10 Hábitos comunes que son realmente malos para ti

Consejos
hace 5 años

Cuando pensamos en los malos hábitos, normalmente nos referimos a fumar o a comer comida chatarra, pero hay algunos que muchos de nosotros tenemos y ni siquiera nos damos cuenta de que son malos para nuestro cuerpo o molestan a las personas que nos rodean. Resulta que algunas de tus costumbres diarias podrían estar haciéndote más daño que bien, como ese delicioso batido que disfrutaste esta mañana, el cual contenía 3 plátanos.

Genial.guru se preocupa por tu salud, por eso preparamos esta sección para poder verificar si tienes algunos de estos hábitos no deseados.

1. Usar ropa mientras duermes

Dormir con ropa realmente no es una buena idea. Las camisetas apretadas pueden afectar la circulación de la sangre y, con el tiempo, hacerte sentir demasiado caliente e incómodo. Incluso si no te despiertas, esto podría perturbar la calidad de tu sueño.

2. Cepillarte los dientes con mucha fuerza

Quizá creas que si te cepillas los dientes con fuerza, estos se volverán más limpios, pero eso no es del todo cierto. Aplica la presión justa para sentir las cerdas del cepillo contra tus encías. Si las aplastas demasiado, podrías dañar el esmalte dental.

3. Realizar multitareas

El estereotipo de que todas las mujeres pueden realizar tareas múltiples no es del todo correcto. Según una investigación, solo alrededor del 2 % de la población puede hacer esto de manera efectiva. Por lo tanto, no lo intentes a menos que estés seguro de que perteneces a ese porcentaje. Concéntrate en una cosa a la vez y pronto descubrirás que tu eficiencia mejorará.

4. Obsesionarse por cosas que están fuera de tu control

No puedes cambiar lo que otras personas hacen. Si continúas haciendo hincapié en ello, la situación no cambiará y tu bienestar se verá afectado. Usa tu tiempo y energía en la superación personal, y conviértete en una mejor versión de ti mismo. No estamos diciendo que debes ser indiferente a todo, simplemente no te obsesiones con cosas sobre las que no tengas control. Tu familia y amigos te necesitan saludable y feliz.

5. Catastrofismo

La catastrofización (o el hecho de pensar que todo podría acabar en una tragedia) es el siguiente nivel del punto anterior. Si tú eres así, confía en nosotros cuando te decimos que no es el fin del mundo, sin importar de qué estemos hablando. El estrés constante libera una montaña de hormonas que son responsables de todo tipo de problemas de salud física y mental, como la ansiedad, la depresión, afecciones gastrointestinales e incluso enfermedades del corazón. Simplemente piensa en “Hakuna matata”, y encuentra una manera de relajarte.

6. La procrastinación o pérdida de tiempo

Seamos honestos, la mayoría de nosotros somos culpables de postergar todo en varios grados, pero si este hábito se sale de control y sigues posponiendo tus proyectos y asignaciones hasta un día antes de su vencimiento, puede que tengas grandes problemas en el trabajo y en la escuela.

7. Lenguaje corporal negativo

Todos hemos escuchado la expresión: “No juzgues a un libro por su portada,” pero, en la vida real, todos confiamos en lo que vemos. De hecho, los expertos creen que la mayoría de nuestra comunicación se basa en signos verbales. Analízate y trata de ver si tienes algunos hábitos de lenguaje corporal negativo, como actitudes encorvadas, defensivas, o contacto visual agresivo, las cuales podrían malinterpretarse. Si descubres que haces alguna de estas cosas, intenta trabajar activamente para eliminarlas.

8. Tomar analgésicos todo el tiempo

Cuando no se usan adecuadamente, los analgésicos pueden causar más problemas de salud que beneficios. Por ejemplo, un consumo excesivo de calmantes puede dejar consecuencias y secuelas en tu cuerpo, como problemas de memoria, cambios de humor, poca concentración y un tiempo de reacción más lento. Como el efecto es gradual, es posible que ni siquiera notes que te estás intoxicando con esas medicinas. El abuso severo de algunos analgésicos puede aumentar el riesgo de padecer úlceras e incluso hemorragias internas.

9. Usar tacones o sandalias todos los días

Los tacones altos se ven geniales, hacen que tus piernas luzcan más largas, y te hacen sentir bella y elegante. Pero ten en cuenta que usarlos todos los días durante períodos prolongados de tiempo puede costarte caro a ti y a tus piernas. Cuando usamos esta clase de zapatos, la parte inferior de la espalda se empuja automáticamente hacia adelante y nos delinea la cadera y la columna vertebral, ejerciendo presión adicional sobre nuestras rodillas. Eso significa que nuestro peso corporal no se distribuye uniformemente en los pies.

Aunque las sandalias son exactamente el calzado opuesto a los zapatos de tacón, también pueden causar serios problemas de salud. Debido a que su suela es absolutamente plana, los pies podrían comenzar a aplanarse. Un soporte insuficiente hará que los talones se deslicen y ejerzan presión adicional sobre los tobillos.

La sugerencia es simple. Usa tacones altos y sandalias de vez en cuando, no todos los días. Tu cuerpo te agradecerá eso.

10. Reemplazar el desayuno con un batido

Pudieras pensar que reemplazar el desayuno con batidos es una opción más saludable. Pero los nutricionistas advierten que las recetas más comunes de estas bebidas contienen principalmente frutas, agua y leche de nueces, lo que significa que tienen demasiada azúcar en una porción. Si bien estos productos son buenos para la salud, ingerir demasiados a la vez elevará aún más tu nivel de azúcar en la sangre y aumentará tus mediciones de insulina. En otras palabras, te hará ganar peso. Como se puede decir sobre muchas otras cosas, la moderación es la clave del éxito.

¿Puedes pensar en otra cosa que encajaría con esta selección para mejorar tu calidad de vida? Cuéntanos sobre eso en la selección de comentarios a continuación. Y no te olvides de compartir este artículo con tus amigos y familiares.

Ilustradora: Ekaterina Gapanovich para Genial.guru

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