Cómo mantener la pizza caliente y disfrutarla como recién salida del horno

Consejos
hace 10 meses

Imagina que pediste una pizza y esperas con ansias comértela, pero al recibirla, te encuentras con una masa fría y un queso seco como cartón. ¡Una tragedia culinaria instantánea! La pizza es complicada en lo que respecta a la temperatura. Si la dejas desatendida en la mesa por un tiempo, se vuelve gomosa. Si la calientas demasiado, la corteza se seca. Pero no desesperes, para solucionarlo, reunimos estos trucos con los que podrás mantener la pizza caliente, deliciosa y siempre lista para ser devorada.

Si la recoges en el restaurante

Si se trata de una pizza para llevar de un restaurante, puedes aprovechar al máximo los asientos con calefacción de tu automóvil. Cuando estés regresando a casa, crea un nido de calor para tu manjar, y deja la pizza en un asiento que tenga calefacción. Luego, cúbrela con una manta para conservarla calentita. Si no tienes un asiento con calefacción, coloca la caja en el piso, del lado del pasajero, y enciende la calefacción del suelo.

Si la recibes en casa

1. Usa la caja de la pizza a tu favor

Algo simple como una caja de pizza puede ser tan mágico como el sombrero de un hechicero. Las pequeñas pestañas en forma de semicírculo que tienen a los lados tienen la maravillosa funcionalidad de ayudarte a mantener la pizza a la temperatura adecuada. Aprovéchalas de la siguiente manera:

  1. Mientras estás esperando que te entreguen la pizza, precalienta el horno a 90 °C.
  2. Cuando la pizza llegue, abre la caja para dejar salir el vapor durante unos minutos, de lo contrario, la masa absorberá la humedad.
  3. Cierra la caja cuando el vapor comience a disminuir.
  4. Abre las trampillas de la caja de pizza para evitar que se acumule vapor.
  5. Pon la caja de pizza en el horno. Baja la temperatura al nivel mínimo.

Si el horno está configurado en la temperatura más baja, la caja de pizza no se incendiará. Si el ajuste de temperatura es de alrededor de 200 °C, hay una mayor probabilidad de que la caja de cartón se queme.

2. Calienta la pizza sin su caja

Estás de pie frente al microondas, con esa suculenta rebanada de pizza que te quedó del festín de anoche. Pero ¿cómo lograr que ese pedazo de gloria vuelva a su esplendor original sin convertirse en una masa gomosa e insípida?

Simplemente, coloca un vaso de agua en el microondas junto con la pizza, y caliéntala unos 30 segundos o más, dependiendo de la potencia de tu microondas. ¡Listo! Tendrás una porción caliente y crujiente, como si acabara de salir del horno.

3. Envuélvela en papel de aluminio

Si quieres mantener la pizza caliente durante más de 3 horas, envolverla en papel de aluminio es tu mejor opción. Con este método, es mejor calentar las rebanadas sueltas en lugar de toda la pizza.

  1. Envuelve cada rebanada de pizza en papel de aluminio.
  2. Llévalas al horno a 200 ºC durante 10 minutos.

Si las calientas por más de 10 minutos, se endurecerán o se secarán demasiado.

4. Caliéntala en una sartén

¿Quién dijo que un utensilio tradicional como una sartén no puede ser el mejor aliado para un reavivamiento culinario? Para que haga el mejor equipo con tu pizza, tan solo sigue dos pasos:

  1. Calienta la pizza en una sartén antiadherente durante 2 minutos a fuego alto. Revisa la corteza para asegurarte de que no se esté quemando. La idea es que la corteza se mantenga crujiente.
  2. Después de 2 minutos, apaga el fuego y cubre la sartén para calentar la salsa y los aderezos y lograr que el queso se derrita.

Si la vas a disfrutar en espacios exteriores

1. Caliéntala en un horno portátil

Estos hornos son como grandes loncheras que calientan la comida. Todo lo que tienes que hacer es mantener la pizza dentro del horno portátil y subir el fuego cuando quieras recalentar las rebanadas. Recuerda consultar las instrucciones proporcionadas por los fabricantes del horno a la hora de utilizarlo, para sacarle el mayor provecho.

2. Guárdala en una bolsa aislante

Este es el gran secreto de los repartidores de pizza para retener el calor en sus órdenes mientras van camino a entregarlas. Estas bolsas no mantienen la pizza caliente durante más de 3 horas, por lo que se recomienda combinar este método de calentamiento con otros de los que ya hemos hablado.

Cómo calentar correctamente la comida congelada

Aprovechar las sobras de comida congelándolas para disfrutarlas después es una gran idea. Y para darle un final épico a esa gran iniciativa, lo ideal es que, al calentarlas, queden tan apetitosas como si estuvieran recién cocinadas. Primero, es importante que la comida esté descongelada y evitar calentarla cuando aún está llena de hielo.

Para eso, pásala al refrigerador o usa el modo de descongelación del microondas. Una vez que estén descongeladas, puedes calentarlas en una sartén, en el microondas o en el horno. Incluso, puedes usar una freidora de aire a su máxima temperatura, y así estará lista rápidamente. Calienta las sobras hasta que el calor cubra todos los alimentos, removiéndolos de vez en cuando para que no quede ninguna parte fría.

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