20+ Hechos sobre “No manches Frida” y su secuela que la mayoría de los espectadores desconoce

hace 3 años

En 2016 se estrenó No manches Frida, un largometraje que en sus primeras semanas de exhibición logró recaudar cifras millonarias, convirtiéndose así en una de las películas mexicanas más taquilleras tanto en Estados Unidos como en su país de origen. ¿Y de qué va? Cuenta la historia de Ezequiel (Omar Chaparro), un exconvicto que al salir de la cárcel acepta un trabajo como maestro suplente en el Instituto Frida Kahlo con el único fin de poder rescatar cierta cantidad de dinero que había robado y enterrado debajo del gimnasio de la escuela. En el camino conoce a Lucy (Martha Higareda), una introvertida maestra, y a un grupo de alumnos rebeldes, quienes terminan dándole grandes lecciones de vida.

Genial.guru recordó esta película, así como su secuela, y quiso revelar algunos secretos sobre su filmación. ¡Conócelos!

Es una adaptación de la película alemana Fack ju Göhte, escrita y dirigida por Bora Dagtekin, y protagonizada por Elyas M’Barek y Karoline Herfurth. Se convirtió en la cinta más taquillera de 2013 en Alemania, por encima de producciones como El hobbit: la desolación de Smaug.
La adaptación del guion estuvo a cargo de Claudio Herrera y Sergio Sánchez. Ellos “tropicalizaron” la versión original y escribieron los chistes de la película.
Los actores ensayaron el guion durante tres semanas.

Omar Chaparro aceptó ser el profesor Zequi sin leer el guion. Martha Higareda, quien también fue productora de la cinta, recordó en una entrevista que le habló por teléfono al actor para ofrecerle el papel y él simplemente dijo que sí.
Al principio, la compañía productora Pantelion Films no quería que Chaparro fuera el coprotagonista. Tenía en mente a un actor de novelas; de hecho, ya había pensado en uno de los galanes de Rebelde.
En la película original, el personaje del Sr. Valdez no era como el que Adal Ramones interpretó. En realidad, el papel del profesor de teatro era muy pequeño, pero para la versión mexicana, el comediante lo amplió, haciéndolo más delicado y expresivo.

Lo más difícil para los actores fue no reírse durante el rodaje. Martha Higareda contó en una sesión de prensa que en algunas escenas en las que ella y Fernanda Castillo debían actuar como si estuvieran asustadas, al principio no aguantaban la risa, porque detrás de cámaras estaba Omar Chaparro haciéndoles caras.
Martha y Omar se cayeron al filmar la escena en la que Zequi recibe en brazos a Lucy luego de que ella pierde el equilibrio al recargarse en un balcón de cartón, el cual había sido montado para la obra de teatro final de la escuela.
Hubo accidentes en pleno rodaje que mejoraron las escenas y se convirtieron en momentos clave de la cinta, como el resbalón de Chaparro al querer pararse de la silla en la que los alumnos le habían puesto pegamento, o el golpe en la frente que se dio con la llave del lavamanos al intentar quitarse el maquillaje que los mismos chicos le habían puesto.

Mario Morán se resbaló al grabar el momento en el que su personaje, Cristóbal, uno de los alumnos problemáticos, sale de la alberca enojado tras tener un altercado con Zequi. Esta escena, a diferencia de las otras, no formó parte del corte final.
En realidad, Omar fue embarrado de miel en la escena en la que su personaje es sorprendido por los alumnos con una cubeta llena de una extraña sustancia café.

Tardaron más de 12 horas en filmar la secuencia final. Empezaron a las cinco de la tarde y terminaron a las seis y media de la mañana.
En Brasil, la película se llamó Professor Substituto; y en Chile, Profe de reemplazo.

La escuela Frida Kahlo sí existe, pero se llama Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl. Cuando estaban buscando la locación para filmar, el productor Mauricio Argüelles encontró este espacio en el municipio de la zona oriente del Estado de México, donde le otorgaron todas las facilidades para la realización de las escenas en los salones, la dirección y los pasillos.

Para No manches Frida 2 se escribió un guion original. Nacho G. Velilla, el director de ambas cintas, decidió no partir de la secuela de la película alemana y empezar la historia desde cero junto a Claudio Herrera, David S. Olivas y Sergio Sánchez.
La misma compañía de efectos visuales que trabajó con Juego de tronos, El Ranchito, participó en No manches Frida 2. Su labor puede apreciarse en la escena en la que Zequi vuela en paracaídas y es atacado por gaviotas.

Aarón Díaz no había visto No manches Frida. Lo hizo una vez que le dieron el guion de la secuela y le ofrecieron el papel de Mario, el exnovio de la maestra Lucy, con quien Zequi rivaliza.

En un inicio, el director no imaginó a Itatí Cantoral haciendo comedia. Pero la actriz le mostró que sabía hacer más que drama interpretando a la maestra Camila, una mujer divertida y extrovertida que se convierte en la cómplice de aventuras de Lucy.

La filmación de la segunda parte tuvo lugar en las playas de la Riviera Nayarit y Puerto Vallarta, Jalisco. Sin embargo, no fue tan fácil llevar a cabo el rodaje en estos espacios debido al clima y condiciones: justo en este último lugar, y en el día en que debían grabar la última escena que estaba planeada ahí, un huracán sorprendió a todos y tumbó parte de la escenografía. Nada grave sucedió, pero tuvieron que posponer la grabación por tres meses.
La escena de No manches Frida 2 que más trabajo les costó a los actores fue la batalla de los aztecas contra los españoles, porque la arena estaba caliente y ellos iban descalzos. Para no quemarse los pies, terminaron usando una especie de cinta en las plantas.
Luego de los inconvenientes que hubo en Puerto Vallarta, el desenlace se grabó en los estudios de TV Azteca, donde la producción recreó parte de la playa en la que se suponía ocurriría la competencia intercolegial de baile. Por cierto, para aprenderse la coreografía, los actores tuvieron que ensayar un mes y medio.