Las mujeres francesas contaron sobre las 11 cosas principales a las que prestan atención a la hora de crear su imagen

Mujer
hace 5 años

Las parisinas son famosas en todo el mundo por su estilo y capacidad de presentarse a la sociedad. No en vano, para alcanzar esa apariencia perfecta, no es necesario vivir en apartamentos en Montmartre: basta con seguir unas reglas simples y bastante específicas del estilo francés.

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Adoran los zapatos cómodos y elegantes

Los tacones de aguja y la plataforma elevada a la altura de la Torre Eiffel definitivamente no va con las elegantes mujeres de París. Después de todo, incluso si por la noche te espera una cita o una exposición nueva, antes tienes que trabajar todo el día. Las mujeres francesas, a pesar de su amor por el estilo femenino, más todavía se aman a sí mismas. Por lo tanto, ninguna belleza francesa someterá sus pies a una tortura completa con unos incómodos zapatos. Por el contrario, optará por el calzado más cómodo y lacónico que se convertirá en un aliado indispensable en su vida cotidiana y hará hincapié en el estilo irreprochable de su dueña.

Prefiere un maquillaje liviano

Las parisinas, independientemente de su edad y situación social, aprecian sobre todo la naturalidad porque cada una de ellas ostenta su propia apariencia única. Solo hace falta presentar tus credenciales bajo una luz correcta. Para enfatizar su belleza durante el día, estas optan por aplicarse un poco de mascarilla de pestañas, un toque de rubor y un lápiz labial para nada llamativo. La “artillería pesada” en forma de una base de maquillaje densa, rayas gráficas y lápiz labial vivo, en Francia, son apropiados solo para en el maquillaje de noche, mientras que, durante el día, este es considerado de mal gusto.

Pero, al mismo tiempo, le gusta el lápiz labial rojo

“50 sombras del rojo”, no se puede decir otra cosa sobre el amor de las mujeres francesas hacia este color de lápiz labial. En el arsenal de cada mujer francesa que se aprecie, seguramente encontraremos al menos un pintalabios carmín. Con la ayuda de esta varita mágica, la parisina puede cambiar de inmediato su imagen. Si el día se convierte de forma paulatina en la noche, sin oportunidad de pasar por casa, las mujeres simplemente se pintan los labios con lápiz rojo, transformando su imagen cotidiana en una de noche.

Le gustan los peinados simples

Un peinado liso perfecto se antoja un fenómeno raro. Demasiado estricto, demasiado correcto... y, cuanto menos, aburrido en exceso para las mujeres con estilo en Francia. Los cabellos firmemente unidos por el caparazón de los productos para peinar solo les provocan desconcierto. Recuerda: en la vanguardia descansa la naturalidad. Unos cuantos mechones fuera del peinado global, otros descuidados o una famosa trenza, no sin razón llamada “francesa”, es la elección por la que apuesta cualquier mujer parisina con buen gusto.

Siempre añade un toque descuidado a la imagen

Ella nunca tendrá un vestido que defina de manera estricta su figura: su estilo es fruto de una combinación inusual de prendas. La imagen no debe dar como resultado una perfección excesiva, siempre debe contar con un toque de descuido, el cual acaba aportando encanto. No es de extrañar que Coco Chanel dijera lo siguiente: “Si una mujer te impactó por su belleza, pero no puedes recordar lo que llevaba puesto, eso significa que estaba vestida a la perfección”.

Acude a un buen peluquero

Las parisinas prefieren comprar ropa no cara en vez de ahorrar en su adorno principal: su cabello. El valor de una prenda no importa tanto si se ajusta al estilo y favorece la figura, pero un mal corte de pelo o un teñido mal realizado se aprecia desde largas distancias.

No sin razón, los cortes de pelo elegantes, como por ejemplo carré, paje, garçon y bob, que no pierden popularidad durante muchas décadas, nos llegaron desde Francia. El corte de pelo parisino no es solo un peinado, es la quinta esencia de un estilo de vida y el carácter propios de la mujer que lo lleva. Los peluqueros experimentados aplican la técnica con la cual el cabello se ve bastante natural y el peinado no requiere a diario de un esfuerzo adicional.

Aprecia los accesorios elegantes y lacónicos

Bufanda, guantes, lentes y bisutería elegante: estos son los detalles que paso a paso crean una base sólida de lo que se considera el estilo “liviano” de las parisinas. El vestuario puede consistir en las prendas básicas de colores lacónicos, pero son los accesorios los que crean el estilo de una mujer francesa con buen gusto. Un hermoso pañuelo o un elegante sombrero son capaces de transformar la apariencia de una bella mujer en un abrir y cerrar de ojos. Por eso, las parisinas dominan este arte a la perfección.

Prefieren la naturalidad

Nunca verás un sujetador push-up en una mujer francesa. Ellas adoran la ropa interior bella, pero basándose en la filosofía de la naturalidad: la comodidad, las formas naturales, la seda y el encaje. La lencería, no es solo un bello accesorio añadido a la imagen global, sino la base del atuendo, una francesa con estilo está convencida de esto. En el corazón de la capital francesa, encontraremos muchas tiendas antiguas cuyos propietarios llevan décadas, e incluso siglos, dedicándose a coser y vender lencería. Mientras que el proceso de compra se convierte en un ritual sagrado que celebra la feminidad.

Renuncia a la ropa con grandes logotipos de marcas de lujo

Ella prefiere elegir comprar algunos artículos de calidad de una marca desconocida en vez de una prenda que grita a los cuatro vientos su elevado precio. En su imagen debe reservarse un sitio para el misterio, mostrar al mundo el precio de tu ropa se considera de mal gusto. Por eso, a los transeúntes les queda solo adivinar si el magnífico atuendo de esta bella desconocida cuesta mucho dinero o es fruto de un buen gusto impecable de una parisina que sabe cómo llevar de una manera “cara” una ropa de bajo costo.

Nunca toma el sol

Ella siempre lleva consigo protector solar con el mayor factor FPS del mercado, un sombrero con amplios bordes y una camisa ligera con mangas largas. Las mujeres francesas están convencidas de que la piel bronceada solo aporta más edad, por lo que prefieren la blancura aristocrática de la piel. Esta creencia puede considerarse un legado heredado del siglo XIX. En aquella época, el bronceado entre las aristócratas no solo era inaceptable, sino incluso indecente. La piel de “porcelana” era un indicador claro de riqueza y alto estatus social de las mujeres.

Nunca exagera

Sea lo que sea, ropa, maquillaje o accesorios, el estilo francés no es solamente apariencia o vestimenta, es un estilo de vida, una actitud hacia uno mismo y toda una filosofía. Una verdadera parisina es elegante y equilibrada porque, antes que nada, se respeta a sí misma. Se cuida, no con el fin de causar una impresión a los demás, sino porque ama su cuerpo. La francesa con buen gusto se mantiene tonificada, pero sin agotar su cuerpo con dietas rígidas, porque lo sabe muy bien: solo la mujer que disfruta de la vida es realmente hermosa.

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