11 Hábitos comunes que dañan tu apariencia sin que te des cuenta

Consejos
hace 3 años

¿Alguna vez te has puesto a pensar en cuántas cosas hacemos automáticamente durante el día? ¿Sabes que algunas de ellas nos pueden quitar belleza y salud?

A primera vista, algunas de estas cosas no parecerían dañinas, sin embargo su impacto negativo se va acumulando día tras día.

Genial.guru decidió comprobar qué es lo que estamos haciendo mal.

1. Nos tocamos la cara y nos sentamos enfrente de la computadora con la barbilla apoyada en la mano

Apuesto que justo ahora estás sentado en esta misma posición, ¿verdad? Muy a menudo eligimos esta pose durante el día y también tocamos la cara con las manos con frecuencia.

Tienes que saber que si apoyas la barbilla en tu mano, tu hueso hioides se irá desplazando paulatinamente, obstruyendo la circulación de la sangre. Las consecuencias de este hecho son la papada y el envejecimiento prematuro de la piel.

Si te tocas la cara con las manos sucias, puedes provocar problemas en tu piel, sobre todo si eres propenso a tener acné e irritaciones. Los puntos negros que aparecen en la frente también tienen una razón y un 80 por ciento de los casos de herpes se transmiten de la misma manera.

2. Nos sentamos con las piernas cruzadas

Esta posición no está indicada para las personas que sufren o son propensas a tener várices. El flujo de sangre se altera y los problemas salen a flote muy rápido.

Para los demás, el hecho de cruzar las piernas puede conllevar al dolor en la espalda baja y órganos reproductores. La razón es la posición incorrecta que adoptamos durante mucho tiempo, así como la presión sobre la espalda baja.

3. Cepillamos el cabello después de ducharnos

No eres la única en cepillarte el cabello justo después de lavarlo. Es algo autómatico y, al mismo tiempo, muy dañino para el cabello. Lo que pasa es que el cabello mojado es mucho más vulnerable que el seco y peinándolo lo podemos dañar facilmente.

Para poder mantener la belleza te recomendamos secar tu cabello con cuidado y ayuda de una toalla, pero sin frotarlo. Deja que se seque sólo a temperatura ambiente y comienza a cepillarlo desde las puntas, sin importar qué tan corto o largo sea.

4. No paramos de ver telenovelas

"Otra serie más y voy a dormir, ¡lo juro!" Los científicos desde hace tiempo hablan sobre el peligro de "la luz azul" que emiten las pantallas de televisores, computadoras y dispositivos móviles. Penetra las capas profundas de la piel y activa los radicales libres. Y ellos, a su vez, hacen que las células de la piel produzcan enzimas que destruyen el colágeno.

Las consecuencias asustan: la piel envejece mucho más rápido y puede aparecer una hiperpigmentación. Los dermatólogos no paran de hablar sobre el mal estado de la piel de "los fanáticos de las novelas" e incluso recomiendan usar cremas con filtros UV, si la persona pasa mucho tiempo en frente de los dispositivos. Otros aseguran que la luz azul es de otro espectro, así que ninguna crema puede ayudar en este caso.

Por el momento, la única salida que tenemos es disminuir nuestro tiempo de uso de dispositivos electrónicos.

5. Nos pegamos al celular antes de dormir

La misma luz azul detiene la producción de melatonina. El resultado es el desequilibrio del sueño. Es posible que no nos demos cuenta de que no dormimos bien, pero nuestro cuerpo sí que lo notará, ¡tenlo por seguro! Aparte de problemas cosméticos, esto puede acarrear serios desajustes en los sistemas inmune y endócrino.

Deja de usar tu celular como mínimo una hora antes de dormir. ¡Sí, tú puedes!

6. Aplicamos el protector solar solo en la cara

Ya no es un secreto que hay que proteger nuestra piel del sol en cualquier lado, incluyendo las ciudades. Y es importante poner la crema protectora no solo en la cara, sino en la zona del escote y los brazos. Cuanto más adultos nos ponemos, tenemos más probabilidad de desarrollar manchas pigmentadas por la actividad solar.

Y, por supuesto, no te olvides de cuidar tu escote y cuello igual de bien que lo haces con tu cara, aplicándoles productos de nutrición y humectantes.

7. Depilamos las cejas y nos maquillamos de una vez

Cada movimiento de la pinza es un pequeño trauma y la puerta abierta para una infección. Recuérdalo y no te maquilles justo después de depilar tus cejas.

Lo ideal sería limpiar la piel con un suave desinfectante. Otra recomendación es limpiar tus pinceles de maquillaje cada dos semanas aproximadamente. Lo mismo debes hacer con las pinzas, ya que también pueden transmitir infecciones.

8. Tratamos de ocultar la grasa de la piel con polvo

¿Brillo en la zona T? ¡Vamos por el polvo! Pero no es una buena idea, si no quieres que tus poros se ensucien rápido y tu cara se cubra de granos.

Primero, hay que quitar el exceso de grasa con servilletas de maquillaje y solo después corregirlo con el polvo. Si no limpiamos la cara antes de comenzar a maquillarnos, toda la suciedad y la grasa quedan debajo de esta capa. Es obvio que esto no ayuda a nuestra piel, sino que le trae más chances de sufrir irritación o granos.

9. Usamos exfoliantes

A los cosmétologos no les gustan mucho las cremas exfoliantes. El abusivo uso de estas puede provocar exceso de grasa y resequedad de la piel al mismo tiempo.

La recomendación es que cambies tus exfoliantes por cremas de peeling con base de ácido láctico o glicólico.

10. Masticamos chicle

Malas noticias para los fanáticos del chicle. Lo que pasa es que la mandíbula va adoptando diferentes formas, lo que puede provocar cambios en la parte inferior de la barbilla y aparición de arrugas en las comisuras de la boca, que son muy difíciles de corregir.

Así lo dice el famoso dermatólogo Joel Schlessinger, ofreciendo cambiar la forma de refrescar la boca. Su recomendación es usar caramelos o desodorantes bucales.

11. Nos bañamos con agua caliente

Podrías pensar que una ducha o tina caliente es el mejor remedio para relajarte. Pero tu piel no estará de acuerdo. Lo que pasa es que el agua caliente afecta la piel como si fuera una quemadura solar, alterando el equilibrio natural. De allí se obtienen irritaciones, resequedad y picazón.

Los dermatólogos recomiendan bajar la temperatura, disminuir el tiempo que pasas en el agua, no olvidar productos humectantes y escoger los geles de ducha más suaves posibles: sin olor ni partículas agresivas.

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