Una mujer se reunió con su gato, quien se había perdido hacía 11 años, y la historia parece un verdadero milagro

Gente
hace 5 años

Los expertos aún no están seguros de qué es lo que les permite a los gatos perdidos viajar largas distancias sin mapas, brújulas u otros dispositivos, solo impulsados por el fuerte deseo de reunirse con sus dueños. Ha habido casos en los cuales algunos felinos viajaron miles de kilómetros para regresar a casa gracias a un mecanismo de navegación interno que aún se está estudiando. Pero hay una gata realmente inusual llamada Jill, que se perdió a miles de kilómetros de su casa y viajó todo ese trayecto para encontrar a su amada dueña.

En Genial.guru hemos aprendido mucho acerca de esta maravillosa reunión, y queremos contarte cómo sucedió todo.

Una gata viajó miles de kilómetros para regresar con su dueña

Kelly LaVette, quien reside en Carolina del Sur, perdió a su gata, Abby, hace 11 años. Mientras estaba desaparecida, la mujer se graduó de la universidad, se casó, tuvo hijos y trabajó como maestra durante una década. A Kelly le cuesta trabajo encontrar las palabras para describir lo feliz y sorprendida que estaba cuando recibió un mensaje diciendo que finalmente habían encontrado a su gata perdida.

Kelly tuvo a Abby solo por un mes antes de que se fuera. El proceso de perderla y su nueva historia comenzó en el refugio en donde terminó después de su largo viaje. Y allí es en donde obtuvo su nuevo nombre, Jill. La rescatadora de animales, Alison Ferguson, notó que la gata tenía un microchip, y se sorprendió al descubrir que el animal había viajado unos 120 kilómetros de distancia de su hogar registrado en Carolina del Sur. Probablemente, Jill se había mudado a otro lugar con los nuevos dueños que la adoptaron y a quienes finalmente abandonó.

El número de teléfono y el correo electrónico que figuraban en el chip ya no estaban disponibles, pero Alison estaba decidida a encontrar a la dueña de Jill sin importar nada. Entre otros datos, encontró el nombre del propietario y comenzó a buscar a la mujer. Ella envió un mensaje a cada chica con el nombre de “Kelly Amandrell” en Facebook, y, afortunadamente, recibió una respuesta de la propietaria original del gato, que ahora tenía un apellido diferente.

“Sabía que era algo inusual cuando me contactó alguien que usaba mi apellido de soltera, algo que no había escuchado en mucho tiempo,” dijo Kelly. Este era Mandrell, por lo que probablemente se registró incorrectamente en el chip, lo que dificultó aún más el proceso de búsqueda.

Jill y Kelly finalmente se encontraron

A Kelly le pareció un milagro que alguien encontrara a su gata después de años, y que hiciera tanto para ayudar a las dos a reunirse. Era el destino, y ella no lo pensó dos veces antes de adoptar a su amiga perdida nuevamente. A Jill le tomó un tiempo adaptarse a su nuevo hogar, pero ahora se siente más tranquila y segura.

“Ella parecía tímida al principio, pero un par de días después de eso, definitivamente se acostumbró a mí. Ahora me sigue a todas partes, duerme a mi lado, me abraza, y a donde quiera que yo vaya, ella siempre va conmigo”, dijo Kelly.

Tenían una probabilidad en un millón de tener una reunión feliz

Alison, quién ha estado trabajando con animales durante mucho tiempo, cree que lo que le pasó a Kelly y Jill fue un verdadero milagro. A pesar de que el animal tenía un microchip, había muy pocas probabilidades de que las dos se encontraran de nuevo, ya que habían pasado más de trece años desde la última vez que se habían visto. Kelly ahora tenía un apellido diferente y también vivía lejos del lugar en donde se encontró con Jill. Sin embargo, ellas lograron reunirse a pesar del tiempo, la distancia y todos los demás obstáculos en su camino. “Creo que historias como esta les dan a otras personas que han perdido a sus animales un poco de esperanza,” dijo Alison.

¿Qué piensas de la historia de Kelly y Jill? ¿Conoces alguna otra de animales y sus dueños que se hayan encontrado años después de estar separados por mucho tiempo?

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Ya conocía más historias así de gatos que habían recorrido grandes distancias para volver a su hogar.

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