Maneras eficientes de terminar con la psicología de pobreza y empezar a ganar dinero

Psicología
hace 3 años

Las personas más ricas y exitosas dedican la mayor parte de su tiempo a procesos mentales y no al trabajo en sí mismo. Es la forma de pensar lo que las distingue de otra gente, y les garantiza un bienestar económico. Si simplemente comienzas a copiar los hábitos de los sujetos adinerados sin cambiar nada en tu cabeza, no puedes esperar grandes variaciones en tu economía. Incluso ganar la lotería y amasar una fortuna no garantiza el éxito: los estudios han demostrado que ese dinero desaparece tan rápido como llega, y la vida de ese ganador acaba empeorando la situación que ya arrastraba de antes.

Genial.guru decidió averiguar en qué radica la diferencia entre la mentalidad de los ricos de la de los comunes mortales, así como qué cambios en tu interior deben llevarse a cabo para modificar el curso de tus pensamientos hacia esa ola de prosperidad.

1. Nuevo enfoque para ganar dinero

  • Ya no funciona: el paradigma de "haz mucho" fue muy importante hasta mediados del siglo XX. En aquel tiempo, la gente tenía que trabajar arduamente para poder proporcionarse a su familia y a sí mismos una vida decente, fruto de tal esfuerzo. Aproximadamente, desde mediados del siglo XX, este enfoque fue reemplazado por otro: "trabaja inteligentemente". Era necesario obtener una educación superior, tras la cual llegaban las nuevas oportunidades para conseguir un buen empleo y aumentar el poder adquisitivo propio.
  • Qué funciona en la actualidad: la cantidad de dinero no depende de cuánto esfuerzo y horas trabajas. Hoy en día, se obtienen grandes beneficios económicos basándose en el principio de "trabaja con pasión". Para ello, es necesario encontrar aquello que realmente te gusta, determinar los factores de éxito de tu negocio y obtener no solo placer moral con ello, sino también buenos ingresos.

2. Causas para ganar dinero

  • Mentalidad de los pobres: las personas con este tipo de pensamientos ganan para sobrevivir, alimentarse a sí mismas y a sus familias, pagar las facturas y préstamos, así como ahorrar dinero para la educación de sus hijos bajo la esperanza de que, al menos, la vida de ellos sea mejor. Los pobres compran cosas que necesitan y no lo que realmente les gusta.
  • Mentalidad de los ricos: las personas con este tipo de pensamientos ganan para autorrealizarse y dedicarse a aquello que más les gusta. Pueden darse el lujo de ser generosos, y ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Los ricos gastan dinero en lo que aman, no en lo que necesitan.
  • Cómo cambiar el enfoque: modifica la razón por la que debes trabajar. Que no te anime el deseo constante de escapar de la escasez de dinero, sino que te motive la idea de que, cuanto más efectivo tengas, más podrás invertir en tu desarrollo, en tus aficiones favoritas, así como en ayudar a otras personas.

3. Foco de atención

  • Mentalidad de los pobres: las personas se centran en aquello que no tienen (dinero, casa, un buen trabajo y similares), o lo que alguna vez antaño tuvieron. Temen perder lo poco que ostentan: el empleo, la vivienda, una estabilidad ilusoria... Son incapaces de plantearse que pueden llegar nuevas oportunidades a sus vidas. Se quejan de su destino, de la mala suerte, o bien culpan al gobierno de turno.
  • Mentalidad de los ricos: las personas se centran en lo que tienen y de todas las maneras posibles multiplican sus recursos disponibles. Aquellos con este tipo de pensamientos están constantemente involucradas en su autodesarrollo, aprenden cosas nuevas y encuentran fuentes de oportunidades e ideas. Ellos aprecian lo que poseen en cada momento.
  • Cómo cambiar el enfoque: debes abandonar ese bucle que te centra en aquello que no tienes, ya que el mismo atrae un déficit a tu día a día. Al contrario, necesitas definir claramente para ti mismo en qué nivel económico y social te encuentras ahora, y cómo lo lograste, para luego determinar a qué aspiras, qué escalón quieres subir y qué trabajo personal tienes que desarrollar para alcanzar tales metas. Todos los días concéntrate en una acción: no importa que sea muy simple, sino que te lleve a un nuevo nivel de vida, y cúmplela al 100 %.

4. Capacidad de dar y recibir

  • En desequilibrio: si estás acostumbrado a recibir siempre, sin retroalimentación, claramente no estás en una situación equilibrada. Aportas a los demás señales claras de que no tienes nada que dar a cambio por lo que recibes, y ellos comienzan a verte de esa forma. Y de la misma manera, te pasa lo mismo si te es habitual dar todo, y ayudas a la gente en detrimento de tus propios intereses sin querer nada a cambio. Como resultado de esto, te alejas de las oportunidades y pronto dejas de percibirlas por completo.
  • En equilibrio: surge cuando te beneficias de los demás y no te olvidas de dar a cambio, cuando no hay distorsión en una u otra dirección, cuando todo en la vida se encuentra en equilibrio y armonía. Mientras que el desequilibrio afecta fuertemente a tu nivel de autoestima y te hace sentir poco importante.
  • Cómo lograr ese equilibrio: cada día, adopta una actitud positiva con todo lo que te llegue, ya sean obsequios, oportunidades, cumplidos, o incluso dificultades y problemas. Esto te permitirá encontrar el equilibrio interno.

5. Creencias que limitan

  • Votos de pobreza: a muchas personas, desde la infancia, se les meten en la cabeza las afirmaciones negativas en relación al dinero: "Es malo"; "La gente mata por dinero"; "Vuelve perversas a las personas"; "No da felicidad".
  • Los síntomas de tener votos de pobreza: trabajas sin parar, pero, pese a ello, apenas tienes para cubrir tus necesidades mínimas. O bien, tienes dinero suficiente, pero te genera mucho esfuerzo ganarlo y el empleo que tienes no te gusta, te agota. Cuando resulta que tienes más efectivo que tus seres queridos, te sientes incómodo e incluso te culpas por ello. Para ti, lo normal es que el dinero se vaya de entre tus dedos tan pronto como aparece. Si tu situación económica de repente mejora, inmediatamente surgen problemas y gastos imprevistos.
  • Cómo cambiar el enfoque: las actitudes negativas hacia el dinero no conducirán a la prosperidad. Mira a tu interior: ¿crees que el efectivo es malo? Reemplaza esas actitudes negativas por una positiva: eres digno de ostentar riqueza. "Soy digno / digna" es una idea muy fuerte que debe repetirse uno a sí mismo todos los días para dejar de tener miedo a la prosperidad.

6. Autoestima, el valor de uno mismo

Nuestros ingresos son un reflejo de cuánto nos valoramos y nos queremos a nosotros mismos. Cuanta más estima nos tenemos, más nos aprecian las personas que nos rodean. Y viceversa

  • Baja autoestima: compararte con los demás y esforzarte por ser bueno con todos reduce tu autoestima. El miedo a decir "no", de ofender a los demás, la dependencia a las opiniones de terceros ("¿Qué dirá la gente?"), perder el tiempo con la gente en detrimento de tus propios intereses, es una rueda que solo conduce a una total falta de respeto hacia ti mismo y a un deterioro de tu propia importancia que, finalmente, te lleva a la pobreza.
  • Alta autoestima: las personas exitosas se valoran a sí mismas, también aprecian su tiempo y su energía. Si se comparan con las demás, esto las motiva a lograr un éxito aún mayor. No tienen miedo a decir "no" y lo hacen, de hecho, con bastante frecuencia.
  • Cómo aumentar tu autoestima: eres único. Compárate solo contigo mismo, lleva un diario y realiza un seguimiento de los cambios que se producen en tu vida, incluso los más triviales. Tras pasar un tiempo, te sorprenderán. Atrae solo para ti las emociones placenteras, tus esfuerzos, tu tiempo y tu dinero. No te canses de mimarte y hazlo con más frecuencia.

7. Expansión de la zona de confort

  • Mentalidad de los pobres: las personas con este tipo de pensamientos creen en la afirmación de que el dinero debe ser, en primer lugar, para las necesidades básicas: alimentos, pagar facturas y similares. Los demás gastos son posibles solo si encuentras la manera de ahorrar un poco con lo que queda.
  • Mentalidad de los ricos: las personas de este perfil se valoran a sí mismas y entienden que, además de las necesidades del día a día, están sus deseos e inquietudes. Al elaborar su presupuesto, necesariamente los incluyen en la lista para luego buscar oportunidades de obtener dinero y hacerlos realidad. Y las oportunidades, sí, aparecen, solo hace falta estar atentos a ellas.
  • Cómo cambiar el enfoque: expande tu zona de confort, permitiéndote cada vez algo más de lo habitual, al menos, en cosas pequeñas. Una excelente práctica serán las ofertas promocionales en los supermercados. Deja de comprar productos con descuento solo porque son más económicos. No compres comida de antemano, llenando los estantes con alimentos de primera necesidad. Llévate solo lo que realmente te apetece en ese momento. Acostúmbrate a la idea de que el dinero responde a las necesidades: cuando necesites comprar algo, podrás hacerlo.

8. Actitud con respecto a las deudas

  • Creencia incorrecta: las deudas, los préstamos y las hipotecas son moralmente agotadores y no solo te quitan dinero, sino también una gran cantidad de energía interna. Consideras que tomas este efectivo de ti mismo y lo arrojas a un agujero de deudas sin dejar rastro.
  • Cómo cambiar el enfoque: la tarea principal es eliminar esa sensación de carga excesiva. Por contra, debes acostumbrarte a sentirte ligero cada vez que devuelves una deuda o pagas un préstamo. Si tienes que pagar una hipoteca por una casa, significa que ya la tienes. Comienza cada mañana con ese agradable pensamiento de que acabas de despertarte en tu hogar. Mantén viva esa sensación.

9. Relación con las grandes sumas de dinero

  • Mentalidad de los pobres: una gran cantidad de dinero ya en tus manos o en un futuro cercano causa alegría, emoción, una ola de sensaciones, temor a perderlo, un deseo de gastarlo de inmediato o, por el contrario, de guardarlo con recelo.
  • Mentalidad de los ricos: las personas con este tipo de ideas aceptan fácil y tranquilamente cualquier suma de dinero sin sentir tantas emociones.
  • Cómo cambiar el enfoque: imagina que tienes un dólar en la mano. ¿Cómo te sientes? ¿Esto causa una ráfaga de emociones? ¿Y qué sentirás si pierdes ese billete? ¿Te pondrás muy triste? Lo más probable es que tu estado se mantenga tranquilo. Capta esas emociones y céntrate en ellas cada vez que pienses sobre el dinero que llega a tus manos.

10. Trata el dinero de una nueva manera

  • Págate primero a ti mismo: cada vez que recibes dinero, en primer lugar, gástalo en ti y no en pagar las facturas. Cómprate algo, aunque sea una cosa pequeña, pero que te complazca y te sirva de recompensa, demostrándote que no has trabajado en vano todo el mes.
  • Olvídate de las deudas: nunca prestes una cantidad mayor de la que puedas olvidar tranquilamente. Cuando no te devuelven un préstamo, te enojas, te pones nervioso, vives esperando a que retorne ese dinero... Estás desperdiciando tu energía. Lo mismo se aplica a las situaciones en las que la persona que debe eres tú: cambia de actitud con respecto a las deudas.
  • Expande tu zona de confort: permítete cada vez algo más de lo habitual. Por ejemplo, en lugar del papel higiénico de siempre, compra uno bueno, de varias capas (puede parecer ridículo, pero, ciertamente, funciona).
  • Ahorra dinero de forma correcta: si deseas guardar algo de efectivo para comprarte alguna cosa, es mejor abrir una cuenta bancaria y depositar allí tu capital, funcionará. Los ahorros, bajo el colchón no te aportarán beneficios y finalmente acabarás gastándolo en tonterías o imprevistos.

Tom Corley, un investigador estadounidense que pasó cinco años estudiando las peculiaridades de la mentalidad y los hábitos cotidianos de las personas ricas y pobres, llegó a la conclusión de que las llamadas "costumbres de los millonarios" son más bien pensamientos en lugar de acciones. Los resultados de las investigaciones de Corley, recopilados en su libro, mostraron que las personas con un fuerte poder adquisitivo (un ingreso anual de, al menos, 160 000 USD, y activos a partir de 3,2 millones) son en su mayoría optimistas respecto a sus vidas, dando las gracias por todo aquello que tienen. La felicidad también se incluye en la lista de sus costumbres.

El autor de este artículo probó todos los puntos sobre sí mismo y en 5 meses pudo mejorar su situación económica, deshacerse de los pensamientos "basura" de su cabeza incrustados durante años, así como romper las relaciones tóxicas y obtener nuevas oportunidades para su desarrollo. Y es posible que Genial.guru pronto te traiga un artículo nuevo contándote esta experiencia personal. ¿Estás preparado para el cambio?

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