10+ Mitos sobre la cocina italiana que creemos ingenuamente

Cocina
hace 2 años

Muchos de nosotros ya no podemos imaginarnos ir a un restaurante sin pedir una cremosa carbonara o una pizza de pepperoni. Pero en realidad, estos platos tienen muy poco que ver con la auténtica cocina italiana. Y por cierto, la costumbre de completar cualquier comida con una taza de capuchino es considerada de mal gusto por los habitantes de Roma y Milán.

En Genial.guru sentimos curiosidad por saber cuáles son los mitos asociados a la cocina italiana que se nos han instalado en la cabeza. Y en el bono, aprenderás cuál es la ley no escrita de los platos limpios.

1. La carbonara se sirve solo con crema

Estamos acostumbrados a que esta pasta se sirva en un “charco” de crema. Pero en Italia, ni siquiera se ha oído hablar de esta forma de servirla. La carbonara tradicional se hace con huevo y tocino (o con guanciale). El parmesano tampoco se menciona en la receta original. Pero los lugareños sugieren espolvorear el plato con una pizca de pecorino, un queso duro elaborado con leche de oveja.

2. La comida se puede acompañar con té

Durante la comida principal, se puede tener en la mesa un vaso de agua. La única excepción es la pizza, que puede ir acompañada de un refresco. Por supuesto, no te negarán un té con pasta o un capuchino con un filete, pero prepárate para una mirada de evidente decepción en la cara del camarero.

3. El pepperoni es una pizza con salame

La palabra pepperoni en italiano significa “pimientos”. Así que si pides pepperoni, lo más probable es que te traigan una pizza con pimientos dulces. Lo mejor es pedir pizza alla diavola: será el pan plano habitual con embutido picante. Y otro consejo de los italianos: las mejores pizzerías abren solo por la noche, porque cocinan en hornos de leña, que tardan mucho en calentarse.

4. Con una sola pizza pueden comer varias personas

En los restaurantes locales no se acostumbra a decir: “Pediremos una pizza para tres”. Todos los comensales deben tener su propia pizza. La única excepción, tal vez, es para los niños pequeños, que pueden compartir la comida con sus padres. Así que, si crees que no tienes demasiada hambre y te apetece una sola porción de pizza, es mejor comprarla para llevar.

5. No se puede estropear el pescado con queso

Creemos que el parmesano rallado va bien con la pasta. Pero la pasta con mariscos es un caso totalmente diferente. Los expertos en comida italiana afirman que el queso tapa los delicados sabores del pescado y los camarones.

6. El pan está hecho para ser mojado en aceite

En los restaurantes italianos, se suele colocar una cesta de pan en la mesa antes de que llegue el primer plato. Pero no es costumbre mojarlo en aceite de oliva. Los clientes hambrientos pueden comer el pan mientras esperan su comida, o un poco más tarde prepararse un pequeño sándwich con jamón serrano u otras carnes ahumadas. Al final de la comida, un trozo de pan puede convertirse en una scarpetta (zapatito) con la que podrás recoger los restos de la deliciosa salsa del plato.

7. La pasta es una guarnición. Y sabe dos veces mejor con kétchup

Probablemente lo que más les molesta a los italianos es el uso del kétchup con la pasta. Los cocineros experimentados consideran esta combinación un “auténtico pecado culinario”. Además, hay que recordar siempre que la pasta es un plato en sí mismo y no debe pedirse como acompañamiento de las albóndigas o el filete.

8. El capuchino se puede tomar cuando te apetezca

Los lugareños dicen que este café debe pedirse solo para el desayuno, ya que la leche es un producto difícil de digerir. En lugar de un capuchino por la tarde y por la noche, puedes pedirle al camarero un expreso o un café macchiato (con una gotita de leche).

9. Nada sabe mejor que los huevos para el desayuno

Sí, los huevos se encuentran a menudo en los bufés de los hoteles italianos. Pero los lugareños nunca los comen para desayunar: consideran que son demasiado saciantes y pesados para consumirlos por la mañana. Los italianos suelen limitarse a tomar una taza de café con facturas dulces o una rebanada de pan con mermelada.

10. Cada ensalada requiere su propio aderezo

En los restaurantes locales, no hay que esperar que haya salsas complejas de autor: sencillamente no existen. En su lugar, te ofrecerán un aliño de ensalada con aceite de oliva, vinagre balsámico y un poco de sal al gusto. Lo que pasa es que a los cocineros no les gusta modificar mucho el verdadero sabor de los ingredientes.

11. No importa en qué orden se pidan los platos

Cuando pidas comida, recuerda que el primo piatto (primer plato) es pasta, risotto o sopa, y el secondo piatto (segundo plato) consiste en carne. Pero puedes optar por el primo: casi siempre es más sabroso, más saciante y sobre todo, más económico. Este es el clásico orden de pedido en un restaurante italiano: aperitivo (antipasto), primer plato, segundo plato y postre.

12. Puedes espolvorear queso parmesano tanto en la pasta como en la pizza

Mucha gente que no se ha criado en Italia piensa que el parmesano es el queso que se puede espolvorear sobre cualquier pizza o pasta en grandes cantidades. Pero los cocineros de este país utilizan una variedad de quesos diferentes. Por ejemplo, el queso pecorino del que hablamos en el punto 1 se suele añadir a la clásica carbonara. Y si el queso no está incluido en la receta, debe haber una buena razón para ello. Por ejemplo, el intenso sabor del queso pecorino eclipsa a todos los demás productos del plato.

Bono: la regla de los platos limpios

Si eres un invitado de tus conocidos italianos, recuerda que es probable que miren si te has comido todo lo que tenías en el plato. Si dejas algo de comida, estarás ofendiendo a alguien que la ha cocinado con esmero y dedicación. Pero hay un inconveniente: si comes demasiado deprisa, prepárate para que enseguida te sirvan más. Así que tómate tu tiempo y disfruta de tu comida.

¿Serías capaz de comer una verdadera carbonara italiana? ¿O prefieres la pasta adaptada a nuestros gustos?

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas