5 Razones que nos demuestran que las cosquillas no son tan inofensivas como creíamos

Crianza
hace 1 año

No hay nada que alegre más el día de un padre que la risa de su hijo. Ver la felicidad en sus ojos y escuchar el sonido de la risa de su pequeño es como música para sus oídos, y ningún otro sentimiento puede superarlo. Sin embargo, algunos expertos creen que las risas incontrolables no son tan divertidas como parecen, sobre todo en lo que concierne a los más pequeños.

El equipo de Genial.guru quiso investigar qué es lo que pasa cuando se le hacen cosquillas a un bebé o a un niño y por qué no deberíamos hacerlo.

1. Puede ser traumático

Los que mejor pueden juzgar si deberíamos hacerles cosquillas a los bebés somos de hecho nosotros, ya que una vez fuimos niños. La mayoría tenemos al menos un recuerdo desagradable de haber intentado pedirle a alguien que dejara de hacernos cosquillas, pero nos estábamos riendo tanto que no podíamos hablar. Otras veces, rogábamos una y otra vez que pararan o intentábamos escapar mientras la otra persona seguía haciéndolo.

Cuando las cosquillas se hacen durante mucho tiempo, pueden acelerar el ritmo cardíaco, haciendo que el niño tenga miedo de asfixiarse y se ponga hiperactivo. Por lo tanto, tendrá un exceso de energía que, si no se libera, puede conducir a un trauma.

2. Las cosquillas pueden causar temporalmente una parálisis

Las cosquillas podrán ser divertidas, pero también son peligrosas. La sensación que tenemos cuando nos hacen cosquillas es parecida a la que tendríamos si nos estuvieran atacando. Muchas veces, una excitación tan fuerte puede provocar cataplexia, una parálisis temporal que hace que la persona no pueda defenderse.

3. La risa es un reflejo

Por lo general, pensamos que la risa es una manifestación de alegría. Pero, de hecho, los seres humanos nos reímos de forma automática cuando nos hacen cosquillas. Por ello, no tenemos control sobre cómo reaccionamos. Esto es aún peor en el caso de los bebés y los niños, ya que no pueden expresar con palabras sus necesidades y deseos.

4. Las cosquillas provocan dolor físico

Aunque las cosquillas pueden hacer que tus hijos se rían a carcajadas, esta actividad podría ser dolorosa e incómoda para ellos. Al investigar los patrones faciales, se observó que las cosquillas tienen un lado bastante desagradable, ya que los participantes hacían muecas de dolor, incluso mientras se reían.

5. No se respeta su derecho a la autonomía corporal

Cuando pensamos en las cosquillas, nos imaginamos a alguien riéndose histéricamente y retorciéndose mientras intenta escapar. Este acto implica tocar zonas sensibles del cuerpo, como las axilas, la panza y los tobillos.

Como es posible que no podamos percibir si el bebé está disfrutando las cosquillas o no, es fácil que nos dejemos llevar por el sonido de la risa e ignoremos sus intentos de escapar. Esta práctica puede enviarles un mensaje incorrecto a los niños, dándoles a entender que no respetamos sus límites ni su autonomía corporal.

Otras formas de hacer reír a un niño

Existen muchas formas de jugar con un bebé y de mantenerlo entretenido sin poner en peligro su salud mental o física. Por ejemplo: hacer caras tontas, jugar a las escondidillas tapándose la cara o hacer voces graciosas.

¿Existen otras formas de hacer reír a los bebés sin hacerles cosquillas? ¿Cómo haces reír a tus seres queridos?

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas