Veterinario revela cómo deberíamos cargar a nuestro gato y no morir en el intento

Consejos
hace 4 años

Los dueños de gatos saben que estos animalitos no siempre están dispuestos a descansar en sus brazos. En ocasiones, basta que intenten recoger a sus mascotas del suelo para que terminen con las patas del minino marcadas en sus brazos y su cara. El problema yace en la posición en que lo levantan. Pero no es necesario recibir esos arañazos. Cargar a un gato puede ser sencillo y placentero, y el Dr. Uri Burstyn, un veterinario de Canadá, compartió cómo hacerlo correctamente.

Genial.guru te explica cómo cargar a un gato, aprobado por un especialista en el tema.

Primero, verifica si tu mascota está dispuesta a ser cargada

Ya sea porque queremos mostrarle nuestro amor a nuestro gato o porque debemos sujetarlo para darle su medicina, cargarlo puede no causar ningún problema ni arañazos si lo hacemos del modo apropiado. El truco está en que el animal se sienta cómodo y seguro mientras se encuentre en nuestros brazos.

El Dr. Burstyn explica que primero hay que asegurarnos de que nuestra mascota está de acuerdo. Hay que acercarnos con precaución para darle la oportunidad de que olfatee nuestros dedos. Si nos asusta que nos arañe, podemos juntarlos hacia arriba. Podemos acariciarlo en los cachetes o debajo de la barbilla suavemente. Si nuestro gato se comporta receptivamente, podemos proceder a levantarlo. Si no, es mejor dejarlo en paz.

Tipo de agarre 1: agarre en el pecho y abdomen

El veterinario señala que “la clave para levantar a un gato de manera segura es hacer que sienta un apoyo”. Lo podemos lograr colocando una mano en el pecho del gato, la otra en su abdomen y luego levantándolo lentamente. De ese modo no está colgando de las axilas, se siente cómodo y evitamos que patee con sus patas traseras, lo que puede provocar arañazos.

Si queremos evitar que huya, el secreto está en presionarlo. Si ya tenemos al gato cargado, es recomendable acercarlo a nuestro cuerpo y si necesitamos que esté quieto para, por ejemplo, cortarle las uñas, lo podemos presionar contra la superficie donde se encuentre. No tengas miedo, ya que el gato no solo no sentirá dolor, sino que se sentirá protegido y seguro.

Tipo de agarre 2: agarre de fútbol

Otro modo de sostener a un gato es lo que el Dr. Burstyn llama el “acarreo de fútbol”. Consiste en tomar al gato por el abdomen y su colita asegurándonos de que su cabeza quede debajo de nuestro brazo. También podemos apachurrarlo contra nosotros ejerciendo algo de presión para que sienta seguridad y protección.

Si nos encontramos en una situación de emergencia o en algún escenario donde debemos actuar rápido, este agarre es eficiente y seguro, puesto que, con una de nuestras manos en su cola, podemos controlar sus piernas traseras y prevenir que nos arañe.

Tipo de agarre 3: agarre para un “gato aficionado a los hombros”

Es el tipo de sujeción que menos trabajo demanda de nosotros. Consiste en acercarse al gato y dejar que trepe hacia uno de nuestros hombros. Una vez que empiece a trepar, debemos colocar nuestra mano sobre su trasero para sostenerlo y, una vez más, con la otra mano, presionar suavemente su espalda contra nosotros para darle seguridad.

Cuando nuestra mascota quiera bajar, solo debemos inclinarnos hacia una superficie cercana y él mismo girará y saltará sobre sus pies.

Tipo de agarre 4: agarre de “bebé”

Tal como lo describe su nombre, esta sujeción simula el modo en que una persona carga a un bebé. Simplemente levantamos al gato colocando una mano en su pecho y nuestro brazo en su trasero. Luego lo asentamos sobre nuestro brazo colocando la mano opuesta en su pecho.

Si el gato tiene confianza en nosotros y lo conocemos bien, es posible sostenerlo de esta manera. Si no, mejor no intentarlo, pues sus garras pueden dejar marcas en nuestro pecho y nuestra cara.

Cómo debemos evitar cargarlo

Así como hay modos apropiados de sostener a un gato, existe algún que otro inapropiado. No es recomendable sostener a un gato por las axilas entre nuestros dedos índices y pulgares. No solo es muy incómodo para el animal, sino que además es algo inseguro. El espacio que conecta sus patas delanteras con su torso es un músculo y podrías lastimarlo si lo recoges y queda colgando de allí.

Tampoco es buena idea cargarlo por las patas delanteras, pues puede sentir miedo de caerse y moverá sus patas traseras de tal manera que podría arañarnos.

¿A tu mascota le gusta que la carguen? ¿Cómo te demuestra su cariño?

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