“Aquí hay una mujer, 30 años, sin hijos”: un texto impactante sobre lo ciegos que estamos a los sentimientos de los demás

Psicología
hace 5 años

A veces le decimos a otras personas palabras que no significan nada para nosotros, solo para llenar una pausa en una conversación. Solo para decir algo. Y ni siquiera sospechamos cómo serán percibidas. La escritora Nadira Angell publicó un conmovedor texto en su blog sobre cómo podemos herir imperceptiblemente a aquellos que viven con dolor oculto. Ella nos anima a ser más atentos y empáticos.

Genial.guru publica el texto de Nadira, que no puede sino causar emociones profundas en cualquiera que lo lea.

Aquí hay una mujer, 30 años, sin hijos. La gente le pregunta: “¿Y? ¿Todavía no tienes hijos?”. Y ella, día tras día, sonriendo amablemente, inventa nuevas respuestas. “No, todavía no”, responde con una sonrisa, sofocando la decepción. “No debes seguir esperando, el reloj avanza”, le dicen, contentos de haberla orientado en la dirección correcta. Ella sonríe. Y llora cuando se queda sola.

Llora porque sus 4 embarazos terminaron en abortos involuntarios. Porque ella y su esposo llevan 5 años intentado, sin éxito, concebir un hijo. Llora porque su marido ya tiene hijos de un matrimonio anterior y no quiere más. Llora porque quiere desesperadamente probar la FIV, pero no tiene suficiente dinero. Llora porque ya se hizo la FIV, pero no pasó nada. Llora porque su amiga no quiso ser una madre sustituta. “Eso sería extraño”, dijo ella. Llora porque los medicamentos que debe tomar son incompatibles con un embarazo.

Llora porque su marido es estéril y se culpa a sí mismo por ello. Porque sus hermanas ya tienen hijos, excepto la hermana que no quiere tenerlos en absoluto. Llora porque su mejor amiga está embarazada. Llora porque fue invitada nuevamente a una fiesta en honor a un recién nacido. Porque su madre no se cansa de preguntar: “¿Qué estás esperando?”. Porque sus suegros quieren nietos. Llora porque su vecina tiene mellizos y se lleva muy mal con ellos. Porque las jóvenes de 16 años se embarazan en el primer intento, aunque no lo necesitan. Porque ella es una tía maravillosa. Porque ya eligió los nombres. Porque “el cuarto del bebé” de su casa sigue vacío. Llora porque el vacío está dentro de ella. Llora porque ella sería una gran mamá. Sería. Pero no.

Aquí hay otra mujer, 34 años, 5 hijos. La gente le dice: “¡Dios mío, espero que te detengas ya!”. Y se ríen, porque es una especie de broma. La mujer también se ríe, pero no de muy buena gana y cambia de tema. Y al día siguiente, cuando se queda sola, llora. Llora porque está embarazada otra vez y siente que debe ocultar su alegría. Llora porque siempre quiso una familia numerosa y no entiende por qué a los demás les parece algo tan malo. Porque no tiene hermanos y se sentía profundamente sola en su infancia. Porque su abuela tenía 12 hijos y le gustaría lo mismo.

Llora porque no puede imaginar la vida sin sus hijos, y para otros eso les parece un castigo. Llora porque no quiere ser compadecida. Porque ella y su esposo son perfectamente capaces de mantener a su familia, pero esto no parece importar. Llora porque todos la consideran irresponsable. Llora porque está cansada de esas bromas y de la necesidad de proteger su elección personal. Llora porque a veces ella misma piensa que no era necesario tener a dos más. Porque está cansada de defenderse. Llora por el comportamiento grosero de las personas que se meten en su vida personal.

Aquí hay otra mujer, 40 años, un solo hijo. La gente le dice: “¿Solo uno? ¿Nunca has deseado más?”. “Así estoy feliz”, responde ella con calma. Y nadie sospecha que cuando está sola, ella también llora. Porque el nacimiento de su único hijo fue un milagro. Porque su hijo le pide un hermano o una hermana. Llora porque siempre quiso al menos tres. Llora porque su segundo embarazo tuvo que ser interrumpido para salvar su vida. Porque el médico dijo que otro embarazo es un riesgo demasiado grande. Llora porque ni siquiera le resulta fácil cuidar de un niño.

Llora porque su esposo murió, y ella nunca se enamoró de otro hombre. Porque su familia considera que uno es suficiente. Llora porque ahora está enfocada en su carrera y no se permite pensar en los niños. Porque su depresión posparto fue demasiado fuerte y no puede imaginar cómo sobrevivirla de nuevo. Llora porque tuvieron que quitarle el útero. Llora porque quiere otro hijo, pero no puede tenerlo.

Estas mujeres están entre nosotros. Son nuestras vecinas, amigas, hermanas, colegas, parientes. No necesitan nuestra opinión y nuestro consejo, a menos que lo pidan ellas mismas. Su vida personal no nos concierne. Respetemos a estas mujeres.

Comentarios

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Una vez para una clase de la universidad tuve que hacer una investigación sobre la Naprotecnologia, hasta ese momento nunca había escuchado hablar de eso pero me encanta. Es un método que busca ayudar a las parejas a cuidar de su salud reproductiva de forma natural, segura y ética. Estadisticamente es mas efectivo que la fecundacion in vitro y también mas económico. Consiste prácticamente en buscar las causas de la infertilidad de la pareja y resolver cualquier problema de salud que tengan para que puedan concebir a sus hijos de forma natural.(para dar un ejemplo, uno de los testimonios que vi era de una pareja joven que no podía concebir, al iniciar el tratamiento buscaron las posibles causas y descubrieron que el muchacho tenia una leve intolerancia a la lactosa, lo cual reducía su conteo espermático. Una vez descubierto el problema se inicio una plan nutricional especial y a los pocos meses ellos ya estaban esperando a su bebesita) Es bastante mas beneficioso que la fecundación in vitro porque resuelve de raíz el problema que esta causando la infertilidad, de este modo, en el futuro pueden tener de forma natural los hijos que quieran, sin necesidad de repetir el tratamiento una y otra vez como ocurre con la FIV. Ademas, me encanta el enfoque bioetico de este método.
No soy experta en el área, pero quería comentarlo por si resulta de ayuda para alguien :)

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La gente no debería meterse tanto en la vida de otras personas. Nunca sabes que ahí detrás...

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Conozco varias parejas que han sufrido la temida pregunta día tras día sabiendo que lo estaban intentando y no lograban quedarse embarazados :(

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Nadie debería meterse en los asuntos personales de nadie, y menos juzgar alegremente…

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Hay personas así que siempre están preguntando o haciendo comentarios hirientes hacia otras personas sobre todo no sobre los hijos que tienes o no puedes tener sino sobre si estas gorda o demasiado delgada,sobre cualquier cosa que se refiera a otros no sobre ella o el,lo que creo es que una persona así no tiene nada que hacer o trata de estar ocupada en hablar cosas que no debería preocuparse porque a su vida le falta algo que no puede llenar si no es estar pendiente de la vida de otros.

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