15 Personas que se encontraron en una situación tan incómoda que no sabían dónde meterse

Historias
hace 2 años

Todos podemos encontrarnos en una situación en la que nos dan ganas de desaparecer de la faz de la Tierra o simplemente volvernos invisibles. O mejor aún, borrarnos la memoria para olvidarnos por completo de lo ocurrido. El hecho es que, como si fuera a propósito, nuestro cerebro recuerda todas las historias vergonzosas durante años. Por lo tanto, lo único que queda es mirar esas situaciones desde otro punto de vista y reírse de uno mismo.

En Genial.guru no pudimos ignorar las historias de personas que ahora saben absolutamente todo sobre los momentos incómodos. Y en el bono encontrarás pruebas de que si te enfrentas a un momento difícil mientras estás en un país extranjero, puedes obtener una doble porción de aventuras.

  • Empecé a encontrar en casa pelos largos y blancos. ¡Hasta en la cama donde dormimos con mi marido! Como muchas mujeres, mi imaginación febril empezó a pintarme cuadros muy desagradables. Ya me había preparado para una seria conversación con mi esposo. Y después, mientras ordenaba los juguetes de los niños, descubrí... ¡un viejo sombrero de bruja con ese pelo gris! Lo bueno es que al menos no llegué a armarle un escándalo a mi marido. Me imagino lo ofendido que se sentiría si lo acusara de traicionarme con una anciana. Eso sería vergonzoso. © Oídoporahí / Ideer
  • Cuando tenía 9 años, mi hermano mayor cambió el nombre del contacto de “mamá” en mi teléfono a “presidente”. Qué sorprendido me sentí cuando vi quién me estaba llamando. Apenas pude decir: “Sí, señor presidente, dígame”. Y me sentí muy decepcionado después... © Boss815ilya / Pikabu
  • Hace un par de meses encargué un reloj para el cumpleaños de mi hermana. Bueno, el mensajero lo trajo, estaba muy contento, lo desempaqué... ¡No funcionaba! Naturalmente, estaba furioso, exigí un reemplazo y discutí con el servicio de soporte por teléfono. Allí me pidieron disculpas y me aseguraron que la segunda vez todo saldría bien. Esperé una semana, trajeron uno nuevo. Y este... ¡ta-dam! ¡Tampoco funcionaba! Sentí tanta ira, alcancé al mensajero que se marchaba, le mostré el reloj. Él lo estudió durante dos minutos y luego me mostró que la corona del reloj simplemente estaba levantada para que la pila no se agotara. Y después de ponerla en su lugar, el reloj empezó a funcionar. Y yo que había discutido reclamando relojes nuevos... Maldita sea, hasta me da vergüenza escribir sobre esto. © Unknown author / Quora
  • No hace mucho fui al dentista, pero Dios es testigo, no pienso regresar al consultorio de ese médico, ya que me da vergüenza. Comenzó a estudiar mi boca. “¿A ver, qué tenemos aquí?”. Se metió en la parte de los dientes inferiores. “¡Oh, pero tenemos todo un almacén de alimentos!”. Y sacó un trozo de carne de algún lado, donde no había cepillado bien. ¡Almacén de alimentos, maldita sea! Como un hámster. ¡Qué vergüenza! © Oídoporahí / Ideer
  • Muchas chicas cuentan cómo tienen miedo de ir al baño estando en la casa del novio, ¡pero yo no tuve miedo! Aunque quizá debería. Mi novio vivía en un pueblo en una casa de campo y el desagüe no les funcionaba muy bien. Cuando terminé mis cosas y no pude bajar el agua después de algunos intentos, simplemente cerré la tapa del inodoro esperando que se solucionara solo. ¡No se solucionó nada! La mamá de mi novio (ex) fue al baño y comenzó a gritar: “¿Quién dejó esta montaña aquí?”. Por supuesto, mi novio (ex) respondió: “¡Yo no fui! ¡Yo no fui!”. Qué vergüenza sentí en ese momento... © Oídoporahí / Ideer
  • Soy menuda y mi marido no es un hombre pequeño. Una vez en una fiesta con amigos donde había muchos invitados, me acerqué a mi esposo, que estaba parado cerca, lo tomé del brazo, apoyé la cabeza en su hombro y me quedé así. Luego giré la cabeza y vi... ¡a mi marido! Miré hacia arriba y me di cuenta de que me había equivocado de hombre. Tenían la camisa del mismo color. Y mi marido nos miraba y se moría de risa. © Yelena Kelman / Facebook
  • Una vez comí papel para impresionar a un amigo de la escuela. No quedó impresionado. © an_ineffable_plan / Reddit
  • Cuando estaba en segundo grado, se instaló un teléfono en nuestra casa. Antes de eso, solo tenía la experiencia de interactuar con ese aparato en el trabajo de mis padres. Así que, cuando llamé a una compañera de clase para pedirle el horario para el día siguiente y escuché el contestador automático en el otro extremo de la línea, caí en estupor. Hice mi pregunta y me puse a pensar cómo apagar ese contestador automático. En resumen, al día siguiente mi compañera y sus padres se reían a carcajadas por cómo yo, con mi voz asustada, le pedía al contestador automático que se apagara, y al final grité: “¡Apágate, maldita cosa!” y colgué. Sentí mucha vergüenza. © diverdenis / Pikabu
  • Nos cortaron el agua caliente en casa, y mi amiga y yo fuimos a la casa de otra amiga que se había ido de viaje y nos había dejado las llaves para que pudiéramos regar las flores. Mi amiga ya había estado allí una vez, por lo que subió con confianza al piso indicado. Abrimos la puerta, entramos, y encontramos en la cocina platos con huevos revueltos, salchichas y cosas así. Hasta nos reímos: “Oh, nos estaban esperando...”. Tomamos un trozo de huevo con un tenedor y entramos en estupor, ¡todavía estaba caliente! Miramos a nuestro alrededor, ¡y la cocina era totalmente diferente! Salimos corriendo del departamento, y después de dos minutos vimos a 5 hombres subiendo las escaleras y yendo a ese departamento. Fingimos ser decoraciones del pasillo, prácticamente uniéndonos con la pared, ni siquiera podíamos respirar de tan aterradas que estábamos. Era obvio que nos habíamos equivocado de piso, pero cómo coincidió la llave sigue siendo un misterio. Después tuve otras ocasiones en que entré a departamentos y autos de otras personas. Una vez entré a un departamento: la puerta estaba abierta y había una chica con auriculares comiendo algo en la computadora. No se dio cuenta de que estaba allí, salí en silencio y cerré la puerta. © Anna Petrovskaya / Facebook
  • Una vez me estaba probando unos zapatos en la tienda. Entonces una chica que pasaba dijo: “Guau, se ven hermosos”. Me inspiró tanto que una persona ajena me estuviera haciendo cumplidos que con una sonrisa amplia le respondí: “¡Gracias!”. Pero ella me miró con extrañeza y me di cuenta de que su amiga estaba parada detrás de mí. Es decir, el cumplido no era para mí. Entonces las dos me miraron como si algo estuviera mal conmigo. Decidí que nunca hablaría de esto: demasiado vergonzoso. Aunque ahora entiendo que no era para tanto. © Oksana Khmeln / Quora
  • Fue en la escuela secundaria. No había papel higiénico en el baño de la escuela, así que arranqué un par de hojas de mi diario. Y luego descubrí que ese inodoro se había atascado y olvidé el diario en la cabina. Mis maestros y mis padres estaban furiosos y mis amigos se reían. © WatermelonApocolypse / Reddit
  • Una vez en la universidad, estaba escribiendo un dictado. Había una frase que comenzaba así: “Entre las hojas anchas...”. Y, cuando había escrito “entre las” e iba a escribir “hojas”, una compañera de clase pasó a mi lado. Era temporada de primavera, la gente todavía usaba jeans o calzas cálidas, y ella, atrevidamente, se había puesto unas medias. En comparación con el resto de las personas, sus caderas en mini brillaban. Entonces, la miré a ella y escribí: “Entre las caderas anchas...”. Apenas pude corregirlo. © Sholpan Pronina / Facebook
  • Hace un par de años, conseguí trabajo como directora de una gran empresa en desarrollo. Buen salario, pero no les agradaba mucho a los empleados. Y qué felices estarán: ahora estoy de baja por enfermedad y ya he escrito una carta con la petición de renunciar. El caso es que por naturaleza soy propensa a la transpiración, mis axilas empiezan a sudar cuando me emociono. Entonces, durante una reunión general, me puse dos toallitas protectoras debajo de los brazos. Y cuál fue la sorpresa de mis empleados cuando salí con un discurso, y las toallitas bajaron lentamente y se quedaron tiradas en el piso. © Oídoporahí / Ideer
  • Era nuestra segunda cita. Coincidió con el día de San Valentín, así que decidí regalarle flores, una tarjeta musical y una caja de bombones. Todavía hacía mucho frío; de todas formas, podía dejar los regalos solo en el auto, no había ningún otro lugar. Y cuando la cita llegó a su fin, fuimos caminando al auto, empecé a sacar las flores... Y, maldita sea, claro, ¡se marchitaron por completo del frío que hacía! Bien, entonces saqué la tarjeta. Ella la abrió, y el único sonido que emitió fue simplemente un “bzzz”. Solo me quedó suspirar y esperar que al menos todo saliera bien con el chocolate. Pero gracias a Dios, ella solo se rio de todo eso. © Unknown author / Reddit
  • Bueno, ser mujer no siempre es fácil. Y menos aún ser madre. Una vez participé en una conferencia de trabajo en línea. Prendí solo el sonido, nada de video. Y durante el proceso, estaba amamantando a mi hijo. Pero el bebé sin querer tocó un botón y activó el video. Te puedes imaginar lo que vieron mis colegas. Al final, apagué todo rápidamente, pero este fue, sin duda, el momento más incómodo de mi vida. © Modi Ramos / Quora

Bono: No debemos confiar en algunos vendedores, especialmente cuando estamos en el extranjero

  • Una vez, estando en China, tuve una emergencia: comenzó mi período. Corrí a la tienda, apenas pude encontrar toallitas. Pero vino una vendedora y se puso a enchufarme otras, diciendo que eran más baratas y traían más cantidad. Está bien, las compré. Y después de media hora no podía ni caminar, ¡me ardía todo! Miré el paquete y vi que eran ¡toallitas con menta! ¡¿Acaso se han vuelto locos?! © Oídoporahí / Ideer

¿Te ha pasado algo semejante? ¿Cómo fue?

Imagen de portada Oídoporahí / Ideer

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Me muero de vergüenza si me pasa lo de la chica que fue al baño y no funcionaba el desagüe

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