Una mano gigante se extiende 150 años luz a través del espacio
Hay una gigantesca mano fantasmal que se extiende por el espacio. Sus espeluznantes dedos se acercan a una roja nube brillante que luce como lava espacial fundida. Aunque parece una escena sacada de una película de ciencia ficción, es 100 % real.
La mano se formó después de que una enorme estrella colapsara en una explosión de supernova. El estallido creó una nueva que está repleta de energía. La cantidad desprendida por la estrella es tan grande que hizo que los restos de la explosión se arremolinaran a su alrededor. Esto es lo que creó la mano de aspecto sobrenatural.
La mano es tan grande que se extiende a la enorme cantidad de 150 años luz. En cuanto a la estructura similar a la lava que está alcanzando, no es más que una enorme nube de gas. Así que, aunque parezca espeluznante, es completamente inofensiva, y puedes irte a dormir esta noche sin preocuparte de que una gigantesca mano fantasmal del espacio te saque de la cama.
Hay una extraña estrella escondida en las profundidades del espacio que parece encenderse y apagarse aleatoriamente. Se la conoce como la estrella Tabby, y su luz se atenúa a intervalos muy irregulares y durante períodos extraños.
Ha habido muchas teorías sobre la causa de esto, desde lluvias de meteoritos hasta interferencias del espacio exterior.
La idea de la lluvia de cometas fue rápidamente desmentida. El polvo de los cometas, que bloquearía la luz, desaparece después de un par de meses. La estrella Tabby se desvanece lentamente a lo largo de décadas, así que el ritmo simplemente no concuerda.
Tampoco puede deberse a los planetas, ya que ninguno es lo suficientemente grande como para bloquear tanta luz de una estrella.
Tras años de especulaciones, los científicos han encontrado por fin una explicación a este extraño fenómeno. El oscurecimiento y el brillo son el resultado del polvo espacial. Un anillo de este rodea la estrella, que a menudo bloquea temporalmente su luz.
En el día 8 de su misión en 2019, el róver lunar de China descubrió algo extraño en el lado más lejano de nuestro satélite que llamó la atención del mundo entero.
Mientras navegaba por un camino alrededor de un montón de cráteres lunares, divisó algo realmente extraño que acechaba dentro de uno de los agujeros de la luna. Se trataba de una sustancia coloreada como gel que nunca habíamos encontrado antes. El curioso material era de un intenso color verde oscuro y brillaba como los diamantes.
Tras un año de análisis de la sustancia extraña, que medía 50 por 15 cm, los científicos finalmente llegaron a una conclusión. El efecto de brillo parece provenir del vidrio. En el espacio, suele aparecer como resultado de fusiones por impacto lunar.
Esto significa que lo más probable es que proceda de un cometa o de una roca que haya chocado con la luna y se haya fundido al impactar.
Pero aunque es probable que la extraña sustancia sea solo roca fundida, los científicos no están seguros al 100 %. Esto se debe a que las imágenes fueron capturadas en malas condiciones de iluminación, y hubo un montón de otros factores que afectaron negativamente a la calidad de las imágenes. ¡El jurado aún no ha decidido!
Hay un enorme pepino espacial flotando por la galaxia, y nadie sabe realmente de dónde viene o por qué está ahí. Está bien, no es exactamente un pepino. O un pepinillo. Es más bien una roca superalargada. Los científicos creen que puede medir 1 km, pero solo tiene 165 m de ancho.
Se desplaza tan rápido que es imposible que esté ligado a la gravedad de nuestro sol, lo que significa que el extraño objeto se formó en algún lugar fuera de nuestro sistema solar.
Ni siquiera sabemos cuánto tiempo lleva vagando por el espacio. Se estima que entró en nuestro sistema solar durante la época victoriana, pero quién sabe por dónde haya viajado antes de eso.
Durante años nos han dicho que hay 8 planetas en nuestro sistema solar, 9 si contamos a Plutón, que fue expulsado del club hace algunos años, pero todo eso podría estar a punto de cambiar.
Puede haber un enorme mundo secreto al acecho en nuestro sistema, al que los científicos llaman Planeta 9.
Este planeta aún no descubierto podría estar más allá de Neptuno. Hay grupos de órbitas aparentemente inexplicables ahí, y este noveno planeta oculto podría explicar esto.
El planeta, si existe, tendría 10 veces el tamaño de la Tierra, tardaría al menos 10 000 años en orbitar el sol y se situaría más de 200 veces más lejos que nuestro planeta. Por eso ha sido tan complicado identificarlo, ya que es casi imposible de fotografiar.
En 2019, se ha buscado en el 30 % de la zona en la que es probable que se encuentre el planeta. Se necesitarán al menos otros dos años para cubrir el área restante. Mientras tanto, estaremos esperando en el borde de nuestros asientos. Eh... no.
Extrañas ondas de radio están llegando a la Tierra, y los científicos están desconcertados. Estas rápidas ráfagas de radio son repentinas, inexplicables y duran apenas milisegundos.
Las primeras señales extrañas se captaron en 2007 y los científicos se han estado rascando la cabeza desde entonces.
Parece que proceden del exterior de la Vía Láctea, a millones de años luz de distancia. Para que las captemos desde tan lejos, ¡deben estar emitiendo más energía en una fracción de segundo que el sol en 80 años!
La mayoría de estas señales solo se producían una vez, lo que habría facilitado su identificación, hasta que todo cambió en 2017.
En agosto, se captó una señal que se repitió 93 veces, lo que descartó la especulación de que las señales fueran causadas por eventos únicos y aleatorios.
Hasta el día de hoy, seguimos sin saber qué las provoca...
Ya en 2014, la NASA captó una sorprendente imagen del sol que mostró que a este quizá le gustaba jugar a disfrazarse. Una brillante tormenta de campos magnéticos hizo que la estrella luciera como una calabaza de Halloween en llamas.
Lo más extraño es que la imagen fue capturada el 8 de octubre. Fue posible gracias a algo llamado “regiones activas”. Son básicamente áreas del sol que tienen mayores niveles de luz y energía.
Esto es lo que da el aspecto “flamígero” a las imágenes. La luz forma dos ojos, una nariz y una boca dentada y sonriente. Afortunadamente, este aspecto fue solo una coincidencia, y no hay un gigante aficionado a tallar calabazas acechando en las profundidades del espacio. Quiero saber: ¿es esto un dulce o truco?
Los aficionados al espacio vieron lo que parecía ser una cuchara en la superficie de Marte. Estaba cubierta a medias de polvo.
Lo notaron luego de que se publicaran las imágenes de un róver. Por muy espeluznante que pueda parecer el sospechoso cubierto, solo fue un truco de la luz.
La cuchara no es más que una roca común y corriente, aunque con una forma ligeramente extraña. El juego de sombras en la foto hizo que el objeto pareciera aún más una cuchara. Tal vez haya un plato cercano con el que la cuchara huyó...
Un globo ocular cósmico flotando en algún lugar de las estrellas no es un ojo de tamaño normal. ¡Mide unos increíbles 1060 km de diámetro!
Una de las lunas de Saturno, Tetis, se ha convertido en una celebridad para los aficionados al espacio. Este satélite esférico tiene un gran cráter que lo hace parecer un gigantesco globo ocular interplanetario.
Incluso hay un conjunto de picos dentro del cráter que lucen como un iris.
Saturno tiene un grupo de 60 lunas en total, y Tetis no es la única que luce como un objeto terrestre cualquiera.
Prometeo parece una papa, Atlas se asemeja a un pan pita recién servido en un restaurante griego, ¡y Mimas incluso luce como la nave espacial de algún villano!
Y luego está esto: ¡hay un ojo de gato gigante en medio del espacio!
Su nombre oficial es NGC 6543, pero es largo y algo aburrido, así que la mayoría de la gente lo llama nebulosa Ojo de gato.
¡Y es una de las primeras nebulosas en haber sido descubiertas!
Al igual que otras nebulosas, se formó por una estrella que perdió su capa de gas externa. Esta se desprendió y produjo la sorprendente e intrigante estructura.
La estrella dispara esta capa de gas cada 1500 años. Cada vez que lo hace, crea una nueva y espectacular capa de polvo. Oye, no me hagas hablar del gas.