En párvulos, a mí amigo Santi y a mí nos encantaba charlar y en el patio hacia frío, así que cuando nos castigaban por hablar sin patio a los dos, yo era feliz. Obviamente, era raro que pudiéramos ir al patio.
-
-
Responder
Activa las notificaciones para ver nuevas respuestas a tus comentarios
Obviamente, era raro que pudiéramos ir al patio.