10 Ejemplos de cómo la presión social impacta implícitamente en nuestra vida

Ser parte de la sociedad es ser miembro de muchos grupos con fines diferentes, como el familiar, el de los amigos, el laboral, el académico y cualquier otro de actividades deportivas o culturales. Muchas veces, naturalmente generan presión en uno, ya sea para lograr ciertos objetivos o encajar. Pero esto no necesariamente es algo malo, sino que también hay ciertas presiones que nos ayudan a mejorar.

En Genial.guru queremos contarte sobre los efectos negativos y positivos que la presión de grupo puede causarnos para poder identificarlos y cambiar algo si así lo queremos o necesitamos.

1. Puede ser buena consejera

Tener amigos y colegas que tienen buenas intenciones es una fuente de conocimiento: podemos contarles lo que necesitamos expresar y ellos pueden darnos sus opiniones, las cuales pueden ayudarnos a decidir. Ya sea desde algo serio como tomar decisiones importantes o algo más liviano como qué corte de cabello hacerte, los amigos pueden aconsejar desde sus puntos de vista y no temerán decirte que estás cometiendo un error o que debes modificar algo.

2. Puede ayudar a dar ánimos

Cuando estamos desanimados o no tenemos la convicción suficiente para dar un paso, las personas positivas de nuestro entorno pueden presionarnos dando ánimos para que lo hagamos. En los momentos tristes también pueden darnos un empujoncito para recordarnos que somos capaces de superar cualquier obstáculo. Que muchas personas te lo digan puede ser una presión, pero una capaz de ayudarte a romper tus barreras.

3. Puede brindar apoyo

Estar en un grupo es estar rodeados de personas diferentes que tuvieron experiencias que nosotros estamos viviendo, y su amparo desde esa perspectiva nos brinda confianza para lograr lo que queremos. Según un estudio, el apoyo entre pares puede ayudar a la gente a sentirse más informada, segura, feliz, menos aislada y sola. A su vez, esto es efectivo no solo para la salud mental, sino también para la física.

4. Puede ayudar a vivir nuevas experiencias

No es lo mismo hacer las cosas solo que acompañado, y estar en un grupo con personas es tener compañeros que viven esas experiencias nuevas junto a ti. Según expertos, compartir algo con otros puede hacer que la situación sea más cómoda y facilite superar los miedos. Además, hacer cosas juntos por primera vez ayuda a afianzar los lazos.

5. Puede ser moldeadora de hábitos

Los amigos a menudo son modelos que los niños y jóvenes suelen imitar. Por eso, si toman buenas decisiones, serán buenos ejemplos que seguramente adoptaremos nosotros también. Ya sea eligiendo actividades físicas, educativas o comida saludable, pueden inspirarnos a hacer lo mismo.

6. Puede ayudar a ser un sujeto social

Estar dentro de un grupo implica tener que seguir normas que nos ayuden a adaptarnos a diferentes situaciones dentro de esa comunidad. Por eso, las reglas del juego de un grupo que se generan a través de la socialización ayudan a adquirir habilidades sociales de comportamiento en otros contextos.

Gracias a esto, durante la niñez, los niños comienzan a tomar decisiones por sí mismos y participan en actividades que les permiten expresar quiénes son y serán en un futuro.

7. Puede causar depresión y baja autoestima

Así como la presión de grupo tiene sus efectos positivos, también tiene algunos negativos. Por ejemplo, estudios han demostrado que la presión de grupos en los adolescentes contribuye al desarrollo de la baja autoestima, lo que, por consecuencia, termina en depresión que puede continuar también en la adultez.

Pero las relaciones sanas entre pares también generan el efecto contrario y protegen contra esos síntomas depresivos.

8. Puede alejar de la familia

Es normal que durante la adolescencia los jóvenes comiencen a pasar más tiempo con sus amigos que con su familia, pues con ellos comparten los mismos sentimientos, intereses, retos de la edad, valores y actividades, y no encuentran en los padres las respuestas que están buscando. De esta manera, aprenden a ser jóvenes adultos, por lo que las rebeliones son algo completamente normal.

Pero también puede suceder que las presiones de otros grupos negativos con los que el adolescente se relaciona lo alejen del entorno familiar y amistoso positivo para su vida. Por eso hay que echar el ojo en qué tan bueno es su grupo de cercanos.

9. Puede perjudicar el desempeño escolar

La presión de grupo también puede afectar el desempeño escolar de los niños, ya que si el comportamiento de estas personas no es el adecuado, automáticamente el logro académico no será positivo, según indicó un estudio, el cual también reveló que las edades más propensas a esta tendencia van entre los 16 y 18 años.

Pero esto no sucede únicamente en la edad escolar, ya que en la educación universitaria y superior también puede presentarse, según señaló otra investigación. En esta instancia educativa, la persona ya toma sus decisiones académicas por sí misma y también escoge el tipo de relaciones que tendrá, pero eso no la exenta de elegir malas compañías que, por consecuencia, puedan afectar su rendimiento.

10. Puede cambiar el comportamiento

La influencia de los amigos y los grupos con los que nos relacionamos puede cambiar nuestro comportamiento, en especial en la etapa de la adolescencia. Un estudio confirmó que los pares tienen una influencia directa en los comportamientos de riesgo en los jóvenes que puede llevarlos a tener aquellos que los perjudiquen.

Pero en la otra mano, las relaciones sanas conducen a las influencias positivas y, por lo tanto, a comportamientos buenos. Así que, según la investigación, se puede decir que la influencia negativa o positiva en los compañeros genera conductas de riesgo o protectoras.

¿En qué situaciones te has sentido presionado por tu grupo de cercanos? ¿Cómo ha impactado eso en tu vida?