Los doctores rara vez mencionan esto, pero la prevención "funciona" mucho mejor para tus dientes que las visitas constantes al dentista. Y no se trata solamente de higiene bucodental. Los hábitos vitales también influyen mucho en los dientes: fumar, tomar bebidas demasiado frías o calientes, consumir una enorme cantidad de azúcar y la falta de vitaminas.

Un hábito no tan bueno es la afición a blanquear los dientes. No todos los doctores te dirán que el color sano de los dientes es un poco amarillo o gris. El color no lo determina el esmalte, sino la dentina que es la parte interior del diente. La sustancia química entra en el diente haciendo el esmalte poroso y débil. Por eso, es mejor que consultes, ya que el blanqueamiento tiene una multitud de contraindicaciones médicas.

La placa externa del esmalte se elimina mediante una limpieza profesional, después de ella, los dientes se ven más claros.

Si no tienes posibilidad de visitar al doctor por un dolor de muelas, puedes aliviar el dolor realizando un masaje en los puntos de presión. El punto más eficaz es el lugar entre los dedos pulgar e índice: presionándolo y friccionándolo, al mismo tiempo hay que abrir y cerrar los dientes.

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