9 Compras que no son nada más una pérdida de dinero

Consejos
hace 3 años

¿Cuáles son los gastos principales de la gente común y corriente? Todo se antoja bastante sencillo: comida, ropa, alcohol y tabaco, vivienda, vacaciones, salud y medio de transporte. Sin embargo, encontramos un apartado muy misterioso bajo la denominación de “otros gastos”. Atendiendo a las estadísticas, esto supone hasta el 50 % de tu presupuesto.

Resulta que una buena parte de tu economía se gasta en cosas no tan necesarias. Y si renuncias a estas, puedes ahorrar mucho más rápido para compras realmente importantes como tu propia vivienda, unas vacaciones inolvidables o el auto de tus sueños.

Genial.guru revisó algunos tipos de gastos que se dan en el hogar y encontró varias cosas cuyo beneficio o uso es cuanto menos dudoso y difícil de justificar.

1. Cosméticos para un solo uso

Confiesa: ¿cuántos envases de cosméticos tienes en tu bolso y has utilizado una sola vez? Sombras de frambuesa, lápiz de labios negro, brillo lila... Pueden parecernos llamativos y atractivos en el momento de la compra, pero en realidad, al final, casi nunca recurres a ellos.

Antes de reabastecer tu despensa de cosméticos, pregúntate: “¿Voy a usarlo, lo usaré, al menos, un par de veces a la semana?” Por muy extraño que parezca, comprar cosméticos caros y cuidadosamente meditados te ayudará a ahorrar. Mientras que el hábito de tomar cualquier cosa, incluso siendo esta muy económica, por el contrario, al final, tan solo vacía tu cartera.

2. Juguetes caros para las mascotas

Para nuestras mascotas lindas, en la mayoría de los casos, funciona la siguiente “ley”: cuanto más caro es el juguete, menos interés causa.

El gato pasará por alto una construcción dudosa de bolas y temerá al ratón que se maneja por radio-control, pero quedará encantado con una hoja de papel arrugada como si fuera una bola, o con un tapón de cualquier botella. El perro, con mucho gusto, se comerá cualquier juguete nuevo, pero protegerá al viejo conejo de peluche con el que se acostumbró a dormir desde que era un cachorro.

Si quieres que tu mascota sea realmente feliz, solo tienes que dedicarle más tiempo.

3. Aparatos para entrenarse

¿Has decidido practicar deporte? No te apresures a comprar un aparato de cardio que esté súper de moda. La experiencia demuestra que, en la mayoría de los casos, acaban acumulando polvo en un balcón o en una habitación, convirtiéndose en una especie de reproche para uno mismo. Si quieres poner a prueba tu entusiasmo, apúntate durante un mes en el gimnasio.

¿No quieres salir de casa para practicar deportes? Sin problema: adquiere una banda elástica para pilates o unas mancuernas: casi no ocuparán espacio. En cuanto a los ejercicios de cardio, los profesionales de fitness han desarrollado muchos conjuntos de ejercicios que no requieren de ningún aparato, quemando grasa de forma activa.

4. Elementos de interiores comprados con impulsividad

Cuando te encuentras en una tienda de decoración y muebles, siempre te ves tentado a comprar esa linda estantería, un sillón cómodo o unas hermosas cortinas. Es mejor respirar profundamente y pararte a pensar. Cuando regreses a casa es muy probable que de repente te des cuenta de que no tienes donde colocar esta estantería, las cortinas no van a juego con las paredes y además no son opacas, y para colmo, el sillón, simplemente, no cabe en ese lugar en el que lo querías ubicar.

Antes de comprar algo nuevo para el interior de tu hogar, ármate con un centímetro y mide el lugar éxacto donde lo quieres colocar. Después, piensa bien para qué lo necesitas, qué funciones va a realizar y si se volverá tu vida más cómoda al adquirirlo. Si no es así, ¿para qué despilfarrar el dinero o, con angustia, acabar llevando cosas innecesarias a un trastero?

5. Compras durante las vacaciones

“Probablemente sufrí un golpe de calor”, piensas al deshacer las maletas. Un paraguas de un color verde chillón, un extraño sombrero con plumas rotas, un montón de llaveros de dudosa calidad, ¡qué tipo de compras no hacemos durante las vacaciones! Es más que díficil justificar el dinero que se ha gastado en ellos.

¿No te imaginas un viaje sin compras? Lee las recomendaciones sobre qué puedes comprar en un país en particular, medita bien y elabora un plan para comprar aquellas cosas que realmente deseas. Aunque una cartera de cuero cueste casi como una cena en un restaurante con tres estrellas Michelin, te servirá durante muchos años. Mientras que un tarro de curry, comprado con la esperanza de nuevas metas culinarias, pasará sin pena ni gloria largo tiempo en las entrañas de un armario de la cocina.

6. Un set a gran escala para un nuevo pasatiempo

¿Has decidido aprender a dibujar o a bordar? Gran idea. Pero no compres la mitad de la tienda con la esperanza de incrementar tu entusiasmo. Después de todo, siempre existe la posibilidad de que ese fervor lo pierdas al iniciarte pensando aquello de “Esto no es mío”. Y en ocasiones, un gran abanico de oportunidades nos confunde: ¿con qué ponerte primero y cómo terminar esto cuando ya quieres hacer otra cosa?

Comienza poco a poco: papel, lápices y acuarelas para dibujar, un gancho y algunas madejas de hilo para hacer punto. La época de déficit total ya se ha terminado y así puedes comprar lo necesario en cualquier momento. No te conviertas en una ardilla acaparadora, que luego, avergonzada, lo mete todo en cajas para que no se vea y así evitar martirizarte por ello.

7. Juguetes de peluche

Los juguetes de peluche gustan, y no solo a los niños. Pero, reconócelo, todos tenemos solo 1-2 juguetes que siempre nos son agradables a la vista y evocan emotivos recuerdos cálidos. El resto de los animales de peluche solo acaban acumulando polvo: unos días después de su compra resultan innecesarios, pero cuesta mucho deshacerse de ellos.

Si en tu casa realmente hace falta un toque de calidez, cómprate un par de cojines y mantas suaves: podrás acomodarte lleno de relax para lograr un descanso mental y físico. Y separarte de ellos no te generará emociones sobrecargadas y tristes.

8. Equipo deportivo para el exterior

Comprar una bicicleta o unos patines para usarlos un par de veces al año es extremadamente poco rentable. En los parques modernos hay muchos puntos de alquiler de una gran variedad de equipos deportivos, desde una bicicleta clásica hasta un segway. Saldrá mucho más económico recurrir a estos que comprarte una cosa que solo ocupará espacio en tu vivienda.

Otra cosa es que acudas en bicicleta o patineta al trabajo, entonces esta será una gran oportunidad de ahorrar en transporte público y aportar un poco más de movimiento a tu vida.

9. Accesorios electrónicos

Con el nivel de desarrollo de tecnologías modernas, siempre se renuevan los dispositivos, al igual que sus accesorios. Sin embargo, pronto, resultará que un reproductor de MP3 recién comprado está muriéndose de risa en una estantería porque estás escuchando música desde el teléfono, un teclado inalámbrico ya no te sirve porque, al sentarte con él en el sofá, no consigues ver la pantalla, y así sucesivamente.

Antes de ceder a la tentación, debes hacerte la siguiente pregunta: “¿Realmente necesito esta cosa nueva?” Especialmente, si la “antigua” todavía no se ha roto y cumple a la perfección con aquello que necesitas. Realmente, ¿es vitalmente necesario un portavasos con calefacción por USB?

¿Has hecho alguna vez compras que más tarde lamentaste? Comparte tus historias en los comentarios.

Imagen de portada Depositphotos

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