Viajé del extranjero a ayudar a mi hermana con su bebé y terminé convertida en su esclava

Historias
hace 1 año

Dicen que la familia está para cuidarse y apoyarse en todo. Sin embargo, ¿hasta dónde deberían llegar las responsabilidades de aquellos que se animan a echar una mano en situaciones complejas? A veces, por querer ayudar, terminamos en el muro de los acusados y nos convertimos en los malos del paseo. Pues, aparentemente, eso es lo que le ocurrió a la mujer de esta historia, aunque todo depende del ángulo desde donde se mire.

¿Qué piensas de aquellas personas que se aprovechan de la nobleza y solidaridad de los demás?

Yo, por otro lado, siempre estoy cansada y lo único en lo que puedo pensar para salir es en cómo llevaré la carriola por las escaleras del metro; cómo vamos a correr a un baño para cambiar el pañal del bebé; eso, más el tráfico pesado y los ruidos fuertes, mejor dicho, lo veo más como un estrés y no como algo que haría por placer.

Yo me encargo de todo el mantenimiento del hogar y cocino, lo único que no hago es doblar la ropa, limpiar su dormitorio y comprar el mercado, porque su esposo se encarga de eso. Algunas noches, cuando escucho llorar al bebé y ninguno de ellos se despierta, me levanto, le doy de comer y lo vuelvo a dormir.

Llevo varios días encerrada en mi habitación y me niego a salir con mi hermana, así que ella sale sola. Hoy me invitó a ir al parque, me dijo que no es sano para mí quedarme encerrada en la casa todo el día. Me volví a negar y ella se molestó, diciendo que ahora ella ya no quería salir.

Luego me dijo que para qué había ido si todo lo que quería hacer era quedarme en casa, que ella estaba deprimida y que yo la estaba haciendo sentir peor. Le respondí que de todas formas podía salir sola y dejar al bebé conmigo, a lo que contestó que eso le quitaría sentido a tener una compañía.

Fui a buscarla a la habitación para que habláramos, pero no me dirige la palabra, así que le escribí una carta y la deslicé por debajo de la puerta. Ahora estoy yendo a un hotel a esperar el día que salga mi vuelo de regreso a casa.

Vivimos en países diferentes, así que lo siento, pero las amables invitaciones de venir una vez a la semana serán rechazadas. Después de que me haya ido, no volveré por un buen tiempo.

¿Qué se puede hacer en estas situaciones?

  • Identifica el problema: Muchas veces nos desvivimos por los demás, haciendo sacrificios que nos hacen creer que en eso se basan las relaciones. Ante la duda, lo mejor es detenerse y preguntarse a uno mismo si lo que hago por los demás deja de lado mis propios gustos e intereses.
  • Piensa en ti: Que la gente que quieres se aproveche de ti y que por ellos te olvides de tus propias necesidades hará que te sientas frustrado, aunque a veces ni siquiera lo notes. Piensa en ti y en las cosas que te gusta hacer, y priorízalas sin pensar en darles explicaciones a otros.
  • Expresa tus emociones: Si ya descubriste que alguien (puede ser de tu familia, del trabajo o un amigo) se aprovecha de tu nobleza, lo mejor que puedes hacer es decirlo de una manera tranquila y serena. Cuando sientas que estás a punto de volver a caer, recuerda que decir no también es una respuesta y forma parte del camino a la felicidad.
  • Aléjate y empieza de nuevo: Claro que es difícil alejarse de las personas que amamos, pero por nuestra propia salud, lo mejor es tomar distancia y crear nuevas relaciones que nos ayuden a construir una autoestima fuerte y con un enfoque positivo frente a la vida.
Imagen de portada Bumbie_Boat / Reddit

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas