18 Mamás imperturbables que salen de pie de todos los altibajos de la maternidad

Criar hijos requiere fuerza, resistencia y paciencia increíbles. No es de extrañar que, debido a eso, los padres se cansen con bastante rapidez y, a veces, estén en constante tensión nerviosa. Sin embargo, la capacidad de tratar todo con un poco de humor e ironía ayuda a lidiar con el asunto de manera más que efectiva.

Genial.guru encontró en las redes sociales a unas mamás que todos los días comparten ingeniosos bocetos de su vida cotidiana con sus suscriptores y, como resultado, no pudo pasar por alto esta concentración de sabiduría de la vida condimentada con una pizca de sarcasmo. Al final encontrarás un bono: historias de niños que claramente tienen suerte con sus madres.

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“Cuanto más fuerte gritas, tanto más rápido corre”.

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Bono: historias de niños que claramente tuvieron suerte con sus madres

• Estábamos sentadas con mi madre, cansadas, en la cafetería de un aeropuerto. Había una señora con un niño en la mesa de al lado, y el pequeño no comía nada. Ella le trajo un pastel y dijo: “¿Y el pastel? ¿Quién se lo comerá?”. Y mi mamá: “Bueno, ¡yo puedo!”. El niño se comió ese pastel muy rápidamente. © Oídoporahí / Ideer

• Mi madre se casó por segunda vez cuando tenía 45 años con un entrenador físico. Viven juntos desde hace 2 años en un departamento propio. Hoy, mi madre me envió un mensaje de texto a las 12 de la noche: “Es duro tener un marido entrenador, tienes que comer helado en el baño, que es exactamente lo que estoy haciendo ahora”. © Oídoporahí / Ideer

• Mi mamá juega a un juego desde mi cuenta en una página social. Una vez, cambié allí mi foto de perfil y una amiga me preguntó qué era ese diálogo que puse debajo de ella. Resulta que fue mi madre, quien decidió escribirme un cumplido. Debajo de mi foto. En mi nombre. Y luego responderme por mí. Y resultó el siguiente diálogo: “¡Eres tan hermosa!”, “¡Gracias!”, “¡De nada, te quiero mucho!”. Y todo esto desde mi cuenta, en mi cuenta. Algunos amigos estaban bastante confundidos. © Oídoporahí / Ideer

¿Quizás tú también recuerdes un par de situaciones que encajarían perfectamente en esta selección?