Efectivamente, la frase no estés nerviosa te pone aún más nerviosa.
12 Frases “inofensivas” que pueden poner de los nervios a una embarazada
Las mujeres embarazadas a menudo se irritan con facilidad. Se suele culpar de eso a las hormonas, en particular a la gonadotropina. Pero, en realidad, la condición nerviosa de las mujeres en estado de embarazo no responde solo a una causa fisiológica: las futuras mamás están preocupadas por su hijo y, al darse cuenta de la carga total de la responsabilidad que supone, se someten a un enorme estrés. En el contexto de todo esto, cualquier frase suelta y no pensada lo suficiente puede despertar sentimientos profundos.
Genial.guru decidió hacer la vida más fácil a las mujeres embarazadas y a las personas que las rodean. Así, elaboramos una lista de frases que no deben pronunciarse en voz alta en presencia de una mujer que se prepara para ser madre.
Todo tipo de prohibiciones
A una persona, básicamente, no le gusta cuando algo se le prohíbe, y si se trata de una mujer embarazada, entonces es peor todavía. Créenos, una mujer en estado sabe perfectamente lo que no debe tomar porque el ginecólogo ya le ha advertido de esto. Si no eres un médico, evita los consejos banales; especialmente, porque pueden incluso hacer daño a la futura mamá.
Cuando te recuerdan constantemente que no debes estar nerviosa
¿En serio? Entonces, ¿por qué ustedes nos ponen nerviosas con este tipo de frases? Una mujer embarazada está condenada a estar nerviosa porque está preocupada por su futuro hijo y, además, los cambios hormonales en el cuerpo la afectan. Si quieres hacerle la vida más sencilla, intenta evitar esta frase: tendrá el efecto totalmente contrario.
“El embarazo no es una enfermedad”
Si es así, entonces por qué, a menudo, el médico pone: “Diagnóstico: embarazo de 19 semanas”. Sí, a diferencia de una enfermedad, la espera de un hijo deseado es motivo de alegría, pero al mismo tiempo también es una carga muy notoria para el cuerpo.
Preguntas sin tacto sobre la salud reproductiva
Esta pregunta, que se hace con mayor frecuencia a las madres que esperan mellizos y trillizos, está llena de buena educación. Si reformulas un poco, suena como: “¿Eres capaz de quedarte embarazada?”. Al fin y al cabo, no todos están dispuestos a hablar con alguien más sobre su salud reproductiva, además de que para algunos este tema puede resultar doloroso.
“¡Wow, qué barrigón!”
Por lo general, esta frase viene acompañada con un intento de acariciar a la embarazada. Por favor, si no eres un pariente cercano al futuro bebé, abstente de hacerlo: la mujer ya tiene el instinto maternal en funcionamiento y no le gusta que alguien se meta en la zona donde se protege su descendencia. Y sí, ella es consciente del tamaño de su barriga, no hace falta recordárselo otra vez más, resulta extremadamente molesto. Mejor ayúdala porque es muy difícil moverse.
“Y yo en ese mes...”
Esta es incluso peor que la frase anterior, especialmente cuando a ella le sigue una secuela: “En mi caso, con esos meses, mi barriga era así”. Las mujeres embarazadas se preocupan por muchas cosas que afectan a su bebé, por lo que podrían pensar que algo anda mal con este. Incluso si la futura madre está convencida de que todo está en orden, esta comparación se antoja frustrante: como si su embarazo fuera menos importante que el de su interlocutora “bien educada”.
“¿Necesitas ropa de bebé? La tengo guardada”
Con estas sugerencias aparentemente amistosas, hay que tener mucho cuidado. A menudo, las futuras madres, especialmente si este es su primer embarazo, prefieren vestir a sus bebés con ropa nueva, con la ropa y zapatos que ellas mismas eligen en la tienda. Si este es el caso, recuerda que tu generosa oferta puede considerarse como un deseo loco de deshacerse de los trastos.
“Predecir” el sexo del bebé
¿Realmente? ¿Entonces por qué le hicieron la ecografía tantas veces? ¡Debería haber contactado inmediatamente con una experta como esa amiga! En realidad, cuando una mujer tiene un vientre notorio, el sexo, por lo general, ya se sabe. Y si no te han informado de ello, mejor que no realices este tipo de suposiciones ridículas. Esto se ve especialmente absurdo si te equivocas.
“Pero en mi época...”
¿Qué respuesta esperas de la futura madre? ¿Que se arroje a tus pies con arrepentimiento y se disculpe por haber nacido en un sistema con unas políticas demográficas más cómodas? En serio, la frase suena como si quisieras avergonzarla, excepto que no tiene la culpa por tener más suerte que tú.
Preguntas sobre el nombre
Esta pregunta es adecuada dentro del círculo de amigos cercanos y familiares. Si no formas parte de este, no debes preguntar porque para muchos este tema es demasiado íntimo. Algunos prefieren no revelar el nombre del bebé por superstición, e incluso si crees que esa razón se antoja estúpida, debes respetarla
“¿Anhelas ya estar con la licencia por maternidad?”
Suena como si le reprocharas que es capaz de hacer frente a sus obligaciones oficiales. Si es así, simplemente, infórmala de que estás descontento con su trabajo. Y si ella es una excelente empleada y no hay problemas, ¿a qué viene esta pregunta?
“Tienes antojos, ¿verdad?”
¡No, ella quiere que le dejen de hacer esta pregunta ridícula! De veras, basta ya con difundir los mitos sobre los gustos raros de las mujeres embarazadas: en la mayoría de los casos, simplemente, experimentan más hambre de lo habitual. Además, lo más probable es que ni siquiera puedan comer los embutidos dichosos, ya que el exceso de sal supone una carga para los riñones que no se pueden permitir las mujeres embarazadas.
Bono: después de que nazca tu bebé, te esperan otras frases no menos molestas
¿Alguna vez has tenido que oír observaciones, inofensivas a primera vista, pero que son en realidad muy desagradables, y que por alguna razón la gente considera necesario hacer a una mujer embarazada?
Comentarios
Santa paciencia la de las mujeres embarazadas, todo lo que tienen que aguantar durante 9 meses.
Lo mejor es hacer caso solo a tus personas de confianza, el resto de comentarios que den igual.
Odio eso de que todo el mundo te toque tu barriga sin tener confianza.