La carta de una mujer de 85 años que no quiso tener hijos y defiende su decisión

Crianza
hace 1 año

Cuando se trata de tener hijos propios, es una decisión que no debe tomarse a la ligera. En los últimos años, ha aumentado considerablemente el número de personas que deciden posponer la llegada de los hijos, o bien, deciden no tenerlos en absoluto. Según algunos estudios, muchos matrimonios sufren una considerable sacudida tras la llegada del primer hijo, por lo que esta decisión debe tomarse siempre con mucha calma y después de una larga conversación.

Con esto en mente, en Genial.guru queremos compartir una carta muy honesta e informativa de una señora mayor que decidió, junto con su pareja, no tener hijos y que defiende esta decisión.

Una carta a los jóvenes que no quieren tener hijos

Queridos jóvenes:

Estuve casada durante algo más de 50 años. Nos salimos de la norma, ya que no queríamos tener hijos. En aquella época, durante un tiempo, decíamos: “Lo estamos intentando”. Y luego: “No podemos tener hijos”. Fin de la discusión. Era nuestro pequeño secreto y no era asunto de nadie. Si hubiéramos sido sinceros diciendo: “No podemos tener hijos porque simplemente no los queremos”, las relaciones con la familia y los amigos se habrían vuelto duras para nosotros.

Nuestros 50 años, en pocas palabras, fueron perfectos. Teníamos buenos trabajos, no nos preocupábamos por el dinero y ambos respetábamos nuestros intereses y aficiones personales. Si alguien me preguntara si lo volvería a hacer, diría que sí, al 100 %. Viviría la misma vida mil veces.

Esta es mi humilde observación:

  • GRUPO A: Personas que tienen hijos, viven una gran vida y todo es perfecto. Conozco a muchos, por lo que esto puede ocurrir y ocurre.
  • GRUPO B: Personas que tienen hijos y que llevan una vida dura y con problemas. Muchas de ellas desearían poder volver atrás y elegir una vida sin hijos.
  • GRUPO C: Personas que tienen hijos y todo va bien, pero luego el nido vacío y la disminución del contacto les rompen el corazón.
  • GRUPO D: Este es el grupo que no tiene hijos. Solo conocí a unas pocas personas.

No puedo dar desgloses y porcentajes para todos los grupos. El resultado final, según mi experiencia, es que el GRUPO D es siempre el más feliz y el más contento. Por supuesto, también hay muchas personas felices del GRUPO A.

Mi marido falleció hace 10 años. Le lloré y todavía lo echo de menos cada día. Pero no haber tenido hijos, para mí, significa que mi vida nunca se ha definido basándose en ellos. Tenía una sólida red de amigos y muchas aficiones, así que pude seguir adelante. La vida continúa. Hoy día soy muy feliz junto a mi nueva pareja.

En general, mis amigos que han perdido a su pareja y tienen hijos sienten que estos no les dedican suficiente tiempo, lo que les provoca molestia e incluso dolor. Estas personas son muy dependientes y siempre esperan algo a cambio del tiempo y el dinero que han invertido en sus hijos.

Sus intereses y aficiones son a veces inexistentes, porque toda su vida gira (o giraba) alrededor de sus hijos (y nietos). Un amigo me dijo una vez algo que nunca olvidaré: “Lo del nido vacío es algo real, es como ser abandonado por el amor de tu vida después de dos o tres décadas y aun así continuar siendo amigos. Nunca es lo mismo”. Ahora tengo mi departamento privado en una “residencia de ancianos”, amigos encantadores, días ocupados y un personal encantador.

Que tengan un buen día.

La carta de esta señora causó bastante controversia en la sección de comentarios, por lo que el equipo de Genial.guru hemos querido compartir contigo algunos datos interesantes sobre las cuestiones que plantea.

  • Según un estudio realizado en Estados Unidos, las personas que deciden no tener hijos están igual de satisfechas con su vida que las que sí quieren tenerlos. Sin embargo, los primeros suelen ser juzgados por los segundos.
    Esta situación es, en realidad, una muestra de algunas ideas preconcebidas, es decir, tal vez las personas que quieren tener hijos piensen que las personas childfree son egoístas, tal vez no estén acostumbradas a este tipo de decisiones o tal vez piensen que a las personas sin hijos no les gustan los niños, lo cual no siempre es cierto.
  • Otro aspecto mencionado en la carta es el momento en que los hijos tienen que abandonar el nido. Los psicólogos han hablado mucho del temido síndrome del nido vacío. Cuando un hijo se va de casa, es normal que los padres sientan que su vida está cambiando. Esos cambios pueden ser aún más difíciles si el día a día de los padres está totalmente organizado en torno a las necesidades de sus hijos y no a las suyas propias.
    Los padres deben entender que su identidad es tan importantes como la de sus hijos. Para aliviar el dolor de la partida, los padres pueden centrarse en desarrollar nuevas aficiones, fijarse objetivos en diferentes aspectos de su vida, intentar retomar contactos con viejos amigos, empezar una dieta saludable o hacer algo completamente nuevo. También puede ayudar el hecho de entender que la paternidad es solo una etapa de su vida. Todo esto puede aliviar la situación y dar a los padres una nueva perspectiva de la vida.

Al fin y al cabo, es importante recordar que la carta publicada aquí es el relato de la experiencia de una mujer. En otras palabras, lo que ha funcionado para ella puede no funcionar para ti. Y eso está bien. Una persona puede querer tener hijos o no, independientemente de lo que la sociedad diga que es mejor o peor.

¿Qué opinas de las parejas que deciden no tener hijos? ¿Es algo que te gustaría probar? ¿Conoces a alguien en esta situación?

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