Detecta el problema: Si sientes que tu colega de trabajo comienza a faltarte el respeto, identifica si esa persona tiene un problema contigo o es así con todos. También considera si su actitud no es el resultado de algún conflicto interno que no pueda resolver, por lo que busca desquitarse con la gente de su entorno.
Mantén la calma: Muchos problemas pueden resolverse hablando. Lo ideal es que lo hagas en privado para averiguar qué es lo que motiva a esa persona a intimidar a sus colegas de trabajo. Quizás así puedas detectar si fue algo que la ofendió o solo busca defenderse.
No sientas lástima: Si tu colega conflictivo es una persona con discapacidad, debes saber que no debes sentir pena por su afección. Céntrate en sus acciones y no en sus limitaciones físicas.
Respeta su individualidad: Un colega con discapacidad es como cualquier trabajador de tu empresa. Es decir, tiene sus propios gustos y preferencias. Así que no supongas que todas las personas con su problema son iguales en ese aspecto.
No temas cometer errores: Es normal tener miedo de tratar a un colega de trabajo con discapacidad. En este caso, debes relajarte y no temer preguntarle las cosas. De esa forma, se evitan las limitaciones laborales y se crea un entorno más cómodo e inclusivo para todos.
No dejes que te afecte: Si tu colega sigue manteniendo actitudes tóxicas, lo mejor es centrarte en tus propias tareas. Es imposible que en la empresa todos se lleven bien y, en esos casos, lo mejor es aceptarlo y evitar que baje tu desempeño.

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