Cómo es que la verdadera Lucy de “Como si fuera la primera vez” vive el mismo día todo el tiempo

Psicología
hace 1 año

La memoria es una parte fundamental de nuestra identidad y personalidad, puesto que nos permite recordar nuestro pasado, aprender de nuestras experiencias y planificar nuestro futuro. Sin embargo, el perderla es una realidad para muchas personas, y puede ser una experiencia desconcertante y aterradora. La amnesia puede afectar nuestra capacidad para retener y recuperar información, lo que puede perjudicar nuestra vida cotidiana, nuestras relaciones y nuestra salud mental.

La cinta protagonizada por Adam SandlerDrew Barrymore, Como si fuera la primera vez, puede ser considerada una comedia romántica. Sin embargo, si se piensa en una vida sin la capacidad de crear nuevos recuerdos, difícilmente se la podría considerar divertida.

Aunque la situación exacta de Lucy es ficticia, la película muestra cómo el amor puede perseverar a través de la paciencia y la dedicación. Henry, interpretado por Adam Sandler, está dispuesto a hacer todo lo posible para estar con la persona que ama, incluso si ella no puede recordarlo.

Finalmente, él crea una película casera que muestra pantallazos de su vida juntos, incluyendo su relación, matrimonio e hijos. Lucy la ve cada mañana cuando se despierta y, después de unos minutos de aceptar su extraña realidad, se une a su familia y pasa el día con ellos.

En la película, ella tiene la capacidad de retener su memoria durante un día completo antes de que esta se reinicie cada vez que se despierta. Sin embargo, los pacientes que sufren de amnesia anterógrada pueden experimentar diversos grados de olvido y no pueden recordar eventos ocurridos en lapsos cortos, que varían de unos pocos minutos a unas horas. Esta condición neurológica es misteriosa, ya que el proceso de almacenamiento de la memoria es un mecanismo cerebral que aún no ha sido comprendido completamente.

Esta situación es la realidad de Michelle Philpots, originaria de Spalding, Lincolnshire, quien ha experimentado la pérdida de su memoria a diario durante los últimos 29 años. Este padecimiento es similar al de Lucy, personaje interpretado por Barrymore en la película de 2004.

La condición de Michelle es producto de una forma de amnesia, que el Dr. Peter Nestor, especialista en neurociencia de la Universidad de Cambridge, ha descrito como “poco común pero real”, después de que la mujer sufriera dos accidentes automovilísticos. El primero ocurrió en 1985, mientras se transportaba en una motocicleta, y el segundo tuvo lugar en 1990, cuando se encontraba conduciendo un coche. En ambos incidentes, Michelle sufrió traumas en la cabeza.

En 1994, los médicos le detectaron epilepsia a Michelle, una secuela de las lesiones cerebrales sufridas en los accidentes, lo cual fue el inicio de un declive constante en su salud. Ella sufrió ataques epilépticos regulares y empezó a perder la memoria gradualmente. La situación llegó a tal punto que fue despedida de su trabajo en una oficina, debido a que, en un solo día, fotocopió varias veces el mismo documento, puesto que había olvidado que ya lo había hecho.

Para su esposo, Ian, el trastorno de Michelle puede ser una batalla constante. “Es muy frustrante para mí, pero debo ser paciente y comprensivo. Debo mantener la calma porque la amo”, expresó para el programa Today. Además, agregó: “Soy afortunado de haber conocido a Michelle antes de los accidentes, ya que ella puede recordarme. Tenemos muchas fotografías para recordarle cosas; de lo contrario, lo olvidaría todo”.

Por otro lado, la experiencia es más desconcertante para Michelle, quien tiene que volver a aprender la misma información día tras día. “Me gusta ver EastEnders, pero no puedo recordar los personajes ni las tramas”, explicó. “Es como si estuviera reviviendo el mismo día una y otra vez”.

Michelle se encuentra atrapada en el año 1994. Su memoria no logra extenderse más allá de esa fecha, lo que implica que cada día se despierta con la idea de que tiene 29 años menos de los que realmente posee, puesto que ahora tiene 53 años.

Esta historia puede ser otro ejemplo de que la realidad muchas veces supera a la ficción, ¿no crees?

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