13 Objetos familiares en nuestra casa que deberían estar en la basura

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hace 1 mes

A todos nos encanta cuando nuestro hogar es cálido y acogedor, y cada rincón tiene su propio estado de ánimo y carácter. Para crear tal atmósfera, hay una gran cantidad de diversos objetos para interiores y pequeñas cosas agradables. Sin embargo, llega el momento en que ya no hay suficiente espacio en estanterías, mesas o en el balcón. Y tienes que cambiar las mismas cosas de lugar para liberar espacio.

1. Lámparas y figurillas luminosas

Las figurillas de cerámica, plástico, madera o lámparas que funcionan con pilas y son diseñadas para decorar el interior, por regla general, solo ocupan espacio en la mesa. El caso es que el uso de la iluminación incorporada en ellas no se hace con tanta frecuencia como planeábamos al comprar estos artículos de decoración.

2. Zapatos viejos

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Muchas veces tenemos todo un arsenal de zapatos que se han usado durante años y que definitivamente nunca se volverán a usar. Lo entendemos perfectamente, pero una voz interior cada vez nos persuade de mover todo esto al rincón más alejado del armario o del balcón en lugar de tirarlo.

3. Souvenirs chinos

Recuerdos exóticos de origen chino. Los compramos con ojos brillantes y deleite infantil, pero después de un par de semanas, simplemente dejamos de notarlos. Ahora, durante la limpieza, hay que desempolvar estos objetos o moverlos de un lugar a otro.

4. Tabla de planchar vieja

Hay una tabla de planchar heredada de generaciones anteriores detrás de la puerta del dormitorio o en el balcón. La tela deshilachada y las patas inestables ya no permiten usarla cómodamente. Pero no nos atrevemos a tirarla, ya que nuestra madre solía planchar la ropa en esa misma tabla.

5. Frascos de vidrio

Cuando terminamos de comer una mermelada, lavamos bien el frasco y lo colocamos en el rincón más alejado del estante. Y cada vez tenemos la esperanza de que nos será útil para algo en el futuro. Y ya llevamos toda una docena de esos frascos acumulados. Es mejor deshacerse de este stock o regalarlo a los vecinos.

6. Cucharas y tenedores viejos

Un montón de cucharas y tenedores viejos de aluminio o de acero guardados en un vaso igual de viejo. Ya no recordamos el origen de cada uno de ellos. Quizás algunos se quedaron después de la inauguración de una casa nueva hace 15 años, y otros fueron comprados para los viajes a la naturaleza.

7. Otra bolsa con bolsas

Sí, sí, precisamente “otra”. Día a día, la cantidad de productos de plástico aumenta y llega el momento en que hay que guardarlos uno dentro del otro. Y esto se convierte en un círculo vicioso. Al hacer una compra, escuchamos el habitual: “¿Quiere una bolsa?”. Y cada vez que eso pasa, pensamos en el montón que se encuentra en algún lugar de la casa, ocupando espacio.

8. Candelabros de recuerdo

Candelabros de porcelana o de metal diseñados para velas personalizadas. Se ven hermosos en el escaparate y el primer día después de la compra. Con el tiempo, este elemento decorativo se convierte en otro recolector de polvo.

9. Frascos de perfume vacíos

El agradable aroma de un perfume nuevo siempre levanta el ánimo, y el frasco de forma inusual es agradable a la vista. Pero ya hay bastantes frascos de este tipo en el estante y no hay suficiente espacio para ellos. En tales situaciones, la forma más fácil de solucionar la situación es enviarlos a la basura en lugar de tratar de colocarlos prolijamente en los estantes.

10. Periódicos y revistas

Las numerosas revistas sobre belleza y diseño del interior del hogar, una montaña de periódicos con información que alguna vez consideramos interesante, todo esto se acumula gradualmente en el balcón o debajo de la cama. Lo más probable es que solo uses un par de páginas de este montón para meterlas en tus zapatos mojados.

11. Monitor antiguo

Las tecnologías modernas han hecho grandes avances, desplazando implacablemente las computadoras viejas. Mucha gente tiene un antiguo monitor de tubo guardado en el armario o en el balcón: es pesado, voluminoso y acumula mucho polvo. La necesidad de usarlo ha desaparecido por completo, por lo que puedes venderlo o deshacerte de él sin un atisbo de duda.

12. Cajas de cartón de electrodomésticos

Cada vez que desempacamos electrodomésticos nuevos, decimos: “No hay que tirar la caja mientras la garantía esté vigente”. Pero varios años después, esas cajas siguen en el mismo lugar. En el mejor de los casos, la caja está cuidadosamente desmontada y doblada en forma plana, y en el peor de los casos, se utiliza como soporte para artículos planchados.

13. Rollos de papel tapiz después de una renovación

La reparación es siempre un proceso largo y laborioso después del cual queda una gran cantidad de materiales sin usar. Intentamos comprar papel tapiz con un poco de margen para que alcance con seguridad. A menudo, después de pegarlo a las paredes, quedan rollos enteros, que ocupan mucho espacio.

Es muy común ir guardando cosas por aquello del “por si acaso” o pensando en que podrían sernos útiles de algún modo en el futuro, pero lo cierto es que, en la mayoría de las ocasiones, solo acabamos acumulando un montón de cacharros y sin saber qué hacer con ello. Si empezamos a deshacernos de todo eso, nos queda la casa de lo más minimalista.

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