Vitalidad a los 80: el hobby que cambió su cuerpo, su ánimo y su vida

La idea de que la vitalidad se reduce con el paso de los años puede ser una idea extendida, pero parece haber una forma de romper esa regla a través del ritmo y la constancia. Si se asume un pasatiempo que sea a la vez retador y divertido, la década de los ochenta años de vida puede señalar el inicio de un cambio a nivel físico y mental. Esta es la evidencia de que nunca es demasiado tarde para abrazar una pasión que redefine lo que significa ser vital a los 80.

El hobby que cambió su vida

Carol Klenfner ha desmentido, con cada golpe de raqueta, el mito de que la disminución cognitiva y motora es inevitable. A los 69 años, Carol descubrió que el ping-pong (tenis de mesa) era la actividad ideal para competir y revitalizar su vida. A lo largo de gran parte de su vida adulta había estado alejada del deporte, debido a una lesión en la cadera que había tenido hace tiempo. Después de más de diez años en el deporte, y con más de 50 medallas obtenidas a nivel nacional, ella le atribuye a la actividad física su admirable agudeza mental y su bienestar físico en los 80.

La modificación de los reflejos

Lo que le ocurrió a Carol no fue un cambio progresivo, sino uno inesperado. Después de unos meses de jugar de manera constante, se dio cuenta de que sus reflejos eran mucho más veloces que en su recuerdo, una mejora crucial que contradice los patrones comunes del envejecimiento.

En el tenis de mesa, se requiere tomar decisiones extremadamente rápidas. Es necesario medir el impacto, la velocidad y la trayectoria de la bola en milisegundos. Esta demanda continua mejora la coordinación entre los ojos y las manos y la función ejecutiva, al fortalecer las conexiones neuronales. Lo verifica Carol en su vida diaria: su mano “captura algo antes de que se registre en su mente”.

La persistencia de Carol, que engloba ejercicios diarios para estirar y fortalecer (como los side planks y las sentadillas, que favorecen el movimiento lateral requerido por el deporte), asegura que la mente y el cuerpo funcionen en conjunto, disminuyendo así la posibilidad de fragilidad.

Nunca es demasiado tarde para la aventura

La historia de Carol es un testimonio potente de que “nunca es demasiado tarde para comenzar algo nuevo”. Al encontrar un pasatiempo tan exigente a una edad avanzada, le proporcionó una nueva dirección en la vida y un sentido de propósito. Entrenar y competir en los Juegos Nacionales Senior es un estímulo permanente para conservar el nivel de salud física y mental más elevado, lo que convierte su octava década en la más activa y dichosa.

¿Qué planes tienes para cuando envejezcas? ¿Qué actividad haces para mantenerte en forma?

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