Tiré el almuerzo de una niña de 6 años después de que ella le robara la lonchera a mi hijo

La amiga de una esposa visitó a una pareja casada. Todo transcurría con normalidad hasta que surgió un pequeño conflicto, algo que muchas personas en el pasado no habrían dado importancia. Al menos, muchos de nuestros padres no lo consideraban relevante y nos ordenaban obedecer sin cuestionar, pero la generación de 30 años tiene perspectivas totalmente diferentes.
El protagonista de esta historia relató: “Estaba conversando con la amiga de mi esposa durante la cena. Ella intentó abrazar a mi hijo de 7 años, pero él había tenido un mal día y rechazó el abrazo. Ella insistió, pero él se mantuvo firme.
Entonces, ella me miró. Le expliqué que un compañero de clase se había peleado con él, sugiriendo que quizás más tarde sería mejor”.
La mujer no se quedó satisfecha con la respuesta y dijo: “¿Realmente vas a dejar que actúe de esa manera?” El padre explicó que está enseñando a su hijo a definir y respetar sus propios límites, y que no lo forzaría a traspasarlos por nadie. Ella se rio y dijo que tenía suerte de no ser su hijo porque corregiría ese comportamiento rápidamente.
Frente a tal actitud, el padre tomó la decisión de pedirle a la mujer que abandonara su hogar. “No puedo permitir que vean a mi hijo como si fuera una mascota y no una persona”. Ella se retiró molesta, y la esposa, sintiéndose en medio del conflicto, temía haber causado una ruptura en su amistad.
En efecto, la esposa se sintió en medio de un dilema: por un lado, compartía clases de yoga con su amiga, y por otro, compartía la opinión de su esposo. Poco después, le confesó que probablemente habría actuado de la misma manera de haber estado en la misma situación.
El padre del niño llegó a cuestionarse si había tomado la decisión correcta al echar de casa a su visita y buscó opiniones en Internet. Para su sorpresa, todos apoyaron su determinación de proteger a su hijo.
Existen numerosas historias sobre personas que, al sentir que hicieron algo inapropiado, encontraron el apoyo inesperado de otros. Aquí, por ejemplo, está la historia de una chica que se negó a ceder su asiento en un avión a una mujer con un niño.