Cosas cotidianas que dañan nuestros ojos y no nos damos cuenta

Salud
hace 3 años

Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 253 millones de personas en el mundo sufren de diversas deficiencias visuales. El 80% de todos los casos se puede prevenir o curar. Hablaremos sobre las cosas cotidianas que son realmente peligrosas para la salud de tus ojos.

En Genial.guru hemos compilado una lista de 9 cosas que pueden dañar tus ojos.

1. Una lámpara de luz fluorescente que parpadea

Los tubos fluorescentes estándar, que se encuentran en casi todas las oficinas, no crean una luz constante sino una luz pulsante. La lámpara se enciende y se apaga docenas de veces por segundo. Estas ráfagas ocurren más a menudo de lo que puede notar el ojo humano, por lo que no nos damos cuenta de las pulsaciones. Sin embargo, debido a la exposición prolongada a dicha luz, los ojos se cansan más rápido, la capacidad de trabajo disminuye, la fatiga aumenta e incluso pueden comenzar los dolores de cabeza.

2. Salón de bronceado

En Noruega y Suecia, se realizó un estudio en el que participaron mujeres que “toman sol” regularmente en un salón de bronceado. Los científicos concluyeron que este procedimiento cosmético aumenta el riesgo del desarrollo de melanoma maligno, la forma más peligrosa de cáncer, que también puede localizarse en la retina. Por lo tanto, al ir a una sesión de bronceado artificial, vale la pena llevar lentes protectoras especiales que protegerán tus ojos de los efectos nocivos de los rayos ultravioletas.

3. Lentes de sol de mala calidad

La diferencia entre los lentes de mala y de buena calidad es que estos últimos protegen de los rayos ultravioleta. Poniéndonos lentes de sol, "apagamos" el mecanismo protector natural: cuando miramos la luz brillante no entrecerramos los ojos, las pupilas no se estrechan, no apartamos la vista. Debe funcionar una barrera artificial de buenos lentes; si esta barrera no existe, obtenemos una dosis completa de radiación ultravioleta. Por lo tanto, es más dañino usar lentes de mala calidad que no usarlos en absoluto.

Otro punto importante es el color del vidrio. Los mejores colores para los lentes son gris, verde oscuro o marrón. Los lentes azules y celestes no protegen los ojos de la luz solar brillante, los vidrios amarillos y anaranjados excitan el sistema nervioso y aumentan la presión intraocular, por lo tanto los oftalmólogos no recomiendan usarlos por mucho tiempo.

Otro criterio para los lentes buenos es la ausencia de arañazos: la grieta más pequeña en la lente enfocará constantemente tu vista y estropeará la visión.

4. Fumar

Fumar impide el flujo de oxígeno a los vasos de los ojos, y por eso existe el riesgo de atrofia muscular y el desarrollo de catarata. Es una enfermedad en la que el cristalino se opaca y la vista se nubla; es la principal causa de ceguera en el mundo. Los estudios muestran que los fumadores tienen casi el doble de probabilidades de tener el síndrome del ojo seco, y el doble de posibilidades del desarrollo de catarata.

5. Usar cosméticos viejos

Los oftalmólogos dicen que los cosméticos decorativos que se usan por más de 3 meses dañan la salud de los ojos. Un delineador o rimel viejos aumentan las posibilidades de infección con bacterias u hongos. Y si algo de esto entra directamente en el ojo, existe el riesgo de tener una infección grave.

6. Restregarse los ojos con la mano

Al apretar con demasiada intensidad el ojo, los pequeños vasos sanguíneos pueden reventar y darnos una "vista sangrienta". Si hay un grano de polvo, no tienes que restregarte los ojos, ya que puedes rayar la córnea. Es mejor parpadear a menudo para empujarla o lavar el ojo con lágrimas artificiales.

En las manos hay más gérmenes que en cualquier otra parte del cuerpo, y cuando nos restregamos los ojos, los “invitamos” a todos ellos, provocando infecciones tales como conjuntivitis.

7. Lavar los ojos con agua del grifo

Las lágrimas no son solo agua: tienen lípidos para lubricar la superficie del ojo, electrolitos para mantener el pH, proteínas inmunes para proteger contra infecciones, etc. El agua del grifo contiene cloro, que puede dañar la mucosa del ojo. Si te encuentras en un ambiente polvoriento y tienes la sensación de que tus ojos están llenos de arena, cierra los ojos, parpadea y, si es necesario, lava suavemente con agua las cejas y las pestañas.

8. Una silla de trabajo incómoda

Dos arterias, que pasan a través de la columna vertebral, suministran sangre al cerebro y lo oxigenan. Incluso una leve alteración en el área de la espalda puede afectar la vista: se deteriora el suministro de sangre a la cabeza y de los ojos. La falta del oxígeno generalmente conduce a la miopía.

9. Champú

Los champús, que incluyen lauril sulfato de sodio, dañan la mucosa ocular. En la superficie del ojo hay una capa de lípidos muy fina. Al contacto con los ojos, el champú disuelve estas moléculas de grasa, la lágrima se evapora y, como resultado, se produce el síndrome del ojo seco. Además, el lauril sulfato de sodio se puede acumular en el cristalino, lo que aumenta el riesgo de desarollar catarata.

Bono

Has leído el artículo hasta el final; es hora de dejar descansar a tus ojos. Puedes usar el palmeo, el método inventado por William Bates. Colocamos los codos sobre la mesa, cruzamos las palmas de la manos y cubrimos los ojos cerrados para que la luz no penetre en ellos, pero sin apretar los párpados. Nos permitimos sentir comodidad y calidez, tratamos de relajar por completo los músculos de la cara, del cuello, los hombros y otras partes del cuerpo. 5 minutos para relajarse serán suficientes. Si hiciste todo bien, sentirás cómo la vista se volvió más clara.

Ilustradora Alena Sofronova para Genial.guru

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