Los errores de crianza que hicieron de Will Smith un padre infinitamente mejor

Crianza
hace 1 año

Además de ser una de las estrellas más influyentes de Hollywood, Will Smith, de 53 años, es el padre cariñoso de dos niños y una niña. Sin embargo, el viaje de vida del actor no tuvo un comienzo fácil. Tuvo una crianza dura y su padre, quien falleció en 2016, fue la razón por la que el joven Will quería formar una familia muy temprano. Estaba decidido a aprender de los errores de su padre y a darles a sus propios hijos la figura paterna que él mismo nunca tuvo.

En Genial.guru quedamos inspirados por la historia de Will Smith a través de la paternidad. Demuestra que no hay reglas preescritas en la crianza, sino que es un viaje paso a paso en el que se nos permite cometer errores y aprender de ellos en el camino.

Crecer con un padre difícil y estricto

“Él era mi héroe”. Así es como el actor de Hollywood comenzó a describir a su padre. Sin embargo, Will continuó explicando que su padre tenía una personalidad difícil y no era amable con su madre. Pero parece que el actor estaba decidido a ver el lado positivo de las cosas, ya que supo convertir su complicada infancia en una fuente de fortaleza y una lección de vida. Reveló: “Algunas de las mejores cosas de mí existen porque él era mi padre... la forma en que puedo soportar las adversidades, la forma en que pienso”.

Soñando con ser papá y compensar su propia crianza

En lugar de evitar tener hijos debido a su infancia desafiante, Will reveló: “Quise ser padre toda mi vida. Desde que tenía 5 años”. De hecho, su objetivo en la vida era reconstruir la imagen familiar rota que tenía haciendo las cosas bien con sus propios hijos futuros. Para él, formar una familia era una oportunidad de hacerlo bien, una forma de “corregir los errores” que había cometido su padre.

Construyendo su propia familia unida

La paternidad le llegó por primera vez a Will a la edad de 24 años, cuando tuvo a su hijo Trey con su ahora exesposa. Y a pesar de su sueño de la infancia, estaba confundido y nervioso como cualquier otro padre primerizo. Dijo que su primera reacción al ver a su recién nacido fue: “No puedo hacerlo, no soy el indicado”. Más tarde, se convirtió en padre de Jaden (23 años) y Willow (21 años) con su segunda esposa, la actriz Jada Pinkett Smith.

A pesar de sus apretadas agendas y de las presiones de la fama, Jada y Will siempre se aseguraron de estar cerca de sus hijos, tanto emocional como físicamente. La actriz habló sobre optar por educar a los niños en el hogar en lugar de enviarlos a clases normales y dijo: “Es más valioso para mis hijos estar conmigo que estar sentados en un salón de clases”.

Aprender de los errores y no presionar demasiado a los niños

Es evidente que los niños fueron fuertemente influenciados por sus padres y decidieron seguir sus pasos convirtiéndose también en artistas. Y Will, quien, por supuesto, quería que sus hijos alcanzaran los niveles más altos de éxito, admitió que en ocasiones “empujaba y forzaba las cosas”. Después de todo, la estricta ética de trabajo que heredó de su propio padre influyó en su estilo de crianza, y sus hijos también fueron criados con una mentalidad perfeccionista.

Sin embargo, su método de crianza cambió rápidamente cuando se dio cuenta de que su actitud exigente y su sueño de que su hija Willow tuviera un sencillo exitoso “empezaban a lastimarla”. También prometió no presionar a su hijo Jaden durante el rodaje de la película Después de la Tierra, que protagonizaron juntos.

La crianza es un arte y “no hay reglas”

Al crecer con las reglas más estrictas y luego establecer las mismas altas expectativas para sus propios hijos, Will es la prueba viviente de que nuestros padres influyen en nosotros, nos guste o no. Sin embargo, su historia también nos muestra que siempre podemos cuestionar lo que estamos haciendo, dar un paso atrás y luego corregir nuestro estilo de crianza.

Hoy, después de años de experiencia en el camino de la paternidad, Will ha llegado a la conclusión de que no hay reglas cuando se trata de criar a un hijo. Compartió que “es más un arte que una ciencia” y hoy dice que está en un lugar como padre donde “ama lo que está pintando”.

¿Estás de acuerdo en que no debemos presionar a nuestros hijos y, en cambio, permitirles experimentar la vida a su propio ritmo? Comparte tu experiencia como padre o madre con nosotros.

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