23 Papás que se enfrentaron a las inexplicables razones que hicieron llorar a sus pequeños
Probablemente ningún adulto sea capaz de igualar la capacidad imaginativa de los pequeños. Esas ganas que tienen de saber y de crear cosas nuevas los termina transportando a un mundo que solo ellos conocen. Pero, eso sí, igual que nosotros, también tienen sus días malos y esa misma imaginación los hace encontrar las razones más inusuales para indignarse.
En Genial.guru sabemos que ser papá es un reto, por eso es mejor tomarse estas rabietas sin sentido con una porción extra de humor.
- Mi hijo dijo que no se quería bañar porque el agua se movía. © Nicolas Hernandez Bravo / Facebook
- Mi hijo de 4 años salió llorando del colegio porque se había comido una manzana con las semillas y decía que le iba a crecer un árbol en el estómago. © Rosalina Garcia Rodriguez / Facebook
- Mi niña lloró porque su hermana mayor le dijo que tenía palmas en las manos y plantas en los pies. © Ponce Norma / Facebook
- Mi hija se molestó porque el agua del mar estaba salada, dijo que no volvería a nadar en el mar hasta que el agua dejara de estar salada. © Vanessa Ponce Meza / Facebook
- Estaba con mi niño de 3 años preparándolo para dormir y me dijo: “Mamá, quiero agua”. Fui a la cocina; de pronto lo escuché gritar con todas sus fuerzas “¡mamá!”, y comenzó a llorar incontrolablemente. Yo corrí a ver qué pasaba y entre lágrimas me dijo: “Mamá, tengo un hueco, tengo un hueco”, y yo aterrada revisándolo a ver dónde o qué le había pasado y resulta que el hueco era su ombligo. © Silvia Sánchez / Facebook
- Mi nena hoy lloraba desconsoladamente por su dedo y tratamos de atender su dolor, pero ella no sabía qué dedo era. © Angie Litxi Villamizar de Aguirre / Facebook
- Mi hijo menor lloró porque lo metieron al aula de la guardería luego del recreo y dijo que se le iba a quemar el pollo que estaba cocinando. El pollo era de plástico. © Vivian Chaves Chinchilla / Facebook
- La mía lloró porque no podía arrancarse el “pellejito” de la oreja, o sea, el lóbulo, porque le estorbaba. También lloró porque le dije que ella era una niña, pero quería ser perro. Tiene 3 años. © Sandra Melissa Bustamante / Facebook
- Mi hija llora porque las chancletas se le ensucian de tierra por la parte de abajo y vive limpiándolas porque cuando camina se le ensucian. © Yorelys Ramírez / Facebook
- Mi bebé llora porque sus juguetes de dinosaurio no son reales. © Nicol White / Facebook
- Mi segunda hija, a los 3 años gritó horrorizada: “¡Una víbora, una víbora!”. Llegué corriendo, era una hormiguita. © Sheshito Keter / Facebook
- Mi hijo lloró porque alguien le robó los hielos de su agua fresca. © Salvador Granados / Facebook
- Mi bebé lloró cuando vio una foto de él y me dijo: “¿Por qué me dejaste ahí solo? Ve por mí”. © More Cortes / Facebook
- Mi hijo lloró porque el agua de su cantimplora estaba “cruda”. © Yoha Rizzotti / Facebook
- Mi hija lloró porque no la tapaba bien, tuve más de 5 intentos en los que la envolvía como tamal para que no quedara ni una parte fuera, pero por alguna extraña razón, su pie se salía del cobertor y eso era inaceptable. © Saucedo Jessica / Facebook
- Los hijos lloran por cosas raras. Mi niño un día me llamó llorando porque no podía ver, solo le dije: “Abre los ojos”. © Mario Zamarron / Facebook
- Mi hijo lloró porque el pelo le arrastraba en la almohada. © Catalina Delgado / Facebook
- Mi hija mayor lloraba porque no le había guardado pastel de nuestra boda. Ella nació diez meses después de que nos casamos, y lloraba cuando veía las fotos. © Ruben MaElena Martinez / Facebook
¿Qué fue lo más extraño que causó un llanto descontrolado en tus pequeños?
Imagen de portada Silvia Sánchez / Facebook
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