otra persona es un intento afligido por instaurar un límite inquebrantable y restablecer el equilibrio del poder en la relación. Cuando la comunicación verbal no funciona y uno de los cónyuges pone siempre por delante sus responsabilidades laborales, en detrimento de los acuerdos de pareja y del tiempo con la familia, el otro miembro siente que su única alternativa es recurrir a medidas drásticas.

¿Por qué piensas que fundamental priorizar a la familia o al trabajo? ¿Crees que la conciliación de la vida familiar y laboral, realmente existe?

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