4 Señales de que te estás cepillando los dientes con demasiada fuerza y 4 formas de arreglarlo

hace 2 años

Algunas personas piensan que, para eliminar la placa de sus dientes, necesitan cepillarse muy fuerte. Sin embargo, esto está lejos de ser verdad, ya que la placa es tan suave que podrías quitarla con un paño. La razón por la que necesitas un cepillo de dientes es simplemente porque un paño no puede llegar a todas las comisuras de la boca. Así que, no es mucha presión lo que necesitas, sino más bien un cepillado completo alrededor de la boca.

Genial.guru quiere advertirte sobre las 4 señales más comunes de cepillado excesivo junto con 4 formas efectivas de abordar el problema.

Problemas

1. Tus encías comienzan a retroceder

Todos y cada uno de nuestros dientes están protegidos por el esmalte, que puede verse gravemente dañado por el exceso de cepillado. El cepillado vigoroso puede desgastar el esmalte de los dientes, dañar y hacer retroceder las encías exponiendo las raíces de nuestros dientes a un gran peligro. Si tus dientes alcanzan ese punto, es posible que debas recurrir a empastes, endodoncias o incluso extraer los dientes que ya no están sanos. Según los dentistas, entre el 10 % y el 20 % de la población de todo el mundo se ha dañado las encías debido al cepillado excesivo.

2. Tus dientes se vuelven demasiado sensibles

Debido al retroceso de las encías, las raíces de tus dientes quedan expuestas y, por lo tanto, tus nervios son afectados con demasiada fuerza. De manera similar, el cepillado excesivo puede quitar el esmalte de los dientes, dejando la dentina desprotegida y causando sensibilidad. Si te resulta muy difícil beber bebidas muy calientes o muy frías y morder alimentos duros, debes visitar a tu médico. También debes comenzar a cepillarte los dientes de una manera más tranquila y suave.

3. Las cerdas de tu cepillo de dientes se ven gastadas

La abrasión del cepillo de dientes es la causa más común de abrasión dental, lo que significa que muchas personas se cepillan los dientes de manera incorrecta. Es porque se cepillan demasiado fuerte o usan cepillos de dientes de cerdas duras, y esto daña los dientes. Entonces, si parece que tu cepillo de dientes necesita ser reemplazado cada pocas semanas, entonces lo estás usando con demasiada fuerza. Sí, debes reemplazarlo cada 3 a 4 meses, pero aún debe verse bastante saludable.

4. Los dientes cerca de las encías no son muy claros o brillantes

La razón por la que los dientes son un poco más oscuros debajo de las encías es que no están protegidos por ningún esmalte. Es por eso que cuando tus encías comienzan a retroceder, los dientes que se ven debajo son más amarillos o de un color más oscuro. Sin esmalte que los proteja, están expuestos a todo tipo de gérmenes y bacterias. Por lo tanto, el problema es aún más profundo, y compromete toda la salud de tus dientes.

Soluciones

1. Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves

No es solo la velocidad con la que te cepillas, sino también la calidad del cepillo lo que daña tus dientes. Optar por cerdas suaves es el primer paso, luego debes reconsiderar tu método de cepillado. Debes mantener tu cepillo de dientes en un ángulo de 45 grados y comenzar a cepillar suavemente hacia adelante y hacia atrás. Puede intentar sostenerlo con tu mano no dominante para reducir la presión que aplicas.

2. Utiliza un cepillo de dientes eléctrico

Una característica maravillosa de muchos cepillos de dientes es que te notifican cuando aplicas demasiada presión. La luz cambiará de verde a rojo y comenzará a hacer un ruido diferente, similar a una alerta. Por lo tanto, debes asegurarte de que, mientras te cepillas, la luz permanezca verde, dándote a entender que estás aplicando la cantidad correcta de presión. Sin embargo, no todos los cepillos de dientes eléctricos tienen este sensor, lo que significa que primero tendrás que revisar el empaque.

3. Sostén tu cepillo de dientes con solo 3 dedos

Sostener el cepillo de dientes como si fuera un bolígrafo te ayudará a aplicar la presión correcta en los dientes. Esto se debe a que puedes controlar fácilmente la fuerza que estás ejerciendo sobre tu mano. Por el contrario, cuando sostienes el cepillo de dientes con el puño, puedes perder fácilmente la noción de la fuerza y el exceso de cepillado. No es la presión lo que limpiará tus dientes; las cerdas deben poder meterse entre todos los dientes, eliminando la placa y otras bacterias.

4. Asegúrate de que tu pasta de dientes sea poco abrasiva

Necesitamos que nuestra pasta de dientes sea lo suficientemente abrasiva como para que haga su trabajo y limpie nuestros dientes como debería. Sin embargo, la pasta de dientes altamente abrasiva hace más que eso y elimina el esmalte de nuestros dientes. En lugar de leer las etiquetas y buscar para ver qué tan abrasivos son los ingredientes, hay otro truco que puedes usar.

Simplemente toma un trozo de papel de aluminio y frótalo con una pequeña cantidad de tu pasta de dientes. Luego, enjuágalo con abundante agua y observa si quedan rasguños en el papel de aluminio. La cantidad de rayones indicará cuán abrasiva es la pasta de dientes.

Para aquellos de ustedes que padecen los síntomas anteriores, ¿qué les ha ayudado a superar el problema y recuperar la salud de sus dientes?

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