10 Cosas que pueden hacer enfadar incluso al anfitrión más hospitalario

Psicología
hace 2 años

A muchos de nosotros nos encanta recibir invitados y somos conocidos como anfitriones hospitalarios entre los amigos. Sin embargo, es poco probable que incluso a la persona más hospitalaria le guste cuando los invitados comienzan a criticar sus cortinas florales favoritas o intentan alimentar a la mascota con algo poco saludable directamente de la mesa sin siquiera pedir permiso.

Genial.guru recordó todas las ocasiones de la vida en las que los invitados, francamente hablando, cruzaron todos los límites, agregando una pizca de imaginación y cómics de algunas historias sobre este tema.

Cuando los invitados tocan tus cosas de higiene personal

Cuando vayas a visitar a amigos y pienses quedarte a dormir, es mejor, por supuesto, llevar tu propio cepillo de dientes, así como un peine o una maquinilla de afeitar. Y si se te olvidó llevarlo, entonces al menos primero debes preguntarles a tus amigos si tienen un cepillo extra para ti.

O cuando critican la decoración de tu departamento

A alguien le gusta el estilo loft, pero alguien más ama el interior sin pretensiones, diseñado no según los consejos de los diseñadores, sino con las preferencias del corazón. Y notar que las cortinas florales están pasadas de moda ya hace mucho tiempo no es algo muy lindo. Después de todo, lo principal es que al propietario del departamento le guste el ambiente y no se trata de algo solo para complacer a los invitados.

Cuando los amigos se meten a el refrigerador sin preguntar

Hay personas que sin ningún problema dejan a sus amigos abrir su refri y buscar algo rico para comer. Pero, ¿y si tus amigos no son así? Siempre es mejor preguntar si hay algo para comer con el café que revisar los estantes sin permiso.

O cuando alimentan a tu mascota, aunque de buena intención

Todos sabemos que las mascotas pueden hacernos sentir tanta lástima que tus propias manos se extienden para convidarle algo al pobrecito. Pero no se recomienda darles de comer de la mesa ni a tus propias mascotas, ni hablar de las mascotas de otra persona, que podría estar haciendo una dieta especial. Si realmente quieres darle de comer al lindo animalito, pide permiso a los dueños y usa la comida especial adecuada para gatos o perros.

Cuando los amigos empiezan a limpiar tu casa

Si un amigo cansado te pide que le ayudes un poco con los quehaceres del hogar, es una cosa. Pero es completamente diferente comenzar a lavar los platos que quedaron en el fregadero o limpiar el polvo, diciendo algo como “Tienes un desastre aquí”. Tal vez puedas decir esa frase en broma, y ​​con la limpieza quieras sinceramente ayudar a un ser querido, pero esa ayuda se percibirá más bien como un reproche por el desorden.

Cuando tocan tus instrumentos sin saber hacerlo

Los músicos odian que alguien empiece a tocar el instrumento sin saber cómo. Hacer traqueteo con un piano o golpear las cuerdas de una guitarra de forma inapropiada, en el mejor de los casos, puede ser molesto y, en el peor, puede dañar el instrumento.

Cuando le permiten a un niño hacer desastres en tu casa

Esto sucede a menudo: las madres charlan de lo suyo en la cocina tomando una taza de café mientras que el pequeño “energético” explora el departamento por su cuenta. La mayoría de los niños son curiosos y pueden con facilidad pintar las paredes, meterse en la boca el contenido de una bolsa de cosméticos o romper algo. Los propietarios de los departamentos se sentirán mejor si el hijo de sus amigos está cerca haciendo algo seguro. En este caso, los invitados no tendrán que preocuparse de que su hijo rompa algo.

Cuando los invitados ocupan la bañera por mucho tiempo

Desde luego, este punto no tiene que ver con los casos en los que una persona no se siente bien y necesita recuperarse. Estamos hablando de aquellos invitados que pueden quedarse en el baño sin razón alguna, mirando champús y cremas, mientras que alguien realmente necesita usarlo para un propósito específico.

O cuando te piden prestada cada cosa que ven

En la infancia, era muy emocionante intercambiar juguetes con un amigo por un par de días. Pero algunas personas retienen este hábito de la niñez hasta la edad adulta y constantemente piden prestar algo por un tiempo. Por supuesto, no debería ser una lástima compartir perfume con un amigo, pero cuando el amigo, que viene de visita, mira soñadoramente tus cosas y te dice suspirando: “¡Ojalá tuviera la oportunidad de usar tus hermosos aretes durante al menos una semana!”, eso ya es molesto, por así decirlo.

Y más aún cuando intentan establecer sus propias reglas en tu casa

Cualquier anfitrión hospitalario intenta tratar a los invitados con comodidad. Pero cuando los invitados comienzan a arrugar la nariz, criticar la fragancia de la casa, mostrarse caprichosos o comportarse con indignación, pedir a que se lleven a las mascotas o los niños y, en general, tratar de implementar sus propias reglas de todas las formas posibles, lo más probable es que el propietario se ponga a pensar si volver a invitar a personas así la próxima vez.

¿Alguna vez has querido deshacerte de tus invitados lo antes posible? ¿Por qué?

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Odio que los niños dejen mi casa hecha un desastre y sus padres ignoren lo que pasa

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