18 Diálogos con niños inimitables, que no pudimos olvidar por mucho que lo intentamos

La vida puede estar llena de sorpresas y obstáculos, pero nadie nos prepara para la partida de un ser querido. Sin embargo, la pérdida de un hijo es una de las experiencias más dolorosas que una persona puede enfrentar, y puede poner a prueba incluso las relaciones más fuertes. En este caso, para una usuaria, la muerte de su hija ha desencadenado en muchas situaciones de tensión con su esposo.
Hay veces que las parejas sin hijos se sienten discriminadas como pasó con esta pareja. Las situaciones de pérdida no son ajenas a los famosos, como fue el caso de Pierce Brosnan. También sanar la partida de un hijo puede ser el motor para cambiar la vida de otras personas.
Pau, como la llamábamos, era una niña muy especial, no es porque haya sido nuestra hija, para nada, es porque de verdad tenía un carácter muy lindo. Era una niña muy alegre, dedicada a la escuela; todas sus profesoras y compañeros de clase la amaban. Le encantaban las princesas de Disney (se disfrazó de Elsa cuando tenía cinco años, escuchamos “Libre soy” hasta el cansancio).
Pau siempre tuvo problemas para respirar, la llevábamos a muchos médicos y primero decían que era bronquitis, luego que era asma, pero Pau no parecía mejorar por más medicina que le diéramos.
El primer año después de la partida de Pau fue muy difícil. Mi marido y yo lidiamos con nuestro dolor a nuestra manera. Tuvimos acompañamiento psicológico y todo, pero unos días de plano no nos hablábamos nada, otros nos irritábamos con mucha facilidad, porque teníamos una deuda con el hospital por todos los cuidados intensivos de Pau, y pues que nos tocaba vender los muebles de su recámara y vimos que la casa ya nos quedaba grande.
Nunca me había peleado tanto con mi esposo como en ese momento, la neta. Aunado a esto, mi suegra no ayudaba mucho, implícitamente decía que Pau pudo haber heredado la enfermedad por mi familia, que sí es verdad, mi papá era asmático, pero no tenía mucho que ver. Entonces, yo sentía la presión de tener otro hijo como para reemplazar esa “vacante” que Pau dejó. Esto me hizo sentir horrible y estuve muy mal durante meses. Pensé que nuestro matrimonio se iba a la fregada y que pronto ya estaríamos firmando los papeles del divorcio.
Todo ese año y medio desde lo de Pau, estuve meditándolo mucho y decidí no tratar de tener otro hijo. No creo que esté preparada para otro embarazo, ni mucho menos para cuidar de un niño todavía, se lo hice saber a mi esposo y él fue bastante comprensivo y no tocamos más el tema.
Yo me quedé de una sola pieza, no sabía qué decir. Tuve un ataque de pánico, se me cerró el apetito y todo y nada más le dije que lo iba a pensar y me fui a mi recámara. Mi esposo no ha vuelto a tocar el tema después de eso, pero lo conozco y sé que volverá a insistir muy pronto. Yo no quiero que se vuelva a repetir lo que pasó hace dos años, amo a mi esposo, creo que hemos pasado por momentos difíciles y estamos sobrellevándolos lo mejor que podemos; pero tampoco me siento lista para tener otro niño en mi casa, no sé si puedo con esa responsabilidad y el peso de tener otro hijo por más que sea adoptado. No quiero forzarme a cuidar de una criatura mía o de un orfanato, todavía.
Toda esta situación me crea mucha ansiedad y de verdad no lo puedo soportar. Incluso he contemplado separarme de mi esposo, no sé si algo tan definitivo como un divorcio, pero no lo he descartado de mi cabeza.
La pérdida de un ser querido puede ser traumática para cualquiera. Si bien cada quien tiene su manera de lidiar con el dolor del fallecimiento de un familiar, existen algunos comportamientos o etapas de duelo que podemos identificar como: negación, rabia, negociación, depresión y aceptación.
El fallecimiento de un hijo puede ser un tema doloroso y delicado de tocar para una familia que lo haya experimentado, ya que normalmente en la vida se espera que los hijos vivan más que sus padres. Lastimosamente, cuando esto no sucede, la expectativa se rompe y genera problemas dentro de la dinámica de la pareja, tal como la usuaria de esta historia relata: peleas, distanciamiento y la búsqueda de un reemplazo si el niño en cuestión era el pegamento emocional de la pareja.
Si quieres saber más sobre los distintos comportamientos de la depresión puedes ver el significado detrás de las sonrisas. También puedes apoyarte de unos tips para lidiar con este problema.