Una mujer no dudó en lanzarse al agua congelada para rescatar a su perro atrapado en ella

Historias
hace 10 meses

Cuidar de una mascota conlleva una gran responsabilidad. Eso lo saben muchos, pero son muy pocos los que realmente dan la vida por ello. Tal es el caso de una mujer llamada Jennie Tatum quien, sin pensarlo dos veces, salvó a su perro atrapado bajo el hielo. Su audaz gesto fue registrado en una cámara de seguridad y todo el mundo la admiró por su heroico momento.

Jennie Tatum pasaba un día apacible en su casa, mirando cómo sus dos perros se lo pasaban en grande en el jardín, saltando y jugando. De pronto, uno de ellos, Sid, se deslizó y cayó a la piscina, que estaba tapada por una lámina de hielo debido a la gélida temperatura.

Afortunadamente, Jennie se dio cuenta al instante de la circunstancia y fue a socorrer a su animal. “Sabía que se había caído”, dijo Jenny, quien tenía instalada cámaras de seguridad en casa. “Así es que salí y miré desde arriba”.

La mujer contó: “creía que estaría buceando bajo el hielo buscando una salida, así que lo primero que hice fue despejar todo el espacio que pude”. Pero el hielo era tan grueso que no podía ver a su mascota, así que salió de la piscina para observar desde afuera y, al fin, vio una mancha marrón en el interior del agua.

Jennie no lo pensó ni un segundo y se lanzó de nuevo al agua gélida, buscando desesperadamente a su perro, que había caído al fondo de la piscina. La mujer lo agarró con fuerza y, con un enorme esfuerzo, logró sacarlo del agua. “Pesa más de 22 kilo y medio. Todo lo que pensaba era que necesitaba meterlo en casa y calentarlo”.

El perro no se movía ni respiraba. Jennie entró en pánico y lo llevó a la casa, donde lo puso al lado de la chimenea para calentarlo. De repente, Sid empezó a toser y a jadear, como si volviera a la vida. Jennie se alegró mucho, pero vio que tenía la lengua y las encías moradas por el frío.

Recordó que su vecino era veterinario y le llamó por teléfono para pedirle ayuda. El vecino le dijo que lo trajera a su clínica cuanto antes, porque Sid necesitaba oxígeno para recuperarse. Al cabo de 36 horas de internación, el veterinario llamó a Jennie para decirle que Sid estaba listo para irse a casa.

Tras estar un par de semanas con antibióticos, logró librarse de la neumonía y ahora puede gozar de la vida de nuevo. Le fascina estar con su familia y jugar con su colega peludo en el jardín, pero siempre está lejos de la piscina. Sid tiene claro que el agua no va con él.

Imagen de portada sid_the_pittie / Instagram

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