Discutir con la pareja los problemas cotidianos durante al menos una hora por semana es muy importante. Este tipo de conversaciones le dan a la pareja la oportunidad de compartir sus miedos y preocupaciones, de sentir aceptación y apoyo en lugar de rechazo.

Condiciones: convertir la conversación en un ritual diario que debe realizarse a la misma hora. Marca esta hora sagrada en el calendario y no te desvíes de esa rutina.

Es posible que ambos se sientan algo incómodos durante este tipo de conversaciones. Para aliviar la tensión, primero es mejor discutir sobre aquello que ha mejorado desde la última charla. Después, es bueno marcar 5 puntos positivos referentes al compañero de los que no se había hablado antes. Es importante dar ejemplos. Y entonces sí pueden proceder a analizar las dificultades de la relación, turnándose para escuchar y hablar. Si las emociones empiezan a salirse de control, pueden tomarse un descanso de 20 minutos y luego retomar la conversación.

Tiempo: solo 1 hora por semana puede llegar a salvar una relación.

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